Un plan para tu dinero: consejos y trucos para elaborar el presupuesto familiar perfecto
Presupuesto familiar, un plan para tu dinero, que te permite cuidar de tus finanzas, tomar más informadas y mejores decisiones y ayudarte alcanzar tus sueños.
Uno de los principales elementos para el control de las finanzas personales es, sin duda, el presupuesto familiar. Se trata de un documento donde las familias pueden ir reflejando todos sus ingresos y gastos previstos para un periodo de tiempo determinado. Su utilidad es básica. La mayoría de la gente no sabe en qué se gasta el dinero. Por mucho que ingresen, no son capaces de llegar a fin de mes con garantías o de alcanzar los objetivos de ahorro previstos.
Un presupuesto familiar es un documento que recoge todos los ingresos y gastos de la unidad familiar. Sirve, por tanto, para tener un control exhaustivo del dinero que entra y sale de nuestras cuentas bancarias, ajustar al máximo posible los gastos y hacer proyecciones financieras a futuro. Dependiendo del nivel de detalle que tenga nuestro presupuesto, podremos conocer de antemano nos gastamos el dinero, cuáles son los meses con mayor nivel de gasto y cuánto podemos ahorrar cada mes, entre otras muchas cosas.
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De este modo, tendremos una imagen fiel de nuestras finanzas en un momento determinado y podremos tomar decisiones informadas sobre nuestro dinero, y no simplemente basadas en percepciones que puedan ser erróneas.Sin embargo, aunque es una herramienta muy útil, no está pensada para todo el mundo. El presupuesto requiere esfuerzo y constancia para llevar una contabilidad periódica, aunque las nuevas aplicaciones cada vez lo ponen más fácil.
Ventajas de contar con un presupuesto.
- Conoces tu capacidad de ahorro. Un presupuesto recoge los ingresos menos los gastos. Lo que sobre será tu capacidad de ahorro. Si quieres ahorrar ese dinero de forma efectiva, aquí puedes ver el secreto para hacerlo.
- Tienes claro dónde gastas tu dinero. Si hay una forma de controlar tus gastos y saber en qué te dejas el salario cada mes, es a través de un presupuesto. Si nunca has hecho uno, esta parte es la que más te sorprenderá.
- Conoces tu ratio de endeudamiento. Si tu presupuesto familiar no está equilibrado verás fácilmente cuánto gastas de más cada mes. Si tienes deudas, verás de un solo plumazo cuántos préstamos tienes, a cuánto ascienden y de qué son.
La elaboración del presupuesto
- Recoger nuestros ingresos mensuales. Ha de ser muy rigurosa, sin presunciones optimistas. En esencia, las nóminas, alquileres u otros ingresos habituales estables. Nada de atípicos o extraordinarios.
- A continuación, deberemos recoger una estimación mensual de los gastos, distribuidos por categorías relevantes (vivienda, comida, transporte, etc). Para hacer esta estimación recurriremos a los movimientos de nuestra cuenta bancaria del año anterior, de tickets, contratos, e incorporaremos los gastos previstos para este año que en el anterior no se han producido. Los especialmente prudentes apuntan una categoría específica denominada extraordinarios o desviaciones que puede ser hasta de un 20% de los gastos estimados.
- Ahora comparamos mes a mes ingresos y gastos. En teoría todos los gastos no deben superar los ingresos, y deberíamos fijarnos qué cantidad vamos poder ahorrar (algunos diferencian entre fondo de emergencia y ahorro financiero a largo). Si no es así, debemos repasar el gasto de ese mes, para ver si es posible que podamos ajustar algo. Si finalmente no es así, debemos tener en cuenta y anotar que ese agujero deberá cubrirse con nuestros ahorros.
Ahora toca ser disciplinados y gestionar el presupuesto, saber lo que podemos gastar, registrando su evolución. ¿Cómo lo hacemos?
- Diariamente debemos anotar todos los gastos que realicemos.
- Anotaremos los ingresos.
- Según lo vamos apuntando, iremos comprobando cómo vamos en relación con lo previsto.
- Al finalizar el mes, compararemos si nuestras predicciones se han cumplido.
- Si el resultado es deficitario, hemos de valorar si hemos de introducir alguna tipo de medida correctora en lo que queda de presupuesto, tanto para que gane en realismo como para que podamos cumplir nuestros objetivos de ahorro.
¿Presupuesto mensual o uno anual?
Esta es una duda muy común, sobre todo entre quienes saben que la constancia no es su fuerte. Llevar un presupuesto requiere cierta constancia a la hora de anotar gastos si quieres que funcione. No hay un presupuesto mejor que otro, sólo formas de llevar la contabilidad familiar que se adaptan mejor a un estilo de vida que a otro.
La ventaja de un presupuesto mensual es que vas a tener más datos con los que trabajar. Sabrás en qué meses se dispara tu consumo eléctrico, cuándo gastas más en ocio y tendrás una visión más clara de tu evolución. Además, podrás tomar medidas antes si ves que tu economía familiar se descuadra.
La ventaja de un presupuesto anual es que requiere menos constancia. Basta con que te sientes una vez al año con tus gastos para tomar decisiones.