Los altos fontaneros de la política: así trabajan los cerebros que están a la sombra de los líderes

Su nombre no era demasiado popular teniendo en cuenta su dimensión política. Miguel Barroso, el periodista y consultor de comunicación que ha fallecido este 13 de enero a los 70 años a causa de un infarto, era uno de los más destacados asesores de los dos últimos presidentes socialistas, José Luis Rodríguez Zapatero y Pedro Sánchez. Su trabajo era el de 'fontanero' de la política: así se conoce a quienes se encargan, en la sombra, de los entresijos de las negociaciones, proponen la estrategia a seguir en los discursos o manejan los engranajes del poder. Trabajan con discreción y cediendo el protagonismo al líder. Todos los políticos, da igual el partido, tienen a sus grandes consejeros.

Saben cómo persuadir y conectar emocionalmente con los votantes, si bien es cierto que la comunicación política ha cambiado mucho en la última década. Los de la última generación tienen hilo directo con el 'dios' Data y saben de redes, publicidad y marketing. En cualquier caso, la competencia es dura, la experiencia es un grado y hay que marcar el valor diferencial, que, casi siempre, lo suele tener que ver con la conexión emocional.

Y para esto es necesario reunir las cualidades de cualquiera de estos "spin doctors" -un nombre inspirado en la política americana-, hombres y mujeres fundamentales que construyen el perfil del político y su relato, sabiendo cuándo hay que dar un golpe de efecto. Son casi invisibles, pero si algo falla, se vuelven cabezas de turco. Iván Redondo, conocido en su día como otro fontanero de Sánchez, formado en Estados Unidos, aclaró: "Nuestra misión es convertir la imagen en conocimiento. Nosotros damos pautas a los pilotos, pero no somos los que corremos".

Fue el guionista más destacado que han tenido los gobiernos de Zapatero y Pedro Sánchez y uno de los mayores expertos en comunicación estratégica, tanto empresarial como política. Era la mano que movía los hilos de la política comunicativa del presidente del Gobierno y uno de los cerebros de la campaña de las últimas elecciones generales.

Dicen que de su cabeza de estratega, escritor y publicista brillante salió esa imagen potente de su entonces pareja, la tristemente fallecida Carme Chacón, embarazada de siete meses pasando revista a las tropas como ministra de Defensa. 'Libération' tituló: "Carme Chacón, nueva arma de Zapatero contra el machismo". Tras su muerte, quienes le conocieron han destacado que era un hombre culto, carismático y con gran capacidad de trabajo. 

Este consultor en comunicación, publicista y expolítico vallisoletano aterrizó en la política con 22 años como portavoz de la Junta de Castilla y León presidida por José María Aznar. En 1996, con Aznar presidente del Gobierno, fue nombrado secretario de Estado de Comunicación, ejerciendo como portavoz del Gobierno.

Después de ayudar a 'moldear' a Aznar como líder, Isabel Díaz Ayuso recurrió a él para organizar su estrategia comunicativa en Madrid.

Politólogo sevillano y marido de la política popular Celia Villalobos, fue uno de los primeros de nuestros gurús electorales. Falleció en 2022 dejando su impronta en este oficio. De hecho, su método con José María Aznar y Mariano Rajoy, con los que trabajó, dejó un término propio: "arriolismo".

Presumía de haber llevado al poder a sus dos "clientes", que era como entendía su relación profesional con los líderes. Empezó a pergeñar la imagen del partido en 1989, definiendo su estrategia, por primera vez, a partir de las encuestas. Su perfil era más bien bajo, poco arriesgado. Él mismo indicaba que no era un "hooligan", que para jalear ya estaba otra gente. También aclaró que el éxito del asesor no era una cuestión de alquimia, sino de dedicación y cumplimiento de unas reglas.

Diputado de IU por Córdoba, es el consejero principal de Sumar, la coalición que lidera Yolanda Díaz, en el Congreso de los Diputados. IU acaba de reafirmar su apuesta como nuevo portavoz de Sumar en el Congreso, cuando Marta Lois deje su cargo. Ejerció de secretario de Estado en el ministerio de Ione Belarra hasta el pulso interno entre Podemos y Sumar. En ese juego de poderes salió finalmente reforzado. Yolanda Díaz no dudó en ceder protagonismo a este dirigente de IU, puntal en el pasado de Pablo Iglesias.

En América Latina es conocido por su asesoría a las FARC en el proceso de paz de Colombia. Su veteranía le ha permitido desarrollar un excelente olfato político y ha salido al rescate de Díaz en las confrontaciones internas. Es firme, optimista y juega un papel de coordinación y equilibrio de fuerzas desde una posición de lealtad.

Antes de cumplir los 40 años, fue director del gabinete de Pedro Sánchez, su hombre de confianza, el que gestionaba su agenda y también el mensaje. Fue asesor del presidente, estratega, coordinador de sus ministerios, eslabón con Podemos y encargado del aparato de comunicación. Con la mochila negra al hombro, estaba permanentemente en campaña. Antes de que llegase al poder, Redondo lo vaticinó en su blog The War Room: "Si enfocamos bien el ajedrez político que se avecina, deben saber que hay altas probabilidades de que Sánchez pueda ser presidente". Acertó. 

"Iván tiene una gran capacidad de anticiparse, basándose en la experiencia, la historia y el análisis", dijo el diputado socialista y también exfontanero monclovita Borja Cabezón. "Y a partir de ahí va uniendo puntos. Eso es audacia. Así funciona Iván", concluía.

Es la jefa del gabinete del líder del PP. La prensa la presentó como "la ganadora en la sombra del cara a cara entre Sánchez y Feijóo". Además de la mano derecha del líder popular, es la responsable de sus discursos. Su obsesión por permanecer en la sombra con lealtad explica que sea una gran desconocida, a pesar de ser, desde hace más de doce años, una de las personas de mayor confianza. Más que gurú, prefiere pensar que forma con el líder un equipo que funciona como una única mente. 

Tiene 41 años y nació en Santiso, un municipio de A Coruña. Licenciada en Periodismo, comenzó en la Cadena Cope y Europa Press, aunque enseguida empezó a trabajar junto a Feijóo como asesora y después como jefa de comunicación. En su etapa en Galicia, se convirtió en la directora general del gabinete de presidencia de la Xunta en 2020 y finalmente se trasladó a Madrid, donde sigue siendo mujer de confianza de Feijóo tras su salto a la política nacional.