¿Qué tiene que ver el origen de la palabra asesino con el hachís?

El término 'asesino' proviene del árabe ‘ḥaššāšīn’ y significa ‘adicto al cáñamo indio/hachís’
Con este nombre se conocía a una secta que sembró el terror en Oriente Medio entre los siglos VIII y XIV
La primera vez que aparece escrita la palabra ‘asesinar’ (assessinorum) data del año 1259, por Mateo de París
Cada palabra tiene su propia historia. Muchas de ellas tienen un origen curioso, y en muchos casos sorprendente. En ese sentido, uno de los más destacables es el término 'asesino', que proviene del árabe ‘ḥaššāšīn’ y cuyo curioso significado quiere decir ‘adicto al cáñamo indio/hachís’.
Bajo este nombre se conoció entre los siglos VIII y XIV a los miembros de una secta militar chiita (los nizaríes) fundada por Hasan ibn Sabbah que apareció plena época de las Cruzadas y sembró el pánico por diversos países de Oriente Medio. Eran tan enemigos de los cruzados cristianos como de los musulmanes suníes.
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Acabaron con la vida de reyes y políticos
Según recogen múltiples crónicas, los nizaríes eran adictos al hachís (de ahí que se les aplicase el sobrenombre de ḥaššāšīn) pero sobre todo pasaron a la historia por llevar a cabo una actividad en la que su fin era acabar con la vida de reyes, miembros religiosos, militares y políticos de la época. Eran muy pocos en número, pero lograron sembrar el terror entre sus enemigos al especializarse en la guerra asimétrica, antecedente del actual terrorismo.
El origen del asesino⚔️
— Datus Magnificus (@datusmagnificus) 28 de septiembre de 2022
La palabra «asesino» podría venir del árabe «haššašīn», que significa «fumadores de hachís»
Muchos llamaban así a los nizaríes, los miembros de una secta que, según las malas lenguas, mataban tras consumir hachís🔁 #letras
🖼️«La muerte de Marat» (David) pic.twitter.com/Jde1Zga4oQ
Sus hazañas creaban pánico entre la población y el término comenzó a popularizarse como sinónimo del acto de quitar la vida a alguien, pero específicamente a personajes importantes e ilustres. A pesar de que hoy en día las palabras asesino, asesinar y asesinato se aplican a aquel que comete un crimen por el que quita la vida a alguien, sin importar la relevancia de la víctima.
Lo que chirría en esta historia son los efectos farmacológicos del hachís, a saber, relajación y somnolencia, peor coordinación, y alteración tanto de la percepción y la concentración como del sentido del espacio y el tiempo. Ninguno de los cuales parece aconsejables para convertirse en una despiadada máquina de matar.
Cuando la palabra ḥaššāšīn llegó a Europa fue adaptándose a las diferentes lenguas del continente, encontrándonos que el resultado fue ‘assassins’ (en inglés), ‘assassin’ (francés), ‘assassinen’ (alemán), ‘assassino’ (en italiano y portugués), assassīnus (latín) y ‘asesino’ (en español).
Primera aparición escrita
La primera vez en la que aparece escrita la palabra ‘asesinar’ (assessinorum) data del año 1259, realizado por Mateo de París, quien recogió en su crónica medieval manuscrita e ilustrada “Chronica Majora” el siguiente texto en latín: “Qui tandem confessus est, se missum illuc, vt Regem more assessinorum occideret, à Willielmo de Marisco” (Él finalmente confesó que había sido mandado de vuelta por William de Marisco para asesinar y matar al Rey).
Los británicos, por su parte, defienden que el primer uso escrito del término ‘assassination’ (asesinato) fue realizado en 1605 por William Shakespeare en la tragedia ‘Macbeth’.