¿Por qué no deberías ducharte cuando hay tormenta?

En los últimos días el calor ha dado paso a lluvias, tormentas y granizo en diversos puntos del país. A pesar de que la estabilidad y el calor vuelven a asentarse en la península, las tormentas de verano son cada vez más frecuentes, por eso mismo hay que saber actuar cuando una hace acto de presencia, sabiendo qué cosas es mejor posponer hasta que la actividad eléctrica se acabe.

En caso de tormenta, es mejor no estar al aire libre, sino en una zona de interior y, si te pilla en el coche, mantén las ventanas bajadas. Pero, sobre todo, es importante evitar lugares y estructuras altas, así como tocar sus paredes, pues de tratarse de una zona electrificada, los rayos pueden viajar por los cables o el metal hasta las paredes o el piso, por lo que también es clave estar calzado.

Cuidado con el agua y aparatos conectados

Tu casa es el principal refugio durante una tormenta. Sin embargo, es importante evitar ciertas acciones que puedan atraer a los rayos hasta nosotros. De esta manera, cuando estamos en casa hay que evitar siempre que sea posible el agua, por lo que mejor que esperes a que escampe el momento de la ducha, el de fregar los platos o lavarte los dientes, ya que la electricidad puede conducirse por el agua de las cañerías.

Además, tampoco es aconsejable el uso de consolas, lavadoras y otros aparatos o electrodomésticos que vayan conectados a la red. ¿Por qué? Lo mismo que con el agua, la electricidad de los rayos puede que acabe en los sistemas eléctricos, por lo que llegarían a los enchufes y los cables, pudiendo ponernos en peligro ante una posible descarga.

¿Qué hay del móvil?

¿Y tu móvil? De no tenerlo que conectarlo a la red no habría ningún problema en utilizar tu smartphone durante una tormenta, tampoco tu tablet. Eso sí, en caso de que te llamen al teléfono fijo no lo cojas, pues sí está conectado a la red y puede resultar peligroso.

De resto, cierra puertas y ventanas y evita acercarte a ellas durante la tormenta, así como salir al porche en caso de tener uno en casa. En definitiva, evitar el contacto con el agua y con cualquier aparato o electrodoméstico que esté enchufado a la red.