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Todo empezó con la revolución industrial, cuando ciertas máquinas empezaron a sustituir a los humanos para realizar ciertas tareas. Desde entonces, la imparable evolución tecnológica ha ido amenazando al empleo en mayor o menor medida. A pesar de que todavía está en una fase de desarrollo muy rudimentaria, la inteligencia artificial hoy ya está poniendo en peligro ciertos puestos de trabajo. En ese sentido, 'Forbes' ha revelado cuáles serán reemplazados por máquinas y robots artificiales en los próximos diez años.
La robótica ya está presente en el ámbito empresarial desde hace tiempo. General Motors fue la primera en incluir la robótica en su línea de ensamblaje, pero son ya muchos los fabricantes que operan con robots. Sin embargo, hay actividades que los autómatas no pueden realizar, pero una inteligencia artificial sí.
Un robot está diseñado para realizar una tarea establecida de una manera determinada, una y otra vez. Esto es útil para apretar tornillos o mover objetos pesados, pero no tanto para situaciones en las que se necesita tomar decisiones. Sin embargo, un humanoide como Optimus, presentado recientemente por Elon Musk, sí podría desempeñar este rol.
“La idea detrás de esta tecnología es que permitirá una combinación de robótica e inteligencia artificial para eliminar la necesidad de que los humanos realicen tareas repetitivas o peligrosas”, agrega Forbes. Si lograse implementarse, serían cada vez menos las personas necesitadas en este tipo de trabajo.
Los servicios de entrega de paquetes han crecido mucho en los últimos tiempos, al igual que las nuevas tecnologías para acelerar el trabajo. La inteligencia artificial ya está trazando rutas de entrega para que los repartidores puedan hacer su trabajo más rápido, pero el objetivo es llegar a prescindir de la intervención humana. Esto es todo un desafío, ya que tiene que ser capaz de conducir y entregar por sí solos. Varias empresas, como Tesla, están trabajando activamente en ello. De tener éxito, muchos conductores y mensajeros se quedarían sin trabajo.
El sector financiero demanda gran cantidad de trabajo y mano de obra. Además, hay límites en la cantidad de información que un ser humano puede procesar, y siempre existe la posibilidad de cometer errores. Por ello ya se está desarrollando tecnología que analice los datos de forma rápida sin perder más tiempo, dinero y esfuerzo del necesario.
La propia Forbes ha creado una aplicación, llamada Q.ai, que usa inteligencia artificial para analizar una mayor cantidad de datos rápidamente y capaz de tomar decisiones basadas en cantidades masivas de datos históricos. El factor humano aún será necesario para realizar ciertas configuraciones, pero es probable que en el futuro veamos más y más roles de analistas de inversiones junior reemplazados por algoritmos complejos y sofisticados programas de aprendizaje automático.
Aunque en la actualidad ya se usan los chatbots para resolver problemas sencillos, se espera que con el tiempo la IA pueda tener una conversación con los humanos de forma fluida sin la necesidad de interacción externa. Con el tiempo, la tecnología permitirá que esta tecnología interprete lo que decimos y brinde respuestas reales y naturales a esas consultas.
Los guardias también serán reemplazados por nuevos agentes robots, que protegerán de situaciones amenazantes sin poner la vida en riesgo de ninguna persona. La tecnología como el reconocimiento facial y el reconocimiento de patrones humanos permite que la IA realice un seguimiento de las amenazas potenciales e incluso prediga sus movimientos.