¿Enjuagar o no los platos antes de meterlos en el lavavajillas? Un experto pone fin al debate

El lavavajillas. Ese electrodoméstico que ha salvado la vida de más de una familia en lo de ahorrar tiempo al recoger la cocina. Porque habrá personas a las que les guste lavar la loza, mientras que otros lo odiarán, pero lo que está claro es que facilita la tarea. Además, la experiencia dice que poner el lavavajillas permite ahorrar en agua, por lo que no viene nada mal tener uno en casa, a no ser que vivas solo y llenar uno te cueste horrores. Eso sí, hay un debate eterno, ¿hay que enjuagar la vajilla antes de colocarla en el electrodoméstico o no? Pues ya tenemos respuesta experta.

David Palmer, especialista de productos para electrodomésticos de LG Electronics, ha explicado en el periódico británico Mirror lo que se debe y no se debe hacer con el lavavajillas para aprovechar al máximo su potencial y sus funciones. Por eso mismo es claro en el eterno debate: los platos no hay que enjuagarlos antes de ponerlos en el lavavajillas.

“Retirar los restos de comida es importante, pero no es necesario enjuagar los platos antes de ponerlos en el lavavajillas porque a menudo hace que el jabón sea menos efectivo”, señaló el experto. Además, termina siendo un gasto mayor de agua al abrir el grifo con cada plato antes de colocarlo sobre las rejillas.

No obstante, también comentó que es importante no sobrecargar demasiado el lavavajillas porque, de llenarlo demasiado, “algunos artículos bloquearán a otros. Hay que dejar el suficiente espacio para que la limpieza sea efectiva, asegurándose de que nada esté demasiado junto”.

Respecto a la organización, advierte que no hay una forma más o menos incorrecta, pero sí explica que hay que hacer uso de la lógica ya que, si pones todas las cucharas juntas, “es probable que se aniden entre sí y no queden limpias”, o que los platos siempre miren hacia dentro del lavavajillas para una limpieza eficiente. A ello añade que tampoco hay que pasarse con el detergente, sino lo justo y necesario, porque puede llegar a rayar la vajilla o los vasos.

Y aunque se llame lavavajillas, hay que echarle una limpieza de vez en cuando, porque entre tanto lavado al final se van acumulando restos de comida, suciedad o residuos del detergente que a la larga pueden hacer que la limpieza no sea como esperamos.