¿Por qué implosionó el sumergible OceanGate? Un nuevo estudio lo explica

Hace casi un año que el sumergible Titan implosionó en el fondo del océano Atlántico haciendo que las cinco personas que iban dentro muriesen el 18 de junio de 2023 cuando intentaban acercarse lo máximo posible a los restos del Titanic como parte de una expedición turística. Uno de los robots encontró restos del sumergible de OceanGate y, según los expertos, el Titan sufrió una grieta y, como consecuencia, se produjo una implosión catastrófica. Ahora un nuevo estudio ha querido arrojar luz sobre lo que ocurrió realmente en las profundidades del Atlántico.

Se trata de una investigación desarrollada por ingenieros de la Universidad de Houston que se ha publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS) en la que se ha profundizado sobre qué pudo ocurrir para que la presión del agua provocase la implosión del Titan.

¿Por qué implosionó el Titan?

Según exponen los investigadores, ese colapso podría haberse producido por el material de la nave, que no sería el apropiado para un sumergible que se expone a expediciones de gran exigencia y, debido a las ya realizadas, la nave había acumulado un gran desgaste durante los años. Roberto Ballarini, profesor de ingeniería civil y ambiental y uno de los principales responsables del estudio señala que “la integridad del submarino pudo haber sido comprometida” por esas causas.

El casco del Titan estaba hecho de “un compuesto de fibra de carbono”, un material que “bajo cargas de compresión, las fibras de dichos compuestos son susceptibles al micropandeo y pueden deslaminarse de la matriz que las rodea”, afirma Ballarini.

Es por eso que señalan que las presiones de compresión a las que sometió el casco durante las profundas inmersiones, al final “su rigidez y resistencia habrían disminuido significativamente” con el paso del tiempo hasta provocar la desafortunada implosión que acabó con la vida de sus cinco ocupantes en aquella expedición.

¿Qué es una implosión catastrófica?

Cuando se encontraron los restos del Titan se comprobó que había sufrido una implosión catastrófica por la presión sobre la cabina, que era de un tamaño reducido. La Armada a había confirmado previamente que habían detectado una implosión que no relacionaron con el sumergible. “La implosión habría generado un importante sonido de banda ancha allí abajo que las boyas de sonar habrían captado”, explicó entones el vicealmirante John Mauger.

Una implosión no es lo mismo que una explosión, pues esta se produce cuando un objeto colapsa y se contrae hacia su centro por la acción de fuerzas que pueden ser internas o externas.