La estafa de los jueves: cómo cuidarse del último fraude de Wallapop

Cada vez más personas se sirven de las plataformas de compraventa de segunda mano para comprar y vender objetos. Y con el auge de estas aplicaciones también aumentan los fraudes y estafas más o menos elaborados. De hecho, hoy por hoy el 15% de los delitos que se cometen suceden en Internet. A veces los timadores están tan profesionalizados que resulta muy complicado distinguir entra una compra fiable y una estafa.

Esto ocurre incluso en Wallapop, la plataforma de este sector más asentada en nuestro país, con 15 millones de usuarios activos, y una de las que ofrece más garantías tanto a vendedores como a compradores. En ese sentido, 'El País' revela el caso de un ciberdelincuente cuyo método consiste en suplantar la identidad de comercios serios, bien reseñados en la plataforma, para vender productos tecnológicos que no existen por altas cantidades de dinero.

Esta estafa ha sido expuesta por Guillermo, un usuario de Wallapop, que se interesó por un anuncio destacado de una tarjeta gráfica Nvidia a 1.700 euros. Como experto en la materia, sabía que se trataba del precio mínimo y que de haber costado mucho menos habría sospechado que no era real. Guillermo estaba cenando en un restaurante con su novia un viernes por la noche cuando emprendió la negociación. El vendedor le presionaba para cerrar la gestión lo antes posible y, tras pedirle cierta información y garantías, terminó haciéndole una transferencia instantánea de 1.650 euros. No volvió a saber de la tarjeta gráfica ni, por supuesto, del dinero.

Hacerse pasar por el servicio técnico de Wallapop

¿Qué había pasado? En este caso, el vendedor había suplantado la identidad de una pequeña tienda de la provincia de Bizkaia con más de 200 reseñas positivas y una nota de cinco estrellas. Después había añadido como anzuelo tarjetas gráficas y dispositivos de Apple promocionados con anuncios. Su método es sencillo. Busca tiendas con buenas reseñas y averigua su número de teléfono. Después escribe a esa tienda por WhatsApp haciéndose pasar por el servicio técnico de Wallapop y termina haciéndose con su email y contraseña. En ese momento ya tiene el control de la cuenta.

Incluso siendo usuario experto de Internet y teniendo experiencia en plataformas se puede caer en la estafa. Basta con bajar ligeramente la guardia o estar un poco despistado. El dueño del comercio afectado publicó en un foro de internet el mensaje que le había enviado el estafador: "Hola buenas, somos el soporte técnico de Wallapop, hemos detectado varias denuncias hacia su perfil y debemos verificarlo para que no sea deshabilitado, contacte con nosotros lo antes posible". Algunos detalles como el "hola buenas" o la falta de puntos ya suponen alertas de phising, pero cayó en la trampa y siguió las instrucciones del delincuente.

La importancia del día de la semana

El día de la semana escogido, el jueves, tiene su importancia. El dueño de la tienda denunció ese mismo jueves por la noche el ataque de suplantación tras darse cuenta inmediatamente de su error, pero la respuesta de Wallapop llegó la noche del lunes. El estafador sabía que tenía al menos tres días para conseguir víctimas. De hecho, posteriormente Guillermo buscó otras semanas tarjetas similares y descubrió que el viernes el mismo estafador tenía otras tiendas suplantadas. El defraudador repetía su estrategia a menudo.

Guillermo ha contactado después varias veces con el delincuente para conseguir más datos sobre él y añadirlos a su denuncia a la policía, pero el criminal sabe zafarse bien y cubre muy bien su rastro. 'El País' ha constatado que sigue aparentemente en activo. Los abogados de la víctima han solicitado que la policía rastree todas las cuentas que le dio el estafador, pero el juez no lo ha autorizado de momento. El proceso para atraparle aún va para largo.