{{#section.link.href}}
{{section.link.title}}
{{/section.link.href}}
Metaverso. La palabra se ha vuelto omnipresente. Sabemos que viene del mundo virtual, que colonizará nuestra vida y también que los empresarios pierden la cabeza por él. ¿Qué es exactamente? Nos resultará familiar si recordamos películas como 'Los sustitutos', protagonizada por Bruce Willis en 2009, donde a los hombres se les da la posibilidad de comprar robots que son versiones perfectas de sí mismos. Más atractivos, en mejor forma y capaces de tomar sus vidas mientras ellos se encuentran cómodamente sentados en el sofá. ¿Intrigante?
La definición que dio Facebook el verano pasado, cuando anunció que dedicaría la próxima década a darle vida al metaverso, fue por ese camino: "La cualidad que lo defina será una sensación de presencia, como si estuviéramos allí mismo con otra persona o en otro lugar", escribió su fundador, Mark Zuckerberg. Según sus conjeturas, llegará a mil millones de personas, dará millones de empleos a creadores y desarrolladores y moverá cientos de miles de millones de dólares.
Zuckerberg reconoce que no es algo que vayamos a ver de aquí a unos meses, pero sí advierte de sus posibilidades de negocio. Los analistas de Wall Street confían en que los jóvenes serán el motor clave de este futuro y están convencidos de se aficionarán de forma natural a estas nuevas realidades. Lo cierto es que, de momento, solo el 38% de la generación Z (nacidos entre 1997 y 2012) cree que el metaverso revolucionará su vida cotidiana, según una encuesta de la firma de investigación de mercados The Harris Poll. Y si nos vamos a los mayores de 40 años, el 27% aún no tiene nada claro cómo será.
Para no despistarnos con futurismos, le hemos pedido a Tobias Daniel Kammann, líder del grupo de realidad mixta de edataconsulting.com, que nos ayude a entender el metaverso, qué nos ofrece, qué influencia tendrá en nuestra vida cotidiana o cómo podemos empezar a darle forma.
"El metaverso -responde Kammann- es un término emergente para un espacio digital donde personas de todo el mundo pueden obtener información, reunirse con otros, intercambiar ideas, divertirse y trabajar juntos". Dice que básicamente copia el concepto de Internet, pero no se ve en una pantalla plana, sino que se experimenta con todo el cuerpo.
"Los espacios digitales se pueden ver en 3D y puede usar sus pies para caminar, sus manos para agarrar objetos o simular estrechar la mano de otros". Muchas empresas se centran en las gafas de realidad virtual que sumergen al usuario en un mundo similar a un videojuego con el que interactúa naturalmente.
"Lo que sí que hay son muchos mundos más pequeños que funcionan, pero sin alcanzar la naturaleza madura de un Internet 3D conectado", señala este experto. En su opinión, lo más probable es que el metaverso, como un espacio digital 3D inmersivo, y su popularidad crezcan en los próximos años.
"Primero -añade- existirá en paralelo al internet clásico, pero cada vez más actividades se moverán solo en el metaverso. Algunas experiencias simplemente funcionarán mejor allí".
Pone como ejemplo las reuniones sociales, actividades deportivas, conciertos virtuales y otros eventos laborales y festivos. Nos moveremos hacia un mundo digital híbrido con los beneficios del ser humano y los del entorno virtual.
Kammann asegura que este nuevo paso ayudará drásticamente a mejorar los procesos y ahorrar costes en diferentes campos. Es el caso del diseño de automóviles o la arquitectura. También crecerá la presentación digital de productos, las compras y los bienes raíces virtuales.
"La gente querrá comprar ropa, casas o productos virtuales para su representación en el metaverso. Surgirá un mercado completamente nuevo, sin límites físicos".
Las personas podrán y estarán dispuestas a pasar más tiempo dentro del metaverso, practicando deporte, trabajando o disfrutando de reuniones sociales. "Al tener un mayor significado para la vida de las personas, también estarán interesadas en expresar su individualidad en este espacio digital. Como en la vida real, las personas querrán expresarse con sus acciones, pero también con ropa, automóviles, casas o viajes. Querrán coleccionar objetos o historias como en la vida real", detalla Kammann.
Esa ropa, el arte o los objetos de colección serán una parte normal de nuestra vida digital y habrá una industria completa ganando dinero con su fabricación.
De momento, no existe tecnología suficiente, pero poco a poco iremos viendo cómo se le da forma. Con las posibilidades que plantea Kammann, queda claro que el metaverso no se reduce a Facebook. Son muchas las empresas que están presentando sus planes en el metaverso en sectores tan diversos como el entretenimiento, la educación, la salud, la economía, la arquitectura, el diseño o la creación de espacios.
En estas últimas opciones, el metaverso ha creado ya un amplio imaginario en forma de ciudades, edificios y otros productos que podrían diseñarse sin las limitaciones del mundo físico. Pudo verse recientemente en el festival Madrid Design, organizado por la compañía de diseño y fabricación de espacios de trabajo Actiu.
Gustavo Valbuena, responsable de Innovación y Estrategia Digital de esta firma propone el metaverso como una oportunidad de continuar diseñando "experiencias que mejoran el bienestar de las personas en espacios reales y otros como este nuevo metaverso del que ya nos hacemos preguntas sobre cómo tiene que ser y cómo podemos ayudar a construirlo".
Edgar Martín-Blas, cofundador y director creativo de Virtual Voyagers Academy, desarrollada junto a la Universidad Complutense, aprovechó el evento para explicar cómo ha diseñado su casa en tiempo real junto a un arquitecto con el que ha trabajado online: "He podido recorrer los planos virtualmente y así anticiparme a lo que sería mi casa en un futuro, generando un modelo muy ágil y rápido, que ha permitido a mucha gente trabajar en paralelo".
Incluso en una función tan difícil de trasladar al mundo virtual como es la alimentación, el metaverso propone ya alguna experiencia culinaria. Nos dio una pista la cadena de restaurantes estadounidense Chipotle, que en Halloween abrió un establecimiento virtual para los jugadores de Roblox. Primero disfrutaron de una experiencia digital con temática terrorífica y a continuación recibieron un código de promoción para un burrito gratis que pudieron degustar, ya sí, en el mundo real. Diferentes plataformas están preparando servicios para grandes eventos, como partidos virtuales, donde los espectadores podrán enviar a su avatar a elegir comida virtual alrededor del estadio para después degustarla en el domicilio o incluso conversar sobre la carta de vinos con un sumiller virtual que asesorará sobre el mejor maridaje.
Antes incluso de que este mundo paralelo empiece a expandirse, ha hecho saltar algunas alarmas. El banco central de China ha alertado de los riesgos asociados a al crecimiento del metaverso, las criptomonedas y otras tendencias que, sin la regulación oportuna, se podría utilizar para el lavado de dinero, la evasión de impuestos u otros fines ilícitos.