Dos astronautas veteranos y el 'Halcón Milenario' de Elon Musk: el vuelo espacial más esperado de la década

  • El primer lanzamiento estaba previsto para las 22:33h del miércoles, pero se suspendió por meteorología adversas

  • La NASA no lanzaba a ninguno de sus astronautas desde suelo americano desde el año 2011

  • La Crew Dragon de Space X es la esperanza para no depender más de las naves Soyuz rusas

Nuevo hito en la historia espacial. Space X está a punto de convertirse, este miércoles, en la primera empresa privada que envía astronautas americanos a la Estación Espacial Internacional (ISS). Dentro de la nave, la 'Crew Dragon', viajarán Douglas Hurley (53) y Robert L. Behnken (49), dos veteranos tripulantes que aportarán toda su experiencia para completar con éxito la misión.

Iba a ser a las 22:33 hora peninsular española del miércoles 27, pero no pudo ser. Una tormenta acechaba el lugar del lanzamiento y la dirección de la misión tomó la decisión de posponer el lanzamiento hasta la próxima ventana, que será el sábado 30 a las 21.22h.

A esa hora, los nueve motores del cohete 'Halcón Milenario' (Falcon 9), en homenaje a 'Star Wars', comenzarín a rugir en la plataforma LC 39 del Centro Espacial John F. Kennedy, el mismo lugar desde donde saliera el Saturno V con el Apolo XI camino a la Luna. En el interior de la cápsula, Hurley y Behnken estarán poniendo una piedra más en la construcción de la exploración espacial.

Sin vuelos americanos desde 2011

Una larga travesía en el desierto. Así podría definirse todo este tiempo desde que, el 21 de julio de 2011, aterrizara la misión STS-135 a bordo del Atlantis, el último transbordador espacial norteamericano en uso. A sus mandos, Douglas Harley, el mismo hombre que ahora, nueve años después, volverá a hacer historia.

Desde aquella misión, Estados Unidos se quedó sin vehículos con los que llevar a sus tripulaciones a la ISS, recurriendo de manera constante a los cohetes Soyuz rusos y teniendo así una dependencia espacial que no se había visto ni en la época de la carrera por llegar en primer lugar a la Luna.

Con esta carencia presente, la NASA convocó a empresas punteras del país como Space X y Boeing para la fabricación de una nueva nave que llevara a sus astronautas de nuevo al espacio y a la ISS. En esa carrera, quien ha ganado, por el momento, ha sido Elon Musk y sus cohetes Falcon de Space X.

Un vuelo para validar todo el sistema

El camino para convertirse en ser la primera empresa en llevar astronautas a la ISS no es sencillo ni rápido. La cápsula para llevar tripulantes se presentó al público en 2014.

El 2 de marzo y el 6 de mayo de 2019, Space X lanzó sendas Crew Dragon sin tripulación a la ISS para probar que todo funcionaba bien y un sistema de acople automatizado, sin intervención humana. Entre una y otra, el 20 de abril, una explosión inesperada en uno de los motores de la cápsula hizo temer lo peor para el programa espacial, pero finalmente se solventó con la localización del problema en una tubería mal instalada.

Después de todo este recorrido, el vuelo de este miércoles es el examen final para Space X, la misión con la que tendrán que validar los sistemas de transporte de tripulación, la rampa de lanzamiento, el cohete, la nave o las capacidades operacionales. En definitiva, es el todo o nada, y por eso la importancia de la misión y, como no, el marketing alrededor de ella.

Sin duración fija en el espacio

Tras el despegue, los veteranos astronautas Hurley y Behnken pondrán la Crew Dragon en "modo automático" para que esta se vaya acercando a la ISS. Tardará, en el mejor de los casos, unas 20 horas. Aunque el acople lo pueda hacer en automático, serán los astronautas los que tomarán el mando para hacerlo manual y demostrar las capacidades técnicas de la nave.

Una vez dentro de la ISS, Hurley y Behnken se quedarán trabajando junto con los tres astronautas que ya habitan el módulo espacial. Aunque en un primer momento el vuelo iba a ser de ida y vuelta, la NASA ha decidido que se queden al menos hasta finales de agosto para descargar de trabajo a la tripulación actual.

¿El problema? Cuanto más tarde vuelvan a la Tierra, menos tiempo habrá para implementar el aprendizaje en las nuevas misiones, la primera programada para octubre de 2020 con cuatro nuevos astronautas. Sin embargo, lo importante ahora es que la misión salga bien y hacer una buena campaña de marketing empresarial y político.

Un evento con pompa y boato

El lanzamiento de este miércoles no será uno más. Si todo sale bien, será el comienzo de una nueva era espacial. En la Administración de Trump, en plena y continua campaña electoral, lo saben, y por eso ha anunciado que asistirá al lanzamiento. Además, le están dando al evento el discurso heroico típico de los EE.UU. Como muestras, estas palabras del administrador de la NASA:

"Será la quinta vez en la historia de América en la que lanzamos astronautas americanos en un vehículo nuevo. Lo hicimos con el Mercury, el Gemini, el Apollo, con los transbordadores espaciales y ahora con el Falcon 9 de Space X y la cápsula Crew Dragon", y, después de girarse hacia los veteranos astronautas, concluyó: "Sois lo mejor que América tiene para ofrecer".

Además, el despegue será un show televisivo. Ya sabemos cómo le gustan a Elon Musk estas cosas (recordemos que envió a uno de sus coches a Marte con un muñeco escuchando a David Bowie) y por ello ha preparado todo un espectáculo visual que incluye la llegada de los astronautas al cohete en uno de sus Tesla con puertas en forma de ala.

También veremos un nuevo traje espacial, mucho más dinámico y diferente al que estamos acostumbrados a ver. Son más modernos, más dinámicos, y mucho más cercanos a una película de ciencia ficción que a la realidad. Pero también estarán a prueba y, si funcionan, serán utilizados en nuevas misiones, quien sabe si en la próxima llegada del hombre a la Luna o en la exploración a Marte.