Hace unos años, cuando tocaba cambiar la televisión de casa, mirábamos otras cosas. La novedad eran los plasmas, cuanto más grandes y finos mejor, dejando atrás aquellos televisores anchos y robustos de los que ya casi no queda rastro en los hogares españoles. Pero ahora la cosa ha cambiado, esos televisores alargados, finos y elegantes siguen siendo los favoritos de cualquier comprador, pero se busca más, pues con la llegada de las plataformas digitales y la infinidad de aplicaciones de entretenimiento que existen los televisores también han evolucionado, ofreciendo nuevos servicios, como las Smart TV, a las que poco a poco les sale nueva competencia, entre las que destaca Android TV. Puede parecer un decisión sencilla, pero no lo es. Te desgranamos ambos modelos para ver cuál te conviene más para la futura televisión de tu salón.
Las Smart TV no son nuevas, ya llevan sus años en el mercado. Pero todo sea dicho, en estos años han evolucionado, ofreciendo mayor calidad al usuario en cada modelo nuevo. Una Smart TV no es otra cosa que una televisión inteligente que cuenta con acceso a Internet para que, además de sintonizar los canales generalistas, puedas acceder a diferentes aplicaciones y plataformas de streaming sin problema con solo pulsar unos botones del mando a distancia.
Algunas de las más novedosas cuentan con implementaciones premium que no dejan indiferente a nadie, como poder conectar la televisión a otros dispositivos inteligentes de tu hogar, enviar contenidos desde el móvil para visualizarlos en una pantalla mucho más grande o incluso una cámara para realizar videollamadas.
Una de las peculiaridades de las Smart TV es que su sistema operativo suele ser propio, es decir, cada fabricante tiene el suyo y sus propias compatibilidades con las distintas aplicaciones, lo que podría, en ocasiones, limitar el disfrute y las opciones de tu televisor dependiendo del modelo elegido. Así que antes de optar por esta opción infórmate bien de los servicios que ofrece para que al llegar a casa no te lleves una posible desilusión. Además, si no quieres cambiar de televisión existen dispositivos que se conectan a ella y que la convierte en una verdadera Smart TV sin tener que comprar una nueva.
Las televisiones que cuentan con el sistema operativo de Android también son televisores inteligentes y muchas marcas cuentan con este sistema predeterminado en sus dispositivos en lugar de optar por el suyo propio, como pasa con muchas Smart TV. Uno de sus puntos más interesantes es que en el mando se pueden reconfigurar los accesos directos. Por ejemplo, uno de esos botones suele estar destinado para Netflix, pero existen aplicaciones que te permiten cambiar ese acceso directo por otra plataforma que utilices más.
Y ojo, que si quieres conectarlo con tu móvil para trasladar algunas aplicaciones o servicios premium que estés pagando, al ser Android tendrá que ser con teléfonos que usen ese mismo sistema operativo, por lo que los iPhone no te serán de ayuda. De esta manera, si quieres enviar contenido desde tu móvil Android, podrás hacerlo sin ningún problema. Aún así, al ser de Android, Google se encuentra ampliamente integrado en sus aplicaciones con accesos directos más rápidos para apps como YouTube o integrar el asistente de voz de Google.
Elegir entre una Smart TV convencional o una con el sistema operativo Android puede ser un dilema que no te habían planteado, pero lo cierto es que aunque sus servicios son prácticamente iguales, su forma de funcionar y su sistema operativo cambia. Así, mientras la Smart TV puede ser ideal para una persona, Android TV puede ser la mejor opción para alguien con un teléfono móvil con ese mismo sistema operativo. Todo es cuestión de analizar un poco antes de realizar la compra para llevarte la tele perfecta y disfrutarla al máximo en familia.