Alyssa Milano, de Embrujadas, se recupera de cuatro meses de coronavirus a los 47 años: "No podía respirar"

Poco a poco se va desmontando el mito de que el coronavirus solo afecta de gravedad a los más mayores. La última en comprobarlo ha sido Alyssa Milano, conocida por encarnar a Phoebe Halliwell en la serie 'Embrujadas'. A sus 47 años, la actriz neoyorkina se está recuperando después de haberse contagiado de la enfermedad. Y por lo que ha descrito en redes sociales, parece que el proceso ha sido largo, duro y ha tenido momentos muy delicados que la han puesto en peligro.

En un post que ha compartido en perfil de Instagram, Milano ha relatado todo el proceso de curación, desde los primeros días de infección y sus primeros síntomas hasta el día en que recibió el alta hospitalaria. "Esta era yo el dos de abril después de haber estado enferma durante dos semanas. Nunca había tenido este tipo de enfermedad. Todo me dolía", comienza el texto, cada vez más inquietante según avanza en el relato.

"Pérdida de apetito. Sentía como si un elefante se hubiera sentado en mi pecho. No podía respirar. No podía comer. Perdí cuatro kilos en dos semanas. Estaba confusa. Alto grado de fiebre. Y los dolores de cabeza eran horribles", explica la actriz, que también asegura que básicamente tuvo cada uno de los síntomas del Covid. La experiencia le hizo pensar que estaba a punto de morir, según relata en el texto compartido en redes.

A finales de marzo, Milano se realizó dos tests de Covid en los que dio negativo en ambos. "También me hice un test de anticuerpos de covid (la prueba del pinchazo en el dedo) después de que me fuera sintiendo un poco mejor. Negativo. Después de vivir los últimos cuatro meses con síntomas persistentes como vértigo, anomalías estomacales, periodos irregulares, palpitaciones en el corazón, respiraciones cortas, pérdida de memoria a corto plazo y malestar general, volví a hacerme un test, una extracción de sangre". En él, la actriz dio positivo en anticuerpos de Covid19.

"He tenido Covid19. Solo quiero que sepas que nuestro sistema de pruebas es defectuoso y no sabemos los números reales de contagiados. También quiero que sepas que esta enfermedad no es un engaño. Pensaba que estaba muriendo. Me sentí como si estuviera muriendo. Donaré mi plasma con la esperanza de que podría salvar una vida. Por favor, cuida de ti mismo. Lávate las manos, lleva mascarilla y cumple la distancia social. No quiero que nadie más sienta lo que yo he sentido, concluye la nota"