Hace poco más de un año que Kobe Bryant falleció en un accidente de helicóptero en California y desde entonces ha seguido en la mente de sus amigos y seguidores. Por eso mismo, muchos han querido recordar la mayoría de edad de uno de los momentos más icónicos que el jugador de baloncesto vivió en un partido mientras estaba en activo. En 2003 tuvo lugar el último enfrentamiento deportivo oficial entre Bryant y Michael Jordan. Los Lakers se enfrentaban a los Washington Wizards en la que fue la última temporada de Jordan y que nos dejó una imagen para el recuerdo entre las dos estrellas del balón.
Aquel 28 de marzo de 2003, 18 años hace ya, los Lakers de Kobe Bryant ganaron por 108 puntos frente a los 94 de los Wizards de Jordan. Anécdotas de ese día hay varias, una de las más llamativas fue que Bryant salió a jugar el partido con unas espectaculares Air Jordan VII con los colores representativos de su equipo y se dice que antes de salir a jugar Jordan le dijo que "podrás ponerte esos zapatos, pero nunca vas a poder llenarlos".
Puede que no llenase los zapatos, pero sí el marcador, ya que aquel día Kobe Bryant consiguió anotar 55 puntos para su equipo, que resultó ganador, frente a los 23 anotados por Michael Jordan. Aunque la cantidad de puntos de Bryant parezca un buen juego, que lo es, lo cierto es que es que fue la segunda mejor marca de un jugador frente a un equipo liderado por Jordan, pues el puesto sigue siendo de Dominique Wilkins y sus 57 puntos allá por la década de los 80.
Aunque la despedida podría haber terminado con triunfo para Jordan, cosa que no ocurrió, si dejó una estampa que 18 años después sigue estando presente de cualquier generación que ame el baloncesto. En un momento en el que Kobe Bryant tenía la pelota hubo un cara a cara entre ambos jugadores que acabó con Jordan en el suelo. Tal y como el actor John Cusack ha comentado en alguna ocasión, pues lo presenció desde cerca porque estaba en primera fila, Bryant dijo: "Bien, todo el mundo sabía que no ibas a pasar".
Lejos de cualquier mal rollo entre ambos jugadores, lo cierto es que los dos comenzaron a reírse y Bryant ayudó a Jordan a levantarse del suelo en el que era uno de sus últimos partidos de baloncesto como profesional. Tras ello, los dos demostraron su buen rollo y la competencia sana que había a pesar de pertenecer a equipos rivales. Un ejemplo de compañerismo y admiración entre dos generaciones míticas del baloncesto estadounidense.