Redes sí, pero con supervisión: cómo usar el control parental en Instagram

  • Si como padres creemos que nuestros hijos sí que pueden hacer un buen uso de Instagram deberíamos centrarnos en dos frentes: concienciarles sobre el uso que le dan y configurar correctamente la aplicación.

Instagram es la red social más popular entre los jóvenes, pero también la que se ha mostrado más peligrosa. El incremento de su uso sobre otras redes sociales como Facebook o Snapchat ha potenciado efectos negativos en relación a los comentarios de haters y trolls. La reina del social media juvenil es, de hecho, la red social con más índice de ciberbullying, hecho que no ha pasado desapercibido por los propietarios de la plataforma.

El primer conflicto en esta red social surge en lo relacionado con el control de la edad de los usuarios, limitado en España, teóricamente, a aquellos que superan los 14 años. Algo difícil de supervisar cuando el propio interesado es el responsable de validar tal condición, por lo que la vigilancia como padres es fundamental.

Hay que tener en cuenta, por otro lado, la potencial adicción que puede desencadenar, de por sí, cualquier red social. Si a esto le sumamos la atracción de los niños por los contenidos multimedia, en este caso las fotos, el control parental adquiere aún mayor importancia de cara a establecer límites.

Protección de los niños en Instagram

1. Al crear el perfil, optar por uno privado

Nuestro primer mecanismo de control es aconsejar a los niños que abran un perfil privado. De este modo, este tendrá en su mano la posibilidad de admitir o rechazar a quienes le soliciten entrar en su red, además de asegurar que su visibilidad no estará al alcance de cualquiera.

2. Tener acceso a la cuenta de los niños

A determinadas edades, sobre todo si hablamos de menores de edad, es recomendable que tengamos acceso a la cuenta de nuestro hijo. En vez de imponérselo sin más, sería positivo argumentar los motivos y hacerle saber que así estará más protegido ante cualquier peligro.

3. Controlar los contactos

La comunicación también es importante para concienciarlos sobre el criterio de admisión de nuevos contactos, limitando el acceso únicamente a personas conocidas. Si, por cualquier error, aceptan a alguien que no saben quién es, han de saber cómo bloquearlo. Y, en caso de que se haya producido alguna acción irregular, es vital que nos lo comuniquen para denunciar los hechos a Instagram o, si es preciso, ante las autoridades.

4. Supervisar las fotos que publican

Aunque la inteligencia artificial de esta red social aplica restricciones cuando detecta algún contenido inapropiado, no se caracteriza precisamente por su eficacia. Por tanto, una revisión adicional de las fotografías que van subiendo resulta más que conveniente.

5. Concienciar a nuestro hijo sobre la difusión de información sensible

Facilitar ubicaciones o datos personales es una de las prácticas a evitar. Explicar a los niños las posibles consecuencias negativas que puede acarrear es la mejor medida para evitarlas.

Configuración control parental de Instagram

1. Contraseña. Aunque a estas alturas parezca mentira sí, es necesario remarcar la importancia de las contraseñas. Vemos continuamente cómo los chavales saben cómo se deben crear contraseñas, y normalmente tienen contraseñas robustas, pero olvidan algo esencial: no se deben compartir. De poco vale que creen contraseñas robustas si luego las comparten con sus amigos.

2. Sincronización con otras redes sociales. Otro aspecto a tener en cuenta es la sincronización con otras redes sociales, ya que Instagram nos permite compartir nuestras publicaciones en esta red social con otras como Facebook. Si queremos controlar quiénes pueden ver estas imágenes deberemos configurar correctamente los permisos en las demás redes sociales con las que conectemos Instagram.

3. Etiquetado. En Instagram podemos etiquetar a otras personas, pero también nos pueden etiquetar. Es recomendable activar la opción de solicitar la notificación de estas etiquetas, aunque el problema real no esté en ellas, sino en que se publiquen sin nuestro permiso imágenes en las que aparecemos. De este modo al menos podremos ser conscientes de ello cuando nos etiqueten.

4. Geolocalización. Otra funcionalidad de Instagram es la geolocalización, por lo que al publicar una foto podemos decir dónde estamos. Esta opción es bastante usada por los menores, pero hay que ser consciente del riesgo que puede suponer publicar nuestra ubicación en determinados momentos. Por ello es recomendable no utilizar esta opción.

¿Cómo actuar ante posibles problemas?

A pesar de todas estas precauciones siempre puede darse algún problema. Ante estos inconvenientes es necesario actuar, no dejarlo pasar.

- Diálogo. Es recomendable ponerse en contacto con la persona con la que haya un problema para tratar de resolverlo.

- Reporte. Ante cualquier publicación que consideremos inadecuada, y si no encontramos una solución, podemos marcarlas como tales. De este modo los administradores de la red social podrán actuar.

- Bloqueo de usuarios molestos. En caso de que un usuario les esté molestando pueden bloquearle para que no vuelva a ponerse en contacto con ellos.

Finalmente, y en caso de que la situación sea grave, podemos acudir a la Policía o la Guardia Civil. Hay que recordar que un delito lo es tanto si se produce en la calle como si se produce en internet. En este caso es recomendable no borrar los mensajes, imágenes o vídeos y copiarlos para presentarlos como evidencia.