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No son buenos tiempos para Mark Zuckerberg. A la caída de las acciones de Meta motivada por unos resultados trimestrales que dan a entender que la red social ha llegado a su cenit se le suman ahora las consecuencias de la sentencia judicial que le impide transferir datos personales de los usuarios europeos a su sede en Estados Unidos. Esta medida afectaría decisivamente a su modelo de negocio y por eso ha amenazado con cerrar sus servicios de Facebook e Instagram en los países de la Unión Europea.
La prohibición de transferencia de datos obligaría a Meta a instalar servidores en Europa e implementar nuevas restricciones sobre el intercambio de datos entre regiones. Más allá del coste económico que supondría esto, también complicaría el negocio de la red social. Pero, pese a todo, ¿es creíble la idea de que Facebook e Instagram desaparezcan de Europa? Lo cierto es que la compañía de Zuckerberg perdería mucho dinero y participación en el mercado. Demasiado como para que el cierre sea una posibilidad tangible.
En Europa, Meta tiene 309 millones de usuarios activos diarios y 427 millones de usuarios activos mensuales. Su actividad generó más de 15.000 millones de dólares (más de 13.100 millones de euros) en publicidad solo en el último periodo, lo que significa casi la mitad de la facturación del grupo. Demasiado como para renunciar a ello, incluso si no estuviera sumida en una crisis de negocio y reputacional.
¿Qué puede ocurrir entonces? El consejero delegado y fundador de Meta confía en poder llegar a un nuevo acuerdo con las instituciones comunitarias en 2022 para que la transferencia de datos entre ambas partes vuelva a ser legal, pero el escenario más probable es que Meta finalmente se vea forzado a establecer centros de datos exclusivos en la Unión Europea.
En cualquier caso, más allá del órdago planteado por Zuckerberg, subyace la tensión cada vez más creciente entre las redes sociales y los organismos reguladores en torno a la seguridad y protección de datos del usuario. No es solo Facebook. Otras 'big tech' estadounidenses están presionando para que Europa y EE U logren un nuevo tratado o que la UE adopte un nuevo marco legal que les permita utilizar los acuerdos actuales para la transferencia de datos.
Lo cierto es que en el poco probable caso de que Zuckerberg terminara cumpliendo su amenaza y sacara Facebook e Instagram de Europa, tenemos un buen puñado de alternativas disponibles. Estas son las principales: