Salir del hospital después de semanas y darle una sorpresa a tu marido: "el reencuentro más bonito de la historia"

  • La abuela de Marta fue hospitalizada hace unas semanas, alejada de sus seres queridos

  • Después del alta hospitalaria, decidió acudir a su casa para darle una sorpresa a su marido, que aún dormía

  • La escena ha alcanzado una gran viralidad y muestra lo verdaderamente importante en estos tiempos: la salud y la familia

El amor no entiende de fronteras, razas, sexo... Ni hospitales. En una época tan complicada para todos, marcada por la distancia social, la ocultación del rostro bajo la mascarilla y el aislamiento de las personas mayores, los reencuentros familiares y conyugales han sido la gasolina de muchas personas para salir adelante. Tampoco importa la edad a la hora de dar una sorpresa agradable, que nos dé el empujón suficiente para continuar con nuestra vida en tiempos de pandemia.

Marta, una usuaria de Twitter, ha contado en las últimas horas una de esas historias que nos alegran los días y nos devuelven la esperanza en momentos tan difíciles como los actuales. Su abuela, una mujer de edad avanzada, fue hospitalizada hace unas semanas. Sola, sin poder recibir visitas, superó el motivo de su ingreso, no especificado por su nieta. Una vez recuperó la libertad y volvió a pisar la calle, la mujer acudió a su casa para sorprender a su marido.

Todavía en la cama, con legañas en los ojos, el hombre advierte la presencia de una persona muy especial, a la que ha echado de menos durante el tiempo que han estado separados: su mujer. Al verla, sentada sobre una silla de ruedas, el hombre se lleva una sorpresa mayúscula y se levanta rápidamente en busca del cariño que tanto le ha faltado. Visiblemente emocionados, ambos se funden en un emotivo abrazo.

Cinco días antes, Marta reportó en su cuenta de Twitter que sus abuelos cumplían 66 años casados, aunque todavía en la distancia. Ocho hijos, catorce nietos y siete bisnietos es su legado familiar. Siempre felices, con una sonrisa en la boca y juntos, tuvieron que hacer frente al difícil trago de pasar varias semanas separados, con la incertidumbre de no conocer el estado médico de ella.

Cuenta Marta, al mismo tiempo, que su abuelo recibió la segunda dosis de la vacuna contra la COVID-19 hace unos días, el pasado 18 de marzo. Un respiro para una persona de edad avanzada, especialmente vulnerable ante la enfermedad, que previsiblemente ha pasado este año y el anterior refugiado en casa, aguardando al momento de inmunnizarse y poder recuperar la vida normal.

Puchero familiar, reencuentro conyugal y segunda dosis. Un final perfecto para unas semanas difíciles. La historia de Marta nos muestra que lo verdaderamente importante es la salud y el amor mutuo entre familiares y amigos. A veces hay que contener la preocupación y aguantar hasta que los malos tragos pasen para, una vez más tranquilos, volver a disfrutar como hacíamos antaño.