El rey del 'simpa': la historia del hombre que lleva años atiborrándose en restaurantes sin pagar la cuenta

  • Un hombre de 47 años lleva años acudiendo a restaurantes y yéndose sin pagar la cuenta

  • Los hosteleros de Zaragoza están hartos del modus operandi del hombre, un viejo conocido para la Policía de la ciudad después de repetir la jugada 46 veces

  • "Le dijo al camarero que le pusiera una cerveza mientras llegaba la Policía", cuenta el dueño de un establecimiento

Que hay gente con malas ideas es algo que todos tenemos más que claro, incluso al más santo se le ha pasado alguna maldad por la cabeza en alguna ocasión. Pero la picaresca a veces llega a límites que nunca pensábamos llegar a ver, como en el caso de Antonio Miguel Grimal, un hombre de 47 años que, a priori, puede parecer de lo más normal si no llega a ser porque lleva unos seis años sin pagar una sola cuenta en los restaurantes en los que se sienta a comer ante el asombro de los camareros que le atienden. ¿Cómo es posible? Te explicamos su sorprendente historia.

Lo cierto es que Grimal es ya un gran conocido de la Policía de Zaragoza, pues al parecer acumula un total de 46 detenciones por negarse a pagar la cuenta. Pero la cosa es que no se da a la fuga ni intenta salir huyendo, pues se sienta, come lo que quiere y al llegarle la cuenta asegura que no va a pagar. Si los encargados del establecimiento deciden acudir a las autoridades el hombre los espera tranquilamente sin problema alguno hasta que llegan.

Dentro de ese modus operandi Grimal tiene un punto siempre en mente, que la cuenta no supere los 400 euros, de lo contrario, el Código Penal le atribuiría una pena de prisión de 6 a 19 meses. No obstante, y como ha informado el Heraldo de Aragón, la jugada siempre sale bien y en alguna ocasión ha acabado teniendo breves estancias en la cárcel.

Cada vez que sale de prisión repite la jugada y, cuando tiene que acudir a juicios rápidos, alega que sus únicos ingresos vienen de una pensión no contributiva y, por tanto, no puede hacerse cargo de las multas que le imponen. El País también destaca que en los procedimientos legales los jueces no han apreciado que Grimal necesite algún tipo de atención psicológica, tampoco por parte de los servicios sociales. Vino tinto, arroz negro, tartas de todo tipo, copas de sobremesa, entrecot con patatas... Las comandas de Grimal han sido de todo tipo.

Reincidente durante años

Según el diario aragonés el hombre entró en prisión el pasado 13 de marzo después de comer y haberse ido sin pagar de nueve restaurantes en un solo mes. Esto no suele ser lo habitual debido a que el Tribunal Supremo impide aplicar el agravante de reincidencia en los delitos leves para así evitar penas desproporcionadas.

Ya en 2017 la Fiscalía pidió tres años de cárcel para él, además de una multa de 2.160 euros después de haber cenado con dos amigos y, obviamente, no haber pagado la cuenta, pero al final solo tuvo que pagar una multa de 270 euros y deuda con el restaurante, nada más.

Juanjo Gracia, uno de los propietarios de Espumosos 5M, explicaba a Cadena Ser que cuando Grimal estuvo en su bar "le dijo al camarero que le pusiera una cerveza mientras llegaba la Policía. Es un jeta. Sabe que no se le puede hacer nada. Si ha estado encerrado ha sido por no querer identificarse o no acudir a las comparecencias. El problema de darle publicidad es que ahora aparezcan otros como él".