A estas alturas, ¿quién no conoce a la 'Mona Lisa'? La obra pictórica de Leonardo Da Vinci es tan popular que, además de haberse parodiado, copiado y reproducido en diferentes materiales y formatos hasta la saciedad, sigue despertando cientos y cientos de interrogantes. Ríos de tinta acerca de su sonrisa enigmática o de la carencia de cejas y pestañas. Sin olvidar que también pudo haber estado embarazada cuando el artista italiano la retrató en el primer decenio del siglo XVI. O haber padecido bruxismo, alopecia y Parkinson, según Julio Cruz Hermida, de la Universidad Complutense. Aunque quizás el principal misterio que rodea a esta pintura sea la identidad de la modelo. ¿Y por todo eso esta obra del renacimiento se merece tantas alabanzas? Nuestro experto en arte, Antonio García Villarán, opina que es un cuadro de segunda y desvela el lado más chapucero de Da Vinci. Puedes verlo en el vídeo.
Leonardo di ser Piero da Vinci fue un polímata florentino porque poseía conocimientos ciencias, arte y humanidades. Sus primeros trabajos de importancia fueron creados en Milán al servicio del duque Ludovico Sforza. Luego marchó a Roma, Venecia y Bolonia. Pasó sus últimos años en Francia. 'La última cena', 'El hombre vitruviano' o 'La virgen de las rocas' son otras obras para entender al artista más allá de ‘La Gioconda’.