La otra versión de la muerte de Van Gogh: "No se suicidó, dos chicos le dispararon"
El 27 de julio de 1890 Van Gogh salió a pasear por el campo con una pistola en la mano. Se la puso en el pecho y apretó el gatillo. Murió dos días despues
Pero ¿y si la historia hubiera sido otra? En una de las últimas biografías del pintor holandés se plantea la teoría que asegura que no se suicidó, sino que lo mataron
Antonio García Villarán, tiene todos los detalles. Este experto en arte, que ya ha puesto patas arriba la crítica artística, se estrena en Uppers con 'Vaya cuadro' para desvelar la cara B de las obras de arte más famosas de la historia
Hay figuras en el arte que se hacen imprescindibles. Sin Vincent Van Gogh, por ejemplo, la historia después del impresionismo se hubiese escrito de manera bien distinta. Su genialidad era excelsa, pero también iba ligada a su inestabilidad. El 27 de julio de 1890, cuando nadie lo imaginaba, la depresión que sufría desde hace años le empezó a torturar más de la cuenta. Así que salió al campo a pasear con una pistola en la mano. En cierto momento, se la puso en el pecho y apretó el gatillo. Después de dos días de agonía, murió en brazos de su hermano.
Pero ¿y si la historia fuera otra? En una de las últimas biografías del pintor holandés se plantea una versión de los hechos completamente diferente: Van Gogh no se suicidó, sino que lo mataron. ¿Quién? ¿Cómo? ¿Por qué? ¿Cuándo? Para esas preguntas tiene respuestas Antonio García Villarán. Puedes verlo en el vídeo.
A Van Gogh le marcó el impresionismo, pero le importaron poco sus códigos. Se negó a ser etiquetado en cualquier corriente artística. Su obra iba por otros derroteros. Y en ella influyeron las constantes crisis mentales que sufría. Disparaban su creatividad, pero también le llevaron a cometer atrocidades, como el día en el que se cortó la oreja tras una discusión con el pintor Paul Gaugin. En pleno apogeo de su arte, cuando pintaba más de un cuadro por día, falleció. Pasara lo que realmente pasará, lo que siempre ha estado claro es que sus demonios nunca le abandonaron.