Plano general. Se abren los cielos. De repente suenan trompetas en un perfecto estéreo Dolby Surround y tiembla todo. El Sol luce arriba como hace mucho que no lo veíamos después del largo confinamiento. Y nos inundan las ganas de sentir el calor en la piel, de la cervecita fresca frente al mar, de la textura de la arena bajo nuestros pies, del olor a crema solar… Mmmmm.
Reservamos una hora en la playa sobre la app de turno para poder llegar a nuestra pequeña parcela de arena reservada para nosotros y alejada de los vecinos. Agarramos la sombrilla, la sillita, el diario, el sombrero, la toalla, la crema… las mascarillas y el gel hidroalcohólico. Es la Nueva Playalidad.