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El 18 de agosto Robert Redford, un icono del cine de la segunda mitad del siglo XX y el más guapo de todos los actores de su quinta, con el permiso de Paul Newman, cumplió 87 años junto a su familia en su rancho de Utah, donde se retiró dejando atrás los rodajes sigilosamente tal como fue su deseo. En Uppers hemos querido saber cómo es la vida actual de Robert Redford alejado del cine.
Para Robert Redford, Utah es su paraíso. Al oeste de Estados Unidos se expanden kilómetros y kilómetros de zonas desérticas, con sus características formaciones peladas que el tiempo y la erosión ha ido dando forma, y la cordillera Wasatch, salpicada de lagos como el Gran Lago Salado y enormes bosques frondosos. En este lugar se ubica su rancho donde vive desde que, con 81 años, en 2018, anunció su retirada. Según palabras de Redford: “Llevo haciendo esto desde los 21 años... ya es suficiente. Como actor, ya solo pienso en la jubilación”. Ahora lleva una “existencia plena y feliz”, tal como él mismo la calificó en una entrevista. A sus espaldas, una larga lista de películas de éxito donde se iba adaptando a cada papel como un guante además de producciones propias porque también se dedicó a la dirección.
La primera película de Robert Redford fue War Hunt, de Denis Sanders, pero hasta 1967 no alcanzó el éxito con Descalzos por el parque, que protagonizó junto a Jane Fonda. Fue enlazando un trabajo tras otro y compartiendo cartel con los mejores. Propiedad condenada en 1966 de Sydney Pollack, Dos hombres y un destino en 1969 de George Roy Hill que protagonizó con Paul Newman, El descenso de la muerte de Michael Ritchie o El Valle Del Fugitivo de Abraham Polonsky. Después llegaron Las aventuras de Jeremiah Johnson en 1972 de Sydney Pollack, El candidato en 1972 de Michael Ritchie, Tal como éramos en 1973 de Pollack o El gran Gatsby en 1974 de Jack Clayton. Ese año fue nominado por primera vez en los Premios Oscar por la divertida y buenísima cinta El Golpe en la que volvió a compartir reparto con Paul Newman. En 1976 protagonizó Todos los hombres del presidente de Alan J. Pakula o El jinete eléctrico en 1979 también de Sydney Pollack.
Sin embargo, tuvo que esperar bastante para ser premiado en estos galardones y además no fue por un papel sino por su trabajo como director. En 1981 recibió el Oscar a la mejor dirección por Gente corriente, que también fue premiada con el Oscar a la mejor película. Mucho después, por fin Hollywood le agradeció toda una vida entregada al cine con el Oscar Honorífico en 2001. Antes de ese premio a toda su carrera protagonizó títulos como Brubaker (1980) de Stuart Rosenberg, El mejor (1984) de Barry Levinson, Memorias de África (1985) de Pollack o Peligrosamente juntos (1986).
Como director destacan El río de la vida (1992), Quiz Show (1994), nominada con el Oscar a la mejor película y a mejor director, El hombre que susurraba a los caballos (1998), La conspiración (2010) o Pacto de silencio (2012).
En su residencia de Utah disfruta junto a su esposa, la pintora alemana Sibylle Szaggars, con quien se casó en 2009. El lugar le llena el alma y lo refleja claramente ya que la acción de muchas de sus producciones se desarrolla en los parajes de este vasto territorio. Redford aseguró en un medio estadounidense que “me gustan las montañas, escalar, caminar, escuchar los ríos o el silencio de los bosques, el cielo abierto, el paisaje extenso o la falta de polución. Paraísos tan remotos que puedo mirar y no ver más que cielo y tierra. Lugares donde me siento feliz”.
Sibylle Szaggars es su segunda mujer. La conoció en 1996 en el Festival de Cine de Sundance, un encuentro internacional de la rama independiente del sector que tiene lugar en el poblado de Park City, cerca de Salt Lake City, la capital de Utah. Se celebra anualmente las dos últimas semanas de enero y se inauguró en 1978. Con Redford a la cabeza se pretendía atraer a los estudios y a los distribuidores lejos de los canales habituales de Hollywood. El mismo actor fundó unos años después el Laboratorio de Cineastas y Directores Instituto Sundance para fomentar y apoyar el cine independiente.
De 1958 a 1985 estuvo casado con Lola Van Wagenen, con la que tuvo a sus hijos James, Amy, Shauna y Scott Anthony. Pero en 2020, Redford tuvo que acompañar a su hijo mayor que murió a los 58 debido a un cáncer de hígado. El actor había fundado junto a él una organización sin ánimo de lucro, The Redford Center, que produce documentales para concienciar al público sobre la importancia de la protección del medioambiente, una causa que sigue apoyando y un motivo que le anima a salir de su residencia para ciertos actos benéficos.
Algunas de sus últimas apariciones en el cine fueron un cameo en 2014 en Capitán América: El Soldado de Invierno, en la que representó al agente de alto rango de S.H.I.E.L.D., Alexander Pierce, lo mismo que en Avengers: Endgame, que se estrenó en 2019. Con ese papel puso fin a su larga carrera porque según reconoció los rodajes ya no le hacían tan feliz. Así dejó el cine, sin anunciarlo, porque no quería que su retiro se convirtiera en noticia. “Cuando pase, lo haré en silencio, no hablaré del tema, pienso que suscita una atención equivocada”, comentó en una entrevista.
Es lógica su intención ya que durante su carrera defendió el cine independiente e intentaba no prodigarse junto a ese “mundo más superficial de Hollywood”. Aprovechando que cumple años, si echa la vista atrás, verá a un atrevido chaval que incluso con 20 años estuvo viviendo en París intentando salir adelante como pintor, en esa época bohemia donde todo parecía posible.
Charles Robert Redford Jr. nació en 1937 en Santa Monica, California. Su madre murió cuando él era muy joven. Consiguió una beca deportiva en la Universidad de Colorado para estudiar Arte, pero no consiguió mantenerla. Después se marchó a Europa, donde malvivió como pintor en España, en Italia y en Francia hasta que se le acabó el poco dinero que había ido ganando como pintor. A su vuelta decidió cambiar de rumbo y dedicarse al cine, para lo que se matriculó en Interpretación en la American Academy of Dramatic Arts de Nueva York. En esta época conoció a su primera mujer Lola Van Wagenen. Sus primeros papeles fueron en series de televisión y en obras de teatro como Tall Story, con la que debutó en Broadway en 1959, o la misma Descalzos por el parque, que después se llevó a la gran pantalla y la que supuso el punto de partida de una carrera cinematográfica imparable.