Pierce Brosnan ha sido citado para comparecer el próximo enero en un juzgado de Wyoming tras haber sido acusado de pasear por zonas en las que está prohibido de Yellowstone al entrar en áreas termales protegidas del parque nacional estadounidense. El expediente penal que se ha presentado esta misma semana en un Tribunal de Distrito de Wyoming le imputa por haber “violado los cierres y límites” y por haber entrado a pie “en áreas termales dentro del cañón de Yellowstone cerradas al senderismo”. ¿A qué se enfrenta el actor en el juicio?
Son varios los medios estadounidenses que ban tenido acceso a los documentos del juzgado en los que se asegura que el actor de ‘Mamma Mia!’ entró en zonas protegidas y vetadas a los senderistas el pasado 1 de noviembre.
Brosnan estaba entonces en Wyoming porque estuvo rodando ‘The Unholy Trinity’ y, según el Daily Mail, durante una excursión el intérprete se salió de los senderos del parque nacional para tener una mejor vista de las aguas termales en Mammoth Terraces. Unas mejores vistas del lugar que pueden salirle caras al actor.
Al parecer, incumplir las normas que se ha saltado Pierce Brosnan conlleva condenas de diferentes niveles, pues puede ser una multa de hasta 5.000 dólares e incluso seis meses de prisión o la prohibición de volver a acceder al parque nacional durante varios años. Por el momento ni el actor ni sus representantes se han pronunciado, aunque algunos medios destacan que las normas están claras porque las características termales de Yellowstone se han cobrado la vida de más de 20 personas desde 1890.
El actor estuvo en una zona popular por los colores y la actividad de sus aguas, que pueden llegar a alcanzar más de 160 grados. Por eso mismo desde la misma web del parque, y allí mismo, se explica que hay que seguir una serie de normas, como la prohibición de nadar, sumergirse o bañarse en aguas que sean plenamente de origen termal o la de permanecer siempre en los senderos que están correctamente señalizados.
Esto se debe principalmente a que las piscinas pueden llegar a ser lo suficientemente ácidas como para llegar a quemar las botas de los senderistas. Unas normas que pretenden salvaguardar la seguridad de los visitantes y también las peculiaridades naturales del parque, uno de los más visitados de todo Estados Unidos desde que fue descubierto.