Las anécdotas increíbles de Lola Flores, Carmen Sevilla y Sara Montiel en Italia: "Tuvo sus más y sus menos con Sophia Loren"
La especialista en copla Lidia García explora las andanzas de las tres divas cañís más populares en tierras italianas
En 'Tarantela sevillana' se documenta cómo nuestras folclóricas brillaron más allá de nuestras fronteras y de las restricciones del régimen franquista
Lidia García, la millenial que sabe todo sobre las folclóricas de otro tiempo: "Admiro su tronío"
Pese a los muchos estereotipos y clichés peyorativos que recaen sobre ellas, las folclóricas de los años 50 y 60 no solo fueron las primeras estrellas que brillaron en el incipiente star system español, sino que demolieron muchas de las represiones físicas y morales que aprisionaban a la mujer durante la dictadura franquista. Estas divas cañís superaron sus humildes orígenes para viajar por todo el mundo y despertar pasiones más allá del reino de la peineta y las castañuelas.
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"Fueron mucho más de lo que a menudo recordamos de ellas", subraya la especialista en copla Lidia García García, autora de ese referente reivindicativo de todo un legado sentimental que es el pódcast y libro '¡Ay, campaneras!'. Ese interés por la faceta internacional de algunas de esas artistas tan nuestras, tan de todos, es lo que le ha llevado a escribir ahora 'Tarantela Sevillana' (Somos B), una exploración muy documentada de las aventuras de Lola Flores, Carmen Sevilla y Sara Montiel en Italia, que también surtirá la base de la cuarta temporada de su afamado pódcast.
Lidia se tomó muy en serio la empresa. Solicitó la beca de investigación de la Real Academia de España en Roma y eso le permitió visitar archivos y hemerotecas italianos como el Instituto Luce, el Archivo Histórico de la Bienal de Venecia o el archivo del Museo Nacional del Cine de Turín. Lugares en los que recopiló un ingente material de archivo, información, fotografías y anécdotas sobre las tres divas en tierras transalpinas. De fondo, una idea: "esa relación con Italia nos dice mucho sobre aspectos de sus trayectorias no tan conocidos".
¿Cómo encajaban nuestras divas cañís en el sofisticado star system italiano?
Cada una ocupaba un lugar diferente: Sara era una gran estrella que ya había brillado en Hollywood y que protagonizó un buen puñado de coproducciones junto a galanes italianos como Raf Vallone, Antonio Cifariello o Giancarlo del Duca; Carmen llegó a relevar a Gina Lollobrigida y Sophia Loren en una de las sagas más exitosas del cine italiano de la mano de Vittorio de Sica, y Lola Flores -a la que se brindaron menos oportunidades en el cine- siempre estuvo vinculada a su faceta más cañí.
¿Cómo percibían en Italia la racialidad de Lola?
En las crónicas de la prensa italiana sobre Lola Flores se percibe una constante fascinación por su belleza morena, su temperamento y sus dotes para el baile. También son constantes las alusiones raciales: por ejemplo, el histórico periódico Corriere della Sera se hacía eco de su fallecimiento con el titular «Morta Lola Flores, stella gitana» («Ha muerto Lola Flores, estrella gitana».
¿De verdad quería ser la Magnani española?
¡Desde luego! Ella misma lo dijo en cantidad de ocasiones que recojo en el libro…e incluso protagonizó algún intento, desgraciadamente fallido, de emular el neorrealismo italiano…es una pena que apenas se le dieran los papeles dramáticos que tanto pidió. Como decía Terenci Moix, nunca sabremos qué habría conseguido sacarle a Lola Flores un director como Visconti…
Cuéntanos la historia de su fotografía junto al ‘Pescaílla’ en la playa del Lido en 1957
Esa fotografía es fascinante: Lola y Antonio derrochan su arte flamenco en la playa del Lido, frente al famoso hotel Excelsior donde se alojaban todas las estrellas del celuloide internacional. En ese mismo viaje por Italia Lola descubrió que estaba embarazada de su primera hija, la maravillosa Lolita, y a la vuelta se casaron.
¿Cómo fue la relación de Lola con Orson Welles?
Tenían algunos amigos en común, como el torero Antonio Ordóñez, que llegó a ser padrino del bautizo del hijo de Lola y tan íntimo del director de 'Ciudadano Kane' que las cenizas del estadounidense reposan en una finca suya cercana a Ronda (Málaga). ¡Seguro que a Orson y Lola no les faltó tema de conversación cuando coincidieron en el Festival de Venecia de 1951 dejándonos algunas instantáneas tan alucinantes como la de Antonio y Lola bailando en la playa del Lido!
La anécdota que a tu juicio mejor refleje el paso de la Faraona por Italia
La revolución que armó cantando y bailando en la fiesta organizada por la delegación española en pleno Festival de Venecia en 1957…lo que dicen las crónicas de la prensa italiana de ella, que por supuesto recojo en el libro, es para enmarcar. ¡Les dejó alucinados!
¿Qué podía tener en común Carmen Sevilla con Sophia Loren y Gina Lollobrigida?
Carmen era, como ellas, bellísima y muy carismática…no resulta extraño que acabara relevándolas con su participación en 'Pan, amor y Andalucía' junto a Vittorio de Sica. La prensa italiana de la época le dedicó infinidad de reportajes e incluso portadas que recojo en el libro y la llamó “La bella dell’Andalusia”.
Titulas uno de los capítulos del libro así: “Vittorio de Sica estaba empeñao en verme todo”. ¿Cómo fue esa relación con el cineasta?
La manera en que Carmen hablaba de ello desde luego nos invita a reflexionar. En sus memorias, escritas por Carlos Herrera, dijo: “Vittorio de Sica era divino, a mí me enseñó mucho. Me tocaba el culito y decía: «¡Caramela, Caramela…! (…) A pesar de todo, era muy respetuoso”.
¿Cómo llevó que una de sus películas italianas, ‘Europa de noche’, fuese censurada en España?
En esta película -un paseo por la vida nocturna de varias ciudades europeas- aparecían vedettes ligeras de ropa, strippers y una artista trans (la divina Coccinelle): eso fue lo que motivó la censura. Aunque la intervención de Carmen Sevilla -un baile pretendidamente improvisado en el Corral de la Morería- era de lo más comedida, resulta sorprendente que la niña bonita del cine comercial de la España franquista se embarcara en algo así.
Ella echó balones fuera diciendo que “era la única decente de la película” porque solo enseñaba (palabras suyas) “las piernas y el culito”. No afectó en absoluto a su carrera, pero esta experiencia italiana (el director era Alessandro Blasetti) es muy reveladora para explorar otras facetas de la Sevilla que no son las primeras que se nos vienen a la cabeza cuando pensamos en ella.
¿Es verdad que hizo reír a mandíbula batiente a Franco?
¡Y tanto que es verdad! En una de las pocas fotos en que el dictador sonríe, lo hace porque Carmen Sevilla le está contando las vicisitudes del rodaje de una película precisamente italoespañola, 'Los amantes del desierto'…y no me extraña porque ahí pasó de todo: estrellas desalojadas de un hotel en Roma, una productora italiana que estafa a su socio español (Benito Perojo) y hasta una guerra de por medio… La historia de esta producción es más que alucinante y, la verdad, bastante graciosa.
La anécdota que a tu juicio mejor refleje el paso de Carmen por Italia
No es una anécdota en sí, pero me quedo con las imágenes de Carmen llegando al aeropuerto de Ciampino a finales de los años cincuenta y siendo recibida como la gran estrella internacional que era…¡glamour cañí en estado puro!
¿Hubo verdadera rivalidad entre Carmen Sevilla y Sara Montiel?
Hubo tensiones, reconocidas por la propia Carmen, cuando le dieron a la Montiel un papel que iba a ser para ella: nada menos que el de 'La Violetera', una coproducción con Italia que allí se estrenó con el título de 'La bella fioraria di Madrid'. Hasta la prensa italiana, que hasta entonces hablaba de Carmen como “la più famosa attrice del cinema Spagnolo” (“la actriz más famosa del cine español”) empezó a darle ese título a Sara después de su exitazo con 'El último cuplé', 'La violetera' y las películas que les siguieron… ¡como para no mosquearse!
¿Cómo se veía a Sara Montiel en Italia?
Como lo que era: toda una estrella internacional. El público y la prensa italiana estaban fascinados por su belleza y su sofisticación. Leyendo las crónicas resulta evidente que causaba furor allá donde iba, también en Italia.
Cuéntanos la anécdota del vestido inspirado en Goya que Sara llevó en el Festival de Venecia de 1958
Uy, aquello fue increíble. Sara fue ese año al festival como acompañante de su por aquel entonces marido Anthony Mann, que inauguraba la Mostra con su película 'Pequeña tierra de Dios'. Pero la Montiel estaba teniendo tal éxito internacional con 'La violetera' que la productora estadounidense temía que fuera a opacar la proyección y le sugirió a Mann que prohibiera a su mujer acompañarle al evento. Sara se quedó en el hotel, pero en el último momento decidió que a ella nadie iba a prohibirle nada: se puso un vestido impresionante de inspiración goyesca y una mantilla y se plantó en la inauguración dejando a todo el mundo pasmado…¡y efectivamente siendo el centro de todas las miradas! Las fotografías y la prensa que recogió el momentazo no tienen desperdicio.
De hecho, el generoso escote que lucía con aquel vestido fue cuidadosamente borrado en las fotografías publicadas por la revista española 'Primer plano'. ¿Fue Sara Montiel el mayor quebradero de cabeza de la censura patria?
La sensualidad de Sara, su carácter trasgresor y el difícil encaje de su vida personal con lo que el nacionalcatolicismo esperaba de una mujer la pusieron siempre en el punto de mira de la censura. En el libro recojo numerosos expedientes de censores absolutamente escandalizados con sus películas, a día de hoy resultan fascinantes de leer.
¿Cómo se llevaba con Sophia Loren?
Tuvieron sus más y sus menos, pero Sara siempre dijo que ella misma le recomendó a Mann que le diera a Loren el papel doña Jimena en la película 'El Cid'.
¿Cómo fue lo de casarse en Roma con José Vicente Ramírez Olalla?
Esta boda resulta interesantísima porque después de evitar que se celebrara en España (Sara estaba divorciada de su matrimonio por lo civil con Mann), el franquismo mandó al mismísimo NODO a cubrirla y al abad del Valle de los Caídos a oficiarla a la Iglesia de Montserrat de Roma. Luego los recibió el Papa y todo.
Yo entiendo esta boda como una especie de intento de “redención”: Sara Montiel tenía mucha presión por ajustar su imagen pública a cierta idea de respetabilidad y aquella boda por la iglesia con un “buen chico” español podía hacerle por fin encajar. Pero, afortunadamente, salió mal y Sara Montiel siguió rompiendo todos los moldes.
La anécdota que a tu juicio mejor refleje el paso de Sara por Italia
No puedo evitarlo: me pierde la historia de su rebeldía en el Festival de Venecia, presentándose en la inauguración y atrapando todas las miradas aunque le habían dicho que no lo hiciera. Saramontielismo en estado puro.