A finales de este año hará 34 años desde que llegó a los cines españoles La Princesa Prometida (1987), una de las películas más emblemáticas de los 80 protagonizada por Cary Elwes y Robin Wright. El largometraje es uno de esos que tiene una dosis de todo, acción, aventuras o humor, pero tras lo que se esconde un drama romántico de época. Aunque no fue un gran éxito en su estreno, el tiempo la ha ido convirtiendo en la película de culto que es hoy, un transcurso que nos ha dejado más de una curiosidad.
Cuando se cumplió el 20º aniversario de su estreno se lanzó una de esas ediciones limitadas hechas para coleccionista o fans incondicionales que hoy, de segunda mano, valen unos cuantos billetes. Bien, lo más curioso que tiene esa portada es que se ve a la pareja protagonista en dos versiones, una representa el romanticismo y la otra la parte más aventurera de la historia, con el título en inglés en medio.
¿Dónde está lo que la hace especial? Si el cartel se gira y se lee al revés puedes ver el título de la historia escrito en cualquiera de las dos posiciones. Sí, es uno de esos carteles que se leen igual si les das la vuelta, todo un detalle para aquellos que en su día se hicieron con tan ansiada pieza de coleccionista sobre la película basada en el libro homónimo de 1973.
Ha sido una usuaria de Twitter la que ha reavivado la llama de este cartel de La Princesa Prometida recibiendo cientos de comentarios de fans del largometraje. Entre los que le daban la vuelta al móvil para ver si era cierto, otro usuario ha comentado que "esto que mola tanto se llama ambigrama", es decir, que una palabra o frase está escrita o dibujada de tal forma que admite al menos dos lecturas diferentes.
Pero ojo que ya que hablamos de curiosidades de La Princesa Prometida te traemos otras tantas, por ejemplo, que la protagonista pudo no haber sido Robin Wright, pues otras tantas hicieron la prueba para el papel, entre ellas Courteney Cox o Uma Thurman, aunque el autor de la novela dijo en su día que escribió el personaje pensando en Carrie Fisher. Otro vaivén de actores fue el del personaje de Vizzini, el director quería a Danny DeVito, pero no aceptó y por eso cayó en manos de Wallace Shawn.
Y por supuesto, como no recordar una de las frases más memorables del cine de los 80, aquel "Hola, me llamo Íñigo Montoya, tú mataste a mi padre. Prepárate para morir", uno de los diálogos más famosos de la gran pantalla que aún muchos recuerdan a la perfección.