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Durante el confinamiento no ha faltado el entretenimiento on line. Pero por muy grande que sea nuestro monitor o nuestra tele, la gran pantalla se echa de menos. En algunos países de Europa, sien embargo, no han vinculado confinamiento y cine gracias a los autocines. En Lituania el autocine ya es una alternativa a las salas cerradas y han llegado a utilizar un aeropuerto como alternativa. En Alemania, son el el lugar para disfrutar desde ya de grandes taquillazos e, incluso, de raves con famosos DJs. Volviendo a nuestro país, ¿qué papel pueden desempeñar para el negocio del cine en la post-pandemia?
Durante la cuarentena teatros, festivales, concierto y salas de cine han tenido que cerrar por su condición de evento multitudiario. Esta misma condición hace que su vuelta sea complicada, aunque algunas incógnitas empiezan a despejarse.
Según informa en su web el Ministerio de Cultura y Deportes, cines, teatros, auditorios y espacios similares podrán abrir en la segunda fase de desescalada, que comienza en torno al 25 de mayo. Las condiciones de apertura estipulan que hay que las butacas siempre tienen que comprarse de manera anticipada, con una limitación de aforo de hasta el 30%, lo que reduce drásticamente la recaudación y, por tanto, la rentabilidad del negocio. En la tercera fase (a partir del 8 de junio), el aforo podría aumentar al 50% de capacidad, una medida que puede aliviar las pérdidas, pero que es insuficiente.
En este escenario, los autocines pueden ser la salvación de la industria tras la crisis del coronavirus. A su favor: pueden cumplir fácilmente las normas de distanciamiento social, ya que los espectadores no saldrían de su coche ni tendrían contacto con nadie. Por esta razón en Alemania, por ejemplo, no han cerrado durante el confinamiento, a diferencia de las salas tradicionales. Si su principal inconveniente es que aún no se dispone de películas de estreno (las grandes productoras no ven factible estrenar nuevas películas hasta septiembre), lo ha solventado programando títulos de éxito 'de librería'. Por poner solo un ejemplo, el autocine Essen proyectó la primera semana de abril 'Manta Manta', una comedia alemana de 1991 que vendió los 500 tickets disponibles.
El mismo concepto reposa en la propuesta del Autocine RACE, ubicado en las afueras de Madrid. Pese a las incertidumbres, este cine ya está vendiendo en su página web las entradas para ver ‘Grease’, la película que, según indican los responsables del cine, más piden los clientes. No será una apertura ‘normal’ porque todas las medidas de higiene y seguridad serán extremas. Si te planteas ir a este autocine, te encontrarás con este escenario:
Además del autocine Race, en España existen otros cuatro autocines: el Getxo (Bilbao), Gijón (Asturias), el Drive In (Denia) y el Star (Valencia). Todos ellos han interrumpido su actividad, pero preparan su vuelta con ganas. Javier Castaños, uno de los responsables del autocine Getxo, está en plenos preparativos: "estamos pensando en los títulos de la primera semana de apertura. Tenemos claro que será una película para todos los públicos. Después, veremos lo que nos ofrecen los exhibidores. No hay estrenos y dependemos de lo que ya se ha estrenado. Personalmente, apuesto por los clásicos".
En este autocine también van a incrementarse las medidas de seguridad. "Vamos a reducir el aforo para que haya mayor distancia entre los coches y haremos que los camareros entreguen los pedidos en los coches para que no haya movimiento en la terraza del cine", explica este empresario que ve, como derivada de la pandemia, una oportunidad para ampliar su oferta. "No descartamos ofrecer conciertos u otro tipo de eventos. Un autocine al final es un espectáculo al aire libre y podemos aprovechar todo ese potencial".