Nos ha dejado el gran Ennio Morricone, artífice de grandes bandas sonoras de películas como Cinema Paradiso o Kill Bill vol.2, a la edad de 91 años. Considerado como uno de los grandes compositores del siglo XX, murió en Roma tan solo un mes después de haber sido galardonado con el premio Princesa de Asturias. Ahora solo queda su legado, presente en más de 500 obras de cine y televisión. Y la carta que escribió antes de morir, en la que deja unas palabras para las personas qué más significaron para él, entre ellas Maria Travia, su gran amor, y varios de sus amigos más cercanos.
La carta fue leída por el abogado y amigo de Morricone, Giorgio Assuma, a las puertas de la clínica del Campus Bio-Médico de Roma y delante de una nube de periodistas y fotógrafos, congregados ante el inminente fallecimiento del compositor. "Yo, Ennio Morricone, he muerto", comienza la emotiva misiva de despedida, recogida por el diario italiano 'Corriere della Sera'. "Lo anuncio así a esos amigos que me fueron siempre cercanos, así como también a aquellos que están lejos, me despido con un gran afecto".
Una sucesión de agradecimientos sigue en la carta, entre los que se encuentran 'Pepuccio' (Giussepe Tornatore, con el que trabajó en más de 10 obras cinematográficas, incluyendo 'Cinema Paradiso') y 'Roberta', esposa de Tornatore, dos "amigos fraternales que han estado muy presentes en estos últimos años".
"Hay solo una razón que me empuje a despedirme de este modo y a tener un funeral privado: no quiero molestar", continúa la carta. En ella, Morricone se despide de varios familiares y de su esposa, Maria Travia, por su "amor extraordinario" que les ha mantenido juntos. "A ella renuevo el amor extraordinario que nos ha mantenido juntos y que lamento abandonar", escribió, agregando que para ella es su "más doloroso adiós".
Genio sin paliativos, fue el compositor principal de infinidad de obras de cine y televisión, con una variedad de estilos que denota la altura de sus trabajos. Fue el hombre que inventó el sonido del western, pero también puso su música a largometrajes como 'Los Intocables de Elliot Ness', 'Malditos Bastardos', 'El Clan de los irlandeses' o clásicos como 'Saló o los 120 días de Sodoma', de Pier Paolo Pasolini.
En 2006 recibió un Oscar honorífico a toda su carrera, en el año que se cumplían dos décadas de su película 'La Misión', una "obra perfecta" por la que no recibió el máximo galardón al que un compositor puede optar en el mundo del cine. Diez años después, tras su magnífico trabajo en 'Los odiosos ocho', Morricone ganó el Oscar a Mejor Banda Sonora. De los seis a los que fue candidato, solo ganó uno (además del honorífico).
Morricone se erigió como una figura indispensable en la música del cine del siglo XX. Cómo olvidar la banda sonora de 'El bueno, el feo y el malo', o de 'Operación Ogro', el film hispano-italiano que contó el asesinato de Carrero Blanco en 1979. Una carrera que solo la edad pudo frenar. El compositor dejó el mundo con dignidad, dejando la tierra con gran lucidez.