La historia de amor de Isabella Rossellini y David Lynch: "Nos toca ser viejos, pero por dentro nos siento como con 20"

  • David Lynch acaba de cumplir 75 años y su expareja, Isabella Rossellini, le ha felicitado cariñosamente en Instagram

  • Ambos venían de dos matrimonios y el primer contacto lo tuvieron en el casting del largometraje 'Terciopelo azul'

  • Tras cinco años de noviazgo todo acabó como empezó, con una infidelidad de Lynch

Ayer era uno de esos días de celebración hollywoodiense ante el cumpleaños de uno de los grandes cineastas de la industria. David Lynch acaba de cumplir 75 años con grandes nominaciones a premios a sus espaldas, un Oscar honorífico en 2019, y títulos tan importantes para la historia de la industria audiovisual como 'Twin Peaks', 'Dune', pero la de 1984, 'Mulholland Drive' o 'Terciopelo azul'. Precisamente en este último título surgió la chispa del amor con Isabella Rossellini, una relación que duró unos años hasta que le pusieron fin, lo que no quita que el buen rollo siga entre ellos, ya que la actriz ha hecho una de las felicitaciones más especiales al cineasta.

"Feliz cumpleaños, querido David. Ahora es nuestro turno para ser viejos, pero por dentro nos siento igual que cuando teníamos 20, ¿o no?". Con este texto la actriz felicitaba al que fue su amor durante los últimos años de la década de los 80, acompañándolo de una fotografía actual de ambos, dando muestra de la buena relación que existe entre ambos pese al paso del tiempo. No obstante, ¿recuerdas cómo se fraguó su relación?

Isabella Rossellini y sus dos matrimonios

Para conocer cómo se conocieron hay que empezar por el principio. En septiembre de 1979 Isabella Rossellini pasaba por el altar y se casaba con Martin Scorsese. Aunque a ella la conocemos por su faceta de actriz, es hija de otras dos grandes personalidades del cine, Roberto Rossellini e Ingrid Bergman, fue cuando ejercía de periodista el momento en el que Scorsese se cruzó en su camino. Pero el matrimonio apenas duró unos años hasta que se separaron.

Ella acababa de fichar por la firma Lancôme como modelo y se había quedado embarazada de Jon Wiedemann, otro modelo, aún estando casada con Scorsese en 1982. "Sorprendió a mucha gente, pero no a nosotros tres. Me divorcié de Martin y me casé con Jonathan, todo durante la misma media hora en Santo Domingo en el 83", contó ella. Este matrimonio tampoco se extendió demasiado, ya que desencadenó en divorcio justo en 1986, cuando David Lynch aparecía en la vida de la modelo y actriz.

Lynch, el cineasta infiel

El cineasta también venía de dos matrimonios anteriores, y con fama de infiel. Mary Risk, su segunda esposa, ha contado que se dio cuenta de ello en una visita al rodaje de 'Dune' durante una fiesta del equipo donde su marido siempre estaba rodeado de mujeres. Lynch y Rossellini se conocieron durante el casting para 'Terciopelo azul'. Risk también fue consciente de esta infidelidad, "intentamos solucionarlo. David pasó las navidades conmigo y Año Nuevo con Isabella. Teníamos una relación abierta y le dije a David que podíamos seguir casados y vivir libremente. Pero no pude". Y así surgió el romance entre Lynch y Rossellini.

Fue durante la fase de casting cuando el director se acercó a ella para decirle que se parecía a la hija de Ingrid Bergman, teniendo que disculparse ante ella cuando un amigo le confirmó que no es que tuviesen cierto parecido, es que era su hija. Finalmente, la actriz consiguió el papel, siendo la primera escena del rodaje la violación a su personaje por parte del que interpretaba Dennis Hopper, y se dice que Lynch no paró de reírse durante toda la grabación de la toma.

Una relación que acabó como empezó

A partir de ahí la pareja mantuvo viva la llama durante cinco años. En declaraciones de la actriz a una biografía del cineasta reconoce que se enamoró completamente pero que "pensándolo bien tuvo que ser muy duro para Mary". La pareja se convirtió en una de las más aclamadas del famoseo hollywoodiense, también en Europa, donde Rossellini introdujo a Lynch en círculos hasta el momento inalcanzables para él.

Pero esos años de ensueño acabaron igual que empezaron, con una película del director. Tras 'Terciopelo azul' David Lynch presentaba 'Corazón salvaje', donde parte del equipo de la primera repitió sus labores en la segunda, entre ellos Mary Sweeney, asistente del montador, de la que el director se enamoró. Una historia que se repitió y que la actriz no tuvo pudor en confirmar.

"Cuando ya estábamos en Cannes para la presentación de 'Corazón salvaje' fuimos a recogerla al aeropuerto y le pregunté: '¿Mary viene?' Y me contestó: 'Sí, ha trabajado muy duro'. En ese momento pensé que era muy amable por invitar a la ayudante del montador. No supe ver lo que pasaba".

Tras la ruptura Rossellini confesó a un medio alemán que tuvo que acudir a terapia. "David fue el amor de mi vida y creí que me amaba de la misma manera. Parece que fue un error porque me dejó por otra". En ese momento asegura que comenzó a ir a terapia, "pero lo que más me ayudó fue el paso del tiempo. Cuando murieron mis padres había vivido la experiencia de que solo el tiempo cuera el dolor".

La reacción de Scorsese

Pero algo destacable es que la actriz, al enterarse de la ruptura, llamó a su ex, Martin Scorsese. "Cuando David me dejó me rompió del todo el corazón. Incluso me sorprendió lo mucho que me deprimí y se me ocurrió que seguramente a Martin le gustaría saberlo. 'Martin, David me ha dejado', le dije por teléfono. 'Lo sabía', contestó para mi sorpresa".

En aquellos momentos la noticia aún no había llegado a las redacciones de los medios de comunicación, ella no se lo había contado a nadie y aún estaba sorprendida por lo que había ocurrido. Rossellini relató que su exmarido le comentó que durante el Festival de Cannes los vio por la televisión y cuando Lynch ganó la Palma de Oro besó a su pareja ante las cámaras. "Siempre habéis sido muy discretos con vuestra relación. No ha habido fotos, ninguna declaración. Si David eligió mostrar su amor por ti delante de la prensa después de estar cinco años juntos obviamente tenía algo que ocultar", le dijo Scorsese en aquella conversación telefónica.