Paul Newman y Joanne Woodward: el matrimonio idílico de Hollywood que se inició con un adulterio

  • Paul Newman y Joanne Woodward son dos de los actores más prestigiosos de la historia, y también una de las parejas más idealizadas

  • Los intérpretes, que se casaron en 1958, vivieron juntos durante 50 años, hasta la muerte del actor

  • Antes de Joanne, sin embargo, hubo otra mujer en la vida de Paul: Jackie Witter, con quien estaba casado cuando conoció a Joanne

¿Para qué vas a comerte una hamburguesa fuera si tienes un solomillo en casa? Con esta extraña analogía, Paul Newman, el icónico actor de películas como ‘El color del dinero’, ‘La gata sobre el tejado de zinc’, ‘La leyenda del indomable’ o ‘El Golpe’ y uno de los mejores intérpretes de la historia, describió el éxito de su matrimonio con la también actriz Joanne Woodward, ganadora del Óscar a mejor actriz por ‘Las tres caras de Eva’ e intérprete de ‘Rachel, Rachel’ o ‘Esperando a Mr. Bridge’.

La relación de Newman y Woodward ha pasado a la historia como una de las más románticas, estables e idílicas de Hollywood. No en vano, los intérpretes pasaron 50 años de su vida juntos, y solo la muerte de Newman, en 2008, los separó. En cierto sentido, podría decirse que fueron almas gemelas, personas destinadas a encontrarse y a pasar el resto de su vida juntos, pero detrás de este longevo romance se encuentra un principio mucho menos principesco.

Newman y Woodward se conocieron en un caluroso día de verano de 1954, durante una representación de la obra 'Picnic'. En ese primer encuentro, Woodward pensó que Newman parecía un modelo de un anuncio de helados, y que resultaba tan guapo que era incluso desagradable. Paul, en cambio, vio en Woodward un aire moderno e independiente que le llamó la atención. Le pareció, de hecho, diferente a otras mujeres que conocía, incluida la suya.

Porque, sí, el galán de uno de los matrimonios más idealizados de de Hollywood estaba casado cuando conoció a la mujer con la que pasaría 50 años de su vida, aunque la historia haya tapado en la memoria colectiva a esa primera mujer con la que, en sus once años de matrimonio, tuvo tres hijos.

Paul Newman y Joanne Woodward: la historia que comenzó con un adulterio

Su nombre era Jackie Witter, y Paul y ella se conocieron cuando ambos formaban parte de una compañía de teatro local. Por entonces, ella tenía diecinueve años, y él, cinco más. Jóvenes, guapos y apasionados por la actuación, los dos se mudaron a Illinois, donde entraron a formar parte de la compañía teatral Woodstock Theatre y empezaron a alternar distintos trabajos con su pasión teatral.

En 1954, la pareja tuvo su primer hijo, y Jackie relegó su sueño de ser actriz a un segundo plano para centrarse en ser madre. Paul, en cambio, si bien volvió al trabajo familiar durante un tiempo, decidió seguir apostando por su carrera interpretativa, combinando un empleo más estable vendiendo enciclopedias con la búsqueda de papeles que interpretar.

Su primera gran oportunidad llegó en 1953 con ‘Picnic’, una obra de teatro escrita por William Inge y dirigida por Joshua Logan. Precisamente, por aquel entonces conoció a Joanne, con la que, en un primer momento, tan solo mantuvo una relación de amistad. El timing, a fin de cuentas, no era bueno. En 1953, Paul no solo estaba casado, sino que tenía dos hijos esperándolo en casa, Scott y Susan. Joanne, además, no quería ser una rompehogares, así que su relación se quedó en eso: una amistad.

El nacimiento de sus dos hijos había, sin embargo, enterrado el interés artístico de Jackie, un cambio que contrastaba con los intereses de Paul, férreamente sujetos a la interpretación. Mientras su mujer esperaba en casa, Paul se iba de fiesta con los actores, escritores y directores, una fiestas en las que, eso sí, no faltaba Joanne.

A pesar de todo, la relación de Joanne y Paul se mantuvo en los límites de la amistad durante unos años. En este periodo de tiempo, Jackie dio a luz a su tercera hija con Paul, Stephanie, y Joanne, en un sorprendente giro de los acontecimientos, se fue a vivir con Gore Vidal.

El largo y cálido verano

Durante la década de los años 50, la popularidad y relevancia de Paul comenzó su meteórico ascenso. Lo mismo ocurrió con Joanne, que consiguió su primera nominación, y primer Óscar, por estas fechas. Concretamente, en 1958, por su interpretación en ‘Las tres caras de Eva’. Con su fama en plena ebullición, llegó ‘El largo y cálido verano’, la primera de las trece películas en las que compartirían pantalla, y comenzó su romance.

Su química trascendió la pequeña pantalla, se hizo evidente para todo el mundo, y ambos intérpretes, pese a que Paul seguía casado, comenzaron a vivir juntos. Pese a la evidente infidelidad, Jackie se resistía a dejar ir a Paul, que aun así, y pese a los tres hijos que tenía con su futura ex-mujer, se fue con Joanne. Solo cuando se hizo público que Joanne estaba embaraza, Jackie, que no podía soportar más humillaciones, decidió concederle el divorcio a Paul.

Poco después, en marzo de 1958, dos meses antes de que Joanne recibiese su primer Oscar, los tórtolos se casaron en Las Vegas y se convirtió en la pareja de moda del momento. Y mientras Hollywood convertía su relación en un romance idílico al que aspirar, la historia fue tapando lentamente a Jackie Witte, que acabó borrada de la memoria colectiva en favor de un romance de ensueño que, pese a todo, comenzó con un adulterio.