Amor, tragedia y gloria: la icónica Jane Birkin viaja al pasado con su hija para recordar toda una vida

  • La actriz Charlotte Gainsbourg charla con su madre en un documental inédito

  • La actriz relata el dolor tras la pérdida de su hija Kate

  • La pérdida de seres queridos ha marcado la vida de la actriz que continúa siendo un icono

Dicen que Jane Birkin nació con estrella ese 14 de diciembre de 1946 en Londres en el que llegó al mundo. La primera y única hija de la famosa actriz, cantante y guionista Judy Campbell estuvo vinculada desde la cuna con el mundo de los artistas, los focos y el éxito. Se crio entre las bambalinas del teatro de su abuelo y aprendió todo sobre la interpretación observando a su abuela, la actriz Mary Fulton. Su destino parecía ya entonces estar escrito.

La británica, además de actriz y cantante, fue todo un icono de estilo en los años 60 y 70, y sus tendencias siguen vigentes a día de hoy en pasarelas y colecciones. Hasta el punto de que tiene un bolso de Hermès con su nombre. Pero Birkin también fue símbolo de libertad, rupturismo y modernidad feminista.

La carrera de Jane Birkin en la interpretación despegó en plena revolución cultural, con películas como 'Passion Flower Hotel' (1978) y 'Blow Up' (1975). Tras casarse con el compositor John Barry debutó por primera vez como cantante. La canción 'Je t’aime… moi non plus' se convirtió en una de las canciones más populares de la época, aunque fue censurada por añadir un orgasmo ficticio en el tema.

La de Jane Birkin es toda una vida llena de luces y sombras que ahora se recupera con el documental 'Jane por Charlotte', que la actriz Charlotte Gainsbourg ha rodado sobre su madre. La película se estrenará en Filmin el próximo viernes 6 de mayo, aunque su estreno mundial fue Festival de Cannes en 2021.

En él, la mítica actriz analiza el paso del tiempo y su trayectoria desde una perspectiva madura: "Te tocas y te reconoces, pero no tu reflejo. Así que quitas los espejos, no lo piensas más, escribes, haces otras cosas, intentas hacer reír a la gente. No te cambia la voz, lo cual es bueno porque todavía puedes cantar. Pero, en todo lo audiovisual, lo mejor es quitarte las gafas para que todo esté borroso, y punto”, confiesa la actriz londinense.

"¿Por qué aprendemos a vivir sin nuestras madres? Parece que existe un propósito en la vida: liberar de nosotras mismas a nuestras madres. Yo no quiero liberarme de la mía", dice Charlotte Gainsbourg, que debuta como directora a los 50.

Los amores de Birkin

Fruto del matrimonio con John Barry nació su primera hija, Kate Barry. Sin embargo, el nacimiento de la pequeña no fue suficiente para unir un amor que estaba roto, y la actriz decidió mudarse a Francia un año después donde vivió una fuerte historia de amor con el actor, cantante y compositor Serge Gainsbourg. Un romance que ha sido por muchos idealizado y del que nació su segunda hija, Charlotte.

Esta relación elevó a ambos al estrellato, formando uno de los dúos más estilosos entre las celebrities del momento. "Serge me enseñó todo", contaba Birkin en una entrevista. "Yo no sabía de nada, no sabía de música moderna o clásica, ni de pintura, ni de vida sexual, de nada. Él me adoptó como una especie de personaje paternal, y quedaba claro que él lo sabía todo y yo nada". Sin embargo, la relación comenzó a tornarse tóxica y complicada: "No podía disfrutar ni de un segundo de libertad si él no estaba bien", confiesa la artista, que compartió con Gainsbourg algunos de los peores momentos a finales de los setenta del cantante.

Tiempo después, el icono francés decidió abandonar la relación y se marchó con el el director de cine Jacques Doillon, con el que tendría a su tercera hija, Lou. Pese a la ruptura de ambos Serge siguió componiendo canciones para ella y la muerte del compositor años más tarde fue un duro golpe para Birkin, ya que coincidió también con el fallecimiento de su padre.

La tragedia

La muerte parece haber tenido una gran presencia en la vida privada de Jane Birkin. No solo perdió al que muchos califican "el amor de su vida" y a su padre, sino que también sufrió el fallecimiento de su hija Kate Barry. La fotógrafa británica murió tras caer por una ventana de su vivienda parisina, situada en un cuarto piso, a los 46 años.

Barry había superado una etapa de drogadicción y alcoholismo en la adolescencia, y colaboró en la fundación de una asociación de lucha contra la toxicomanía. También tuvo un fuerte compromiso político y social, aportando su gran arte para la fotografía con la asociación 'Ni Putas Ni Sumisas' y en un colectivo de ayuda a la población siria. Al igual que su madre, estuvo vinculada al mundo de la moda y la música, colaboró con revistas como Vogue o Elle, e hizo las cubiertas de varios discos de France Gall y Carla Bruni.

El "suicidio" de Kate llevó a Birkin a una depresión, además de agravar la leucemia de la que fue diagnosticada años atrás. A todo ello se sumó un ictus que la obligó a cancelar su aparición en dos festivales de cine francés.

En el documental, hablando de la muerte de su hija Birkin dice: "La culpa duró años y años. (...). Las dudas, las preguntas… Me cuesta dormir porque le doy vueltas a la cabeza. (...) Me pregunto si fue culpa mía, si debería haberlo hecho de otra forma, con todo".

La unión madre e hija

Es otra de sus hijas la que se atreve ahora con su primera película como directora con su madre como protagonista. Charlotte Gainsbourg nos enseña la relación entre madre e hija, pero también entre dos de las actrices más influyentes del cine francés. Así, lejos de caer en una conversación entre ambas empalagosa, nos permite ver con una mirada madura el paso del tiempo, desde la intimidad y la sensibilidad de quienes se conocen a la perfección. Fue la muerte en 2013 de Kate Barry lo que impulsó la idea del documental, ya que se produjo un acercamiento entre madre e hija.

Según explica la plataforma Filmin, "se trata de un retrato íntimo de su madre, la también artista Jane Birkin, y de la relación que ambas mantienen, y que no siempre ha sido todo lo fluida que ambas hubiesen deseado. A través de la cámara, se exponen mutuamente en un diálogo inédito, íntimo y universal, dejando paso a una relación maternofilial que ahora empieza a alzar el vuelo".

Aunque el documental está siendo muy bien recibido, Jane Birkin no estaba muy segura al principio de las grabaciones de su hija. "Al principio, estaba un poco preocupada por cómo lo fuera a enfocar. Le aterrorizaba la idea de que escarbara en áreas demasiado personales. Yo quería entrar en el tema de la madre y la hija, pero eso le afectó mucho", señala la directora de 'Jane por Charlotte'.

Como anécdota, la directora ha querido hacer un guiño a otro documental muy conocido por los amantes del cine francés y que está firmado por Agnès Varda: "Jane B. por Agnes V.", de 1988.