Kirk Cameron: de ídolo con 'Los problemas crecen' a predicador cristiano y condenar la homosexualidad

  • Estaba destinado a repetir la fórmula de éxito de Michael J. Fox, pero eligió otro camino

Cuando se estrenó la telecomedia familiar 'Los problemas crecen' en 1985, Michael J. Fox era la estrella favorita de América gracias a 'Regreso al futuro'. Él había salido de otra telecomedia similar, 'Enredos de familia', de modo que Hollywood vio en Kirk Cameron una oportunidad de repetir la fórmula: el hijo mayor de la serie se convertiría en un ídolo adolescente primero y en una estrella de cine después.

Cameron era tan carismático como Fox, pero más guapo y más gamberro. También era ateo, un detalle sin importancia de no ser por todo lo que ocurrió después.

Spoiler: Kirk Cameron no se convirtió en estrella, a pesar del éxito de su debut en el cine 'De tal padre tal hijo' (una comedia de 1987 dentro de aquella moda de la época de películas sobre chavales atrapados en el cuerpo de un adulto), sino en un ilustre miembro de galerías de '¿Qué fue de...?' en internet. ¿Y qué fue, entonces, de Kirk Cameron? Pues hoy, a los 48 años, ejerce como representante de la cara más siniestra del cristianismo norteamericano.

Cameron abrazó la fe a los 17 años, cuando 'Los problemas crecen' tenía una audiencia de 20 millones de espectadores y él cobraba más de un millón de dólares al año, y empezó a exigir que se eliminase cualquier referencia impúdica de los guiones de la serie: nada de chistes picantes ni referencias al alcohol a las drogas o comportamientos inmorales. Tal y como le advirtió su compañero Alan Thicke, que interpretaba al padre de familia, "si 'Los problemas crecen' es demasiado fuerte para ti quizá no deberías trabajar en ninguna serie".

Sin embargo, a Kirk Cameron no le preocupaban, por ejemplo, los chistes recurrentes que hacía su personaje (Mike) a costa del sobrepeso de su hermana Carol a pesar de que sabía que esas bromas estaban empujando a la actriz (Tracey Gold) a la anorexia.

Las convicciones religiosas del actor fueron tensando el ambiente del rodaje hasta que requirió que despidieran a la actriz que hacía de su novia (Julie McCullough) porque había posado desnuda para Playboy y por tanto la cadena estaba haciendo 'apología de la pornografía'. McCullough fue reemplazada por la entonces novia (hoy esposa y madre de sus seis hijos) de Cameron, Chelsea Noble. Tres de los productores de 'Los problemas crecen' abandonaron la serie como protesta.

Tras un par de temporadas de Kirk, una telecomedia de 1995 sobre un joven que tiene que hacerse cargo de sus hermanos pequeños, el actor desapareció unos años para centrarse en su familia y cuando volvió a trabajar lo hizo con una agenda ideológica inequívoca: dedicaría su fama a ser gurú del cristianismo.

Para comprender su carrera hay que tener en cuenta que en Estados Unidos la industria del cine cristiano es un mini-Hollywood en sí misma. Tiene sus propios estudios, sus propias distribuidoras y sus propias estrellas (Kevin Sorbo, famoso por la serie 'Hércules'; Hayden Christiansen, el Anakin de las precuelas de 'Star Wars'; Jennifer Garner, de 'Alias'). Cameron es el protagonista de Left Behind, una trilogía de ciencia-ficción sobre el arrebatamiento bíblico (según el cual la porción cristiana de la humanidad desaparecerá sin dejar rastro sumiendo el planeta en el caos), que es al cine cristiano lo que 'Los vengadores' al cine en general. Nicolas Cage rodó un remake en 2014.

Otra película de Kirk Cameron, 'A prueba de fuego', fue la producción independiente más exitosa de 2008. Se trata de un drama que sigue el canon argumental del subgénero de cine cristiano: un hombre cuya fe es puesta a prueba por una tragedia supera los obstáculos gracias a valores como la familia, la solidaridad o el sacrificio. Este mensaje tradicional no resultaría controvertido si no fuera porque Cameron lo acompaña con declaraciones fanáticas cada vez que le ponen un micrófono delante.

Ha definido la homosexualidad como "antinatural y destructiva para la civilización" al considerar que "solo porque te sientas de un modo no quiere decir que debas actuar de acuerdo con eso que sientes", defendió a un congresista republicano antiabortista que aseguró que las víctimas de violación no suelen quedarse embarazadas y que si se quedan embarazadas el bebé no debería pagar por ello y, tras el huracán Irma que causó 134 muertes, explicó que "cuando Dios demuestra su poder nunca es sin razón, hay un propósito enviado para hacernos responder a Dios con humildad, asombro y arrepentimiento". Varios compañeros de profesión, entre ellos Tracey Gold y Alan Thicke, condenaron sus declaraciones.

Desde 2003, Kirk Cameron presenta 'The Way of the Master' ('El camino del maestro'), un programa de televisión evangelizador que según su productor se emite en 190 países. Dentro de esa iniciativa, se han repartido en varias universidades estadounidenses versiones modificadas de 'El origen de las especies' de Charles Darwin en las que se vinculan sus teorías de la evolución con el supremacismo nazi. Y ya se sabe que, como indica la teoría Godwin, si un debate se alarga, la probabilidad de que una de las partes lo pierda mencionando a Hitler tiende a uno.

Kirk Cameron también tiene opiniones sobre Stephen Hawking, el astrofísico que aseguró que el cielo no existe, y ha lamentado que "decir algo negativo sobre Stephen Hawking es como hacer bullying a un ciego, tiene una discapacidad injusta y eso le da libertad para decir ideas absurdas".

En 2014 el actor estrenó la comedia 'Saving Christmas', que tiene la peor nota en la web de cine IMdB y ganó varios razzies (los antiOscars) incluyendo el de peor pareja para "Kirk Cameron y su ego".

Pero nada va a detener a Cameron en su cruzada por mantener vivos los valores cristianos en el cine, quizá el arte y la industria más herejes del mundo, gracias a que siempre habrá alguien que quiera escuchar lo que tenga que decir e incluso aplauda 'su valentía' como hizo el presentador del programa donde condenó la homosexualidad, Piers Morgan.

La paradoja, bastante poco cristiana, es que el mundo respeta su libertad de expresión con una generosidad que él no concede a los demás. Kirk Cameron se aprovecha de su libertad, pero la utiliza para censurar la libertad de los que no son como él. Una actitud que quizá daría para una buena película, pero acabaría siendo de terror.

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