Cuando la ficción se convierte en realidad: películas y series que adivinaron el futuro

  • Los vehículos sin conductor, el teléfono móvil o los robots con forma humana primero se dieron a conocer en la gran pantalla

  • A pesar de las escasas herramientas y una casi nula tecnología en el pasado se grabaron películas y series de ciencia ficción con realidades que ya estamos tocando

  • Incluso el cine mudo ya se anticipó al futuro y mandó al hombre a la Luna

Muchas películas y series de televisión con escenas que nos sorprendieron por su originalidad al situarnos en un hipotético futuro se han cumplido, aunque en aquel entonces fuera inimaginable esa vuelta de la realidad. Desde Uppers vamos a repasar qué películas han predicho el futuro. Resulta increíble cuando la ficción se convierte en realidad. Es evidente que hace tantos años no se contaba con las infinitas posibilidades actuales de la tecnología y el diseño por ordenador. Al principio los decorados eran prácticamente de cartón piedra, sin embargo, esas escenas describieron nuestro presente con muchísima anticipación.

El hombre pisa la Luna

El 1 de septiembre de 1902 se estrenó la película francesa Le Voyage dans la Lune, Viaje a la Luna en español, del director Georges Méliès. Hacía unos 10 años que se había inventado una cámara capaz de filmar y en 1899 en la localidad de La Ciotat, cerca de Marsella, se había abierto el primer cine del mundo. La película en cuestión solo dura 13 minutos, pero se adelanta a su tiempo porque narra cómo unos exploradores viajan a la Luna en una cápsula espacial impulsada por un cañón. Es evidente que predijo la llegada del hombre a nuestro satélite.

El primer androide

Metrópolis es una película muda de ciencia ficción de casi dos horas y media de duración que se estrenó en 1927 bajo la dirección de Fritz Lang. Fue la primera vez que se mostró ante el gran público un robot con forma humana. La historia narra cómo un inventor diseña un robot humanoide con aspecto metálico y rasgos de mujer. La trama tiene lugar en una ciudad imaginaria dividida en dos en la que por una parte viven en la pobreza trabajadores explotados y en la otra parte conviven los políticos que disfrutan de todas las comodidades y un jardín idílico. Después, distintas películas han incluido a humanoides incluso como protagonistas, pero no nos sorprenden tanto. Desde 2014 estos robots ya son una realidad. El Museo Nacional de Ciencia Emergente e Innovación (Miraikan) en Tokio inauguró ese año la exposición permanente "Androide: ¿qué es humano?”. Incluye a tres androides, Kodomoroid y Otonaroid, Telenoid, con los que es posible interactuar y son los más avanzados hasta el momento.

Auriculares ínfimos

En 1966, el director francés François Truffaut adaptó al cine la novela Fahrenheit 451 Presenta una sociedad del futuro en la que los libros están prohibidos y unos bomberos se ocupan de quemarlos para destruirlos. Durante la película los protagonistas utilizan unos pequeñísimos auriculares que tienen el tamaño de un dedal. Los auriculares convencionales ya existían desde 1910 pero no los inalámbricos que ocupan lo mínimo. En 2001 Apple lanzó sus primeros modelos de auriculares similares a los de la película e inauguró la era de la reproducción de música digital.

Un teléfono sin cable

Ese mismo año, en 1966, se estrenó la serie de televisión Star Trek Narra cómo el Capitán Kirk y la tripulación del USS Enterprise atraviesan todo el universo con el objetivo de explorar nuevos mundos y hallar civilizaciones desconocidas. En sus escenas aparecen lo que podrían ser los teléfonos móviles actuales. Se mostraban como comunicadores de bolsillo y hasta disponían de una pantalla con tapa abatible, parecidísimos a los diseños de Martin Cooper que desarrolló los primeros teléfonos móviles del mundo para Motorola en 1973. El prototipo inicial se transformó en el Motorola DynaTAC de 1983, su peso era de 2,5 kilogramos y la batería aguantaba tan solo 20 minutos.

El coche sin conductor

En la película Desafío total Todavía no los vemos circulando por las calles, pero andamos muy cerca. Tesla, Google o Toyota están trabajando en ello a pleno rendimiento, en vehículos que se conducen solos comandados por un ordenador, conectados a internet y repletos de cámaras que sustituirían al ojo humano.