Truman Capote: la historia de la novela inacabada con la que pretendía destripar a la jet set neoyorquina

  • El documental 'The Capote Tapes', que en España se puede ver en Filmin, desentraña la figura del excéntrico escritor

  • La cinta, dirigida por Ebs Burnough, se adentra también en la historia de su novela inconclusa, 'Plegarias atendidas'

  • La novela, con la que anunció que revelaría los secretos más jugosos sobre la jet set de Nueva York, nunca llegó a publicarse completo

Truman Capote se tiró dos décadas advirtiendo sobre lo escandalosa que sería, diez años escribiéndola y, sin embargo, nunca la terminó. Hablamos de 'Plegarias atendidas', la novela inacabada que el escritor que alcanzó el grado de celebridad en el Nueva York de los años 60 y 70 dejó. Una historia con la que pretendía destapar los trapos sucios de toda la jet-set neoyorquina con la que había compartido años de juerga, amistad y confidencias y que se ha publicado con los textos sin terminar que se recopilaron tras su muerte. Ahora, con cintas inéditas, grabaciones y entrevistas a personas de su entorno, el documental 'The Capote Tapes' profundiza sobre ello. Una pieza que dirige Ebs Burnough y que desde finales de marzo en España se puede ver en Filmin.

Del éxito de 'Sangre Fría' al repudio

Burnough, el director del documental que es en realidad un experto en relaciones públicas que ha trabajado para Michelle Obama en la Casa Blanca, aborda la trayectoria del escritor desde sus comienzos con Otras voces, otros ámbitos, publicada en 1948 cuando tenía 23 años, hasta su caída en desgracia con la inconclusa -o eso se cree- Plegarias atendidas.

Del Capote que tocó la cima del éxito con textos como 'Desayuno con diamantes' o la primera novela de no ficción jamás publicada, 'A sangre fría', poco quedó al final, cuando murió a los 54 años a causa de un fallo hepático y ninguneado por quienes habían compartido con él las noches neoyorquinas en Studio 54 y sus conocidos bailes de máscaras.

Capote no encajaba precisamente en los cánones. Hablaba abiertamente de su homosexualidad en televisión en una sociedad que empezaba a mirarla con otros ojos. No tenía fachada de galán, con algo más de un metro y medio de altura y además tenía una voz aguda que también disidía de los estándares de la masculinidad tradicional. Además, su carácter no parecía acompañarle. "Se le caracteriza simplemente como una perra (bitchy), defendía el director del documental en una entrevista con The Guardian.

Las intimidades que le hicieron perder sus amistades

Él mismo, sin embargo, se ganó la enemistad de su círculo cercano de celebridades. Cuando empezó a publicitar Plegarias atendidas sin haberla escrito, lo hizo con estas palabras: "Está el mango, el gatillo, el cañón y, finalmente, la bala. Y cuando esa bala se dispare con el arma, saldrá con una velocidad y una potencia como nunca has visto, ¡zas!", advirtió en la revista People. Aseguraba desde el principio que con el que estaba llamado a ser su texto definitivo destriparía los secretos e intimidades de la jet set de Nueva York. Y eso empezó a hacer desde una serie de textos que funcionaron a modo de adelanto y que publicó en Esquire. Fueron las que hicieron que, antes de que hubiese obra terminada, sus amistades le dieran la espalda.

En el documental habla por primera vez Kate Harrington, la hija de su amante, un banquero de Long Island que abandonó a su familia por él, a quien tomó como hija adoptiva y a quien llevó a fiestas rodeada de celebridades y excesos cuando apenas tenía 15 años. En esas salidas, Harrington detalla que Capote le decía que "lo que debía hacer era sentarme y escuchar la conversación de al lado y así de camino a casa podría contarle todo lo que hablaban".

Una famosa imagen en la que Kate acompaña a Truman sentado en un club tapándose la cara con un sombrero mientras duerme es el reflejo de cómo la adicción a la bebida y a los estupefacientes le pasaron factura en esos últimos años en los que sus advertencias sobre lo revolucionaria que sería su novela sonaban casi a delirio. Una adicción que Kate confirma que habrían minado su capacidad creativa.

La faceta familiar desconocida

El documental, sin embargo, descubre también otra faceta que había quedado a la sombra de su caricatura de cinismo y lengua afilada. "Quería desesperadamente una familia en un momento en que no se le permitía tener una. Simplemente no estaba sobre la mesa para alguien como él y, sin embargo, hizo la vida que quería vivir. Eso para mí es bastante extraordinario", cuenta Ebs Burnough al periódico británico . "Un hombre gay, famoso, en la televisión, siendo honesto acerca de quién era. Se merece algo más que la imagen de una pequeña reina viciosa".