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Carta de Alfonso XIII al general Fernández Silvestre (1921): "Tú, haz lo que yo te diga. No hagas caso al ministro de la guerra, que es un imbécil".
Artículo de Miguel de Unamuno en el diario El Sol (1932): "La prensa es la que más ha contribuido a hacer conciencia popular nacional".
Entre una reflexión y otra han pasado once años, han muerto 13.000 soldados españoles en el Protectorado español en Marruecos; el general Primo de Rivera instauró un directorio militar y después uno civil (1923-1930) con el consentimiento del Alfonso XIII, que abandonó España en abril de 1931 y se proclamó la Segunda República. Y tal como dice Miguel de Unamuno, es la Prensa la que cumple el papel de revelar, denunciar e informar a los españoles de lo que estaba ocurriendo en el Protectorado español en Marruecos.
Tras los sucesos de Annual, donde el comandante general de Melilla Fernández Silvestre comete toda una serie de errores logísticos cuando pretendía conquistar la ciudad de Alhucemas antes del 25 de julio, día de Santiago, para ofrecerla a Alfonso XIII, la política española experimenta una profunda transformación.
Entre Melilla y Alhucemas (unos 150 kilómetros) está Annual y ahí es donde las tropas de Mohamed Jatabbi Abd el-Krim, líder de los rifeños, atacó al general Fernández Silvestre y le produjo unas importantes bajas, primero de unos 8.000 soldados que después se incrementarían y llegarían hasta los 13.000 (según el Expediente Picasso).
El desastre, la catástrofe, es de tal calibre que la Prensa se desplazó al lugar de los hechos con la intención de informar de cómo y por qué había ocurrido. Sin embargo, el Gobierno presidido por Manuel Allendesalazar instauró la censura previa con el fin de controlar la información que llegaba desde Melilla.
El 23 de julio, tras los sucesos de Annual, el periódico La Correspondencia de España abrió su portada con los siguientes titulares: "Sangriento combate en Melilla. El general Fernández Silvestre ha muerto". Y termina con una pregunta: "¿Qué pasa en Melilla?".
Tres días más tardes, el 26 de julio, el Heraldo de Madrid informó y denunció en su portada: "Establecimiento de la censura previa". Y concreta: "El Gobierno se opone a la publicación de noticias [sobre los sucesos] y a que se hagan comentarios libres por la prensa". En su portada, además, dejó en blanco toda una columna de texto con el siguiente título: "Por la verdad y contra la previa censura".
A pesar de la censura, los periodistas buscan la verdad de los hechos y el que más se acerca a ella es Luis de Oteyza, director del diario La Libertad, que en agosto de 1922 consiguió llegar al campamento del Abd el-Krim, en el poblado de Axdir, donde el líder rifeño tenía a más de 400 prisioneros por los que pedía cuatro millones de pesetas por su rescate.
Oteyza entrevistó al líder rifeño, el fotógrafo Alfonso Sánchez dio testimonio de aquel hecho, y consiguió una carta manuscrita del hermano de Abd el-Krim donde explicaba cuál era la situación: "El Rif no combate a los españoles ni siente ningún odio al pueblo español. El Rif combate a ese imperialismo invasor que quiere arrancarle su libertad… Tiene sus puertas abiertas para recibir al español sin armas como técnico, comerciante, industrial, agricultor y obrero".
Después de la entrevista y los reportajes que Luis de Oteyza elaboró en Axdir con los prisioneros españoles el director de La Libertad publicó un libro que se llamó 'Abd el-Krim y los prisioneros'. La modalidad del libro reportaje se impuso entre la prensa y al de Oteyza siguieron otros: Eduardo Ortega y Gasset publicó 'Annual; Víctor Ruiz Albéniz hizo una profunda investigación en 'Ecce Homo: Prueba documental y aportes inéditos sobre las causas del derrumbamiento y consecuencias'; Rafael López Rienda señaló la corrupción que había en el Ejército con 'El escándalo del millón de Larache' y Teresa de Escoriaza, la primera enviada especial de un medio a un conflicto bélico, escribió 'Del dolor de la guerra. Crónica de la campaña de Marruecos'.
Y mientras todo eso ocurría 492 prisioneros españoles seguían en manos de Abd el-Krim, que exigía un rescate por su liberación. La libertad de aquellos soldados y oficiales se produjo el 23 de enero de 1923, pero el número ya había descendido hasta 357 porque muchos de ellos murieron por falta de comida, heridas y otras enfermedades durante el cautiverio.
El rescate, cuatro millones de pesetas más 270.000 por otros conceptos, fue pagado por el industrial bilbaíno Horacio Echevarrieta que tenía intereses económicos en la zona del Protectorado español. A ese dinero se unió la liberación de 40 rifeños que estaban encarcelados en Melilla.
Las palabras de Unamuno sobre la importancia de la prensa en la difusión del conflicto se repitieron una vez más y el diario La Voz publicó en enero de 1923 la lista completa de los cautivos rescatados y a continuación una noticia de relevancia: "Llegada a Madrid. Ha regresado el Rey del Coto de Doñana". Alfonso XIII estuvo cazando y no pudo recibir a los 'prisioneros de Annual'.
Las consecuencias de aquel desastre han llegado hasta nuestros días. En julio de 1936 Francisco Franco dio un golpe de Estado, en 1956 Marruecos se convirtió en Reino, en 1975 se produjo la Marcha Verde sobre el Sáhara y Mohamed VI sigue reivindicando Ceuta y Melilla.
Toda esta información aparecerá en 'El desastre de Annual a través de la prensa', escrito por Antonio Rubio, periodista, profesor, escritor, editor, guionista, presidente de la Asociación de Periodistas de Investigación (API) y director del Master de Investigación Periodística, Nuevas Narrativas, Datos, Fact Checking y Transparencia de Maldita.es/URJC. La obra se publicará en la editorial Libros.com a través de una campaña de mecenazgo o crowdfunding abierta hasta el próximo 22 de julio.