Javier Cercas: "Con la edad soy menos tonto, te vas vas dando cuenta del milagro absoluto que es estar vivo"

  • El escritor acaba de lanzar el final de su trilogía 'Terra alta'

  • “Es más fácil aprender de la experiencia que de la historia”

  • “Escribir requiere de una disciplina total, como el deporte. Solo que este es un deporte que dura hasta que te mueres”

Charlar con Javier Cercas es parecido a recorrer los pasillos de la Biblioteca Nacional. Entre respuesta y respuesta, y sorbo de café, el autor superventas dejar caer más de una frase célebre, citando de memoria a varios personajes como Churchill, Gustave Flaubert O George Bernard Shaw.

Javier es literatura andante. Aunque, según nos dice, no hace falta caminar ni vivir mucho para escribir un buen libro. “Una persona con una experiencia muy escasa de la vida ya ha vivido lo esencial. Porque lo esencial son muy pocas cosas. No hace falta irse a África a cazar elefantes como hacía Hemingway, basta con tener una vida muy sencillita. Mira Borges, uno de los grandes escritores de la historia que tuvo una vida de bibliotecario aparentemente sin grandes cosas y sin embargo vivió lo esencial", afirma.

Lo que no has vivido también forma parte de tu vida: tus sueños, tus frustraciones. Cosas intangibles en las que el escritor encuentra una fuente de inspiración. Su conclusión es que para escribir lo que hay que hacer es precisamente eso: escribir. “Parece una tontería, pero es una tarea larga y trabajosa, requiere de una disciplina total, como el deporte. Solo que este es un deporte que dura hasta que te mueres”, explica.

Su última trilogía lo demuestra. Es uno de los top ventas de España y la llegada de esta tercera y última parte de la historia de su alter ego Melchor Marín promete, y mucho. "Las obras de la Terra Alta son tres novelas distintas y un solo libro verdadero", explica al autor al definir 'Terra alta', 'Independencia' y 'El castillo de Barbazul' (Tusquets Editores) la trilogía de novela policiaca que le ha servido a Cercas como una especie de terapia.

"Marín es un personaje que está lleno de furia, dolor, deseos de venganza desde su nacimiento. Flaubert dijo 'Madame Bovary soy yo', yo podría decir Melchor Marín soy yo. Nació de mi dolor, de mi furia...", confiesa Cercas.

¿Es la venganza un sentimiento al que sueles acudir para escribir?

Quien diga que no ha sentido deseos de venganza y odio alguna vez no es persona, o miente o es una máquina. Una de las tres. No hay más. Este personaje tiene dos virtudes misteriosas que me encantaría tenera a mí: el coraje entendido como la virtud que hace posible a todas las demás y el carisma, no en el sentido político que pensamos, porque yo detesto a los políticos carismáticos, me gustan los políticos que solucionan los problemas y punto. Sin grises. Sino en el sentido religioso, ese don o gracia que tenían determinadas personas y que les permite aglutinar alrededor de ellos a personas.

En esta tercera parte reflexionas mucho sobre la paternidad y esa relación padre e hija. ¿Cómo ser un padrazo en el 2022?

No sé qué debe tener un hombre para ser un padrazo, ni una mujer para ser una madraza. Pero creo que sería lo mismo que debían tener en el siglo V antes de cristo, eso no cambia. Lo esencial no cambia en los seres humanos, solo cambia lo superficial. Uno de los personajes de la novela habla de esa relación de padres e hijos y dice que es una relación esencialmente trágica. Entendiendo tragedia como una pelea o controversia en la que los dos que disputan tienen razón. Y esa es la relación entre padres e hijos

¿Has llegado a estas reflexiones al ocupar el rol de padre? ¿Cómo ha cambiado tu percepción desde que tienes un hijo?

Si hay una cosa que te cambia la vida es ser padre. Alguien que no aprenda nada siendo padre es que no tiene remedio y es completamente idiota. Te cambia porque te hace experimentar algo que solo puedes experimentar teniendo un hijo: el amor incondicional.

Si un padre tiene que elegir entre la muerte propia o la de su hijo, siempre elegirá morir antes que él o ella. Eso solo se da cuando tienes un hijo, no hay condiciones. En cambio el amor romántico es distinto, no tiene nada que ver.

¿Qué tal la relación con tu padre? ¿Se daban muchas situaciones de disputa?

Con mi padre tuve muy buena relación y también momentos de tensión, pero en general fue muy buena. Y no creo que sea en absoluto diferente a la que tengo con mi hijo. Es más, reconozco muchísimas cosas.

Los padres tenemos razón al querer proteger a nuestros hijos cuando son pequeños o adolescentes, pero los hijos también tienen razón al querer ser ellos mismo al querer liberarse para ser ellos mismos. Y así es la vida también. Mi hijo todavía no lo sabe, tendrá que aprenderlo cuando tenga hijos.

¿Te ves como abuelo?

Me encantaría, me parece fantástico, pero no tengo prisa. Es mucho más fácil ser abuelo que ser padre. Está tirado, no tienes responsabilidad, solo disfrutas de las cosas buenas..

¿Vas a ser un abuelo consentidor entonces no?

Todos los abuelos son consentidores, no existe ninguno que no lo sea. Es un oficio. Al que le toca no serlo es el padre, así está hecho. Por eso los abuelos y los nietos se llevan tan bien. Es la vida.

Javier, ¿qué es para ti la vida?

La vida es algo complejo, no es blanco o negro. No hay soluciones claras, y quien vende soluciones claras vende mentiras.

Estamos pasando una guerra, una pandemia… ¿Crees que esto nos hará mejores como sociedad?

Bernard Shaw dijo: 'Aprendemos de la experiencia que los hombres nunca aprenden nada de la experiencia'. Ósea, los seres humanos volvemos a cometer los mismos errores, sin parar, y desde que el mundo es mundo. Puedes aprender de tu propia experiencia algo, pero de la historia no se aprende nada. Es más fácil aprender de la experiencia que de la historia.

Aunque deberíamos, porque para eso está la historia, para que aprendamos de ella, para tenerla siempre presente, eso sería lo inteligente y sensato.

¿Qué significa para ti el paso del tiempo?

Hombre, me fastidia que esto se vaya haciendo más corto, ahora pierdes cosas con la edad, como la energía; pero ganas muchas otras. Eso hay que decirlo. Soy menos tonto que antes. Te vas dando cuenta del milagro absoluto que es estar vivo, lo disfruta mucho más.

Cuando eres joven te piensas que esto es el ensayo general, pero para nada. Esta es la función, y no hay más que esto. Eso te hace perder menos el tiempo con estupideces y centrarte en lo que importa que es disfrutar de la vida al máximo.

¿Te da miedo envejecer?

No, ayer tenía 18 años y ahora casi tengo 60 y me da igual. Me miro en el espejo y veo al mismo tipo. Creía que cuando llegase a los 60 años sería un tipo maduro, serio, responsable… Pero sigo siendo el mismo descerebrado que siempre. ¿Me preocupa? No.

¿Eres nostálgico?

No, no lo soy. A veces puedes tener un punto de melancolía por una cosa concreta, hay cosas que ha sido fantástico vivir y que ya pasaron, pero no creo que sea nostalgia, es algo que no me interesa.

Mi infancia fue feliz. Soy emigrante como muchos otros emigrantes de España, que se desplazaron de norte a sur. Muchos dicen que eso no es emigrar, pero se equivocan. Había una enorme diferencia entre vivir en Extremadura o en un pueblecito de Cáceres a vivir en Gerona. Eso es verdad que fue un desajuste, y soy fruto de ese desajuste como persona y como escritor. Yo nunca habría sido escritor si no me hubiese marchado del pueblecito donde nací.

¿Algo que hayas aprendido o te haya regalado la experiencia?

Bueno alguna cosa he aprendido, sobre todo de experiencias ajenas. Por ejemplo, que eres escritor, te dedicas a un trabajo público y es muy bonito que te elogien. Pero por cada elogio que recibas vas a recibir cuatro ataques públicos. Eso también, y es muy bueno saberlo.