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La depresión es una de las enfermedades mentales más comunes. Actualmente, según los datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), esta enfermedad afecta a un 3,8% de la población mundial, lo que supone que aproximadamente 280 millones de personas en todo el mundo la padecen.
Hace unos años, en 2016, Paul McCartney, el legendario miembro de los Beatles, confesó haber padecido este trastorno tras la separación de la banda. Durante una entrevista con el programa inglés Master Tapes, de Radio 4, el ex Beatle afirmó que la ruptura le había afectado profundamente a nivel anímico, hasta el punto en el que incluso se planteó dejar la música.
"Fue difícil saber qué hacer después de los Beatles. ¿Qué es lo que sigue? Estaba deprimido. Tú lo estarías. Estabas rompiendo con tus amigos de tu vida, así que le di a la botella", explicó.
Los Beatles, que se convirtieron en uno de los mayores fenómenos del mundo de la música en la década de los 60, separaron sus caminos en 1970, poco después de la publicación del álbum ‘Let it Be’. “El negocio nos separó”, declaró el cantautor, quien afirmó que tras la ruptura, y sin saber si iba a poder continuar con la música, se fue a Escocia durante un tiempo y empezó a beber.
Durante la entrevista, el cantautor destacó que fue su mujer de aquel entonces, Linda Eastman, quien le ayudó a salir de esa situación dándole la idea de que crease un nuevo grupo.
Fruto de esta idea nació Wings, banda con la que compartió escenario con su esposa. “Me gustó la idea de volver a una banda, de regresar al punto de partida”, explicó el cantautor, que descartó crear un supergrupo para apostar por una banda más amateur, aunque, en sus propias palabras, esta decisión tuvo un precio musical. “Éramos terribles, no éramos un buen grupo. La gente decía: ‘Linda no sabe tocar los teclados’, y era verdad. Pero bueno, John tampoco podía tocar la guitarra cuando empezamos…”, explicó.
Pese a sus palabras, Wings se mantuvo en activo durante una década entera, desde 1971 hasta 1981, y logró varios premios y nominaciones a los Grammy. Pero ¿quién fue exactamente Linda Eastman, la primera mujer del cantautor? ¿Y cómo se conocieron?
La historia de Eastman y McCartney comenzó en 1967, año en el que se conocieron en un concierto en Londres, en el club Bag O'Nails. Por entonces, los Beatles ya eran la banda del momento, y McCartney una de las estrellas más famosas del mundo. Ella, en cambio, era una prestigiosa fotógrafa, ya había pasado por un divorcio, y era madre de una hija llamada Heather.
Durante ese primer año, ambos compartieron varios encuentros. Luego, Linda volvió a su Estados Unidos natal. Un año más tarde, la futura pareja se reencontró en Nueva York, y tras regresar a Europa, el cantautor le pidió que se instalara con él en Londres. Linda no lo dudó y, seis meses más tarde, en 1969, ambos se daban el sí quiero en Londres.
Un año después, tras la separación de los Beatles, la pareja, que ese mismo año recibió a su primera hija en común, Mary, se trasladó a una granja que el cantautor había comprado en Escocia. En esta nueva etapa, la pareja formó Wings y tuvieron dos hijos más en común: Stella, que nació en 1971, y James, que nació en 1977. Paul, además, adoptó a Heather, la hija que Linda tenía de una relación anterior.
El matrimonio McCartney se esforzó en todo momento por ser lo más normales posibles. Dentro de lo que cabe, claro. Pese a que podían permitírselo, carecían de servicio doméstico y solo tenían una asistenta. Sus hijos, en lugar de ir a los colegios más prestigiosos, estudiaban en el colegio público de Sussex. Y sus escándalos públicos se reducían a alguna que otra detención en el aeropuerto por posesión de marihuana. Nada muy grave. De hecho, lo más relevante de cara a la opinión pública del matrimonio fue el vegetarianismo de Linda, al que Paul se convirtió en 1975, y su activismo por los derechos de los animales, que inculcaron a sus hijos.
Pese a las dificultades que conlleva salir con una estrella de rock (durante su relación, Linda recibió los insultos de los fans del cantautor) y a las limitaciones que había sufrido la carrera de fotógrafa de Linda a raíz de su matrimonio, Paul y Linda disfrutaron de un matrimonio feliz y completo, muy distinto al de otras estrellas de rock, hasta que en 1995 Linda fue diagnosticada con cáncer de mamá.
Durante dos años, Linda se sometió a varios tratamientos, sin éxito. Cuando su estado empeoró, la pareja se trasladó a su casa familiar en Tanque Verde, en Arizona, donde fallecería en abril de 1998, a los 56 años, rodeada por sus cuatro hijos y su marido.
Tras el fallecimiento de Linda, Paul McCartney ha vuelto a casarse en dos ocasiones más: con Heather Mills, con la que estuvo casado entre 2002 y 2008, y con Nancy Shevell, con la que contrajo matrimonio en 2011. Aun así, el legado de Linda permanece muy vivo, tanto en sus hijos como en su marido.