La historia detrás de 'Por el bulevar de los sueños rotos' que unió a Sabina y Álvaro Urquijo

  • 'Por el bulevar de los sueños rotos' es una de las canciones más populares de Joaquín Sabina, y también una de las más emblemáticas de nuestra música

  • El tema, cuya letra firma el maestro de Úbeda, es una colaboración entre Sabina y Álvaro Urqujo, el líder de Los Secretos, que se encargó de poner la melodía

  • Recientemente, Álvaro Urquijo reveló que la canción se gestó prácticamente por casualidad, gracias a un olvido y a una "mentira piadosa"

Joaquín Sabina es uno de los cantautores más destacados y respetados de nuestro país. El maestro de Úbeda, que lanzó su primer trabajo, ‘Inventario’, en 1978, ha escrito su nombre en la historia de la música española gracias a la fuerza y belleza de sus letras y a esa voz rasgada con la que nos habla de amor y desamor. 

Sus canciones han marcado a generaciones e influido a multitud de músicos y artistas. Temas como ‘Princesa’, ‘19 Días y 500 Noches’ o ‘Y nos dieron las diez’ son himnos que han logrado superar el paso del tiempo y aún hoy se siguen coreando con la misma intensidad que cuando salieron al mercado, décadas atrás. Son, ya, parte del imaginario colectivo, un pedazo de la historia de la música de nuestro país que perdurará en la memoria. 

Detrás de las canciones de Sabina, suele haber una historia detrás que explica su creación y, recientemente, hemos podido descubrir una nueva. Concretamente, la que dio vida a uno de sus temas más populares: ‘Por el bulevar de los sueños rotos’, una canción incluida en su álbum ‘Esta boca es mía’, de 1994, y en la que comparte autoría con el compositor Álvaro Urquijo, el líder de Los Secretos

¿Cómo nació ‘Por el bulevar de los sueños rotos’? 

Durante una charla con el diario El País publicada el pasado mes de mayo, el líder de la mítica banda madrileña desveló que la famosa canción surgió prácticamente por casualidad y gracias a una “mentira piadosa”. 

La historia se remonta a 1993, un año antes de la salida al mercado del álbum ‘Esta boca es mía’, y comienza con un papel olvidado en la cartera de Enrique Urquijo, hermano de Álvaro. Este papel contenía la letra de ‘Por el bulevar de los sueños rotos’ y había caído en manos de Enrique porque el propio Sabina le había pedido ayuda para componer la música que acompañaría la letra. 

“Sabina se la había dado a mi hermano una noche para que le echase una mano con la música, pero a Enrique se le había olvidado y la había tenido ahí durante cuatro meses”, explica Álvaro. 

El líder de Los Secretos desconocía que su hermano tenía la letra de la canción olvidada en el bolsillo, y no lo descubrió hasta que recibió una llamada de Paco Lucera, el mánager de Joaquín Sabina. “Creo que serían las diez u once de la mañana, Enrique estaba durmiendo, yo me acababa de levantar”, recuerda. 

Durante su llamada, Lucera le pidió a Álvaro que no sacaran ninguna canción de la letra que Sabina le había dado a su hermano. “Para que no vuelva a pasar lo de ‘Ojos de gata’ y ‘Nos dieron las diez’, para que no haya un equívoco, de la letra que le dio Joaquín a tu hermano, no hagáis nada, no hagáis ninguna canción”, explica. 

Para disculpar a su hermano y que no pareciera que se había olvidado por completo de la letra que llevaba en la cartera, Álvaro mintió a Lucera y le dijo que era una pena, porque tenían una idea. Al cabo de un rato, Lucera volvió a llamar y le pidió que se pasase por el estudio con la maqueta para escucharla. 

Álvaro, por supuesto, no tenía ninguna maqueta preparada, pero, en lugar de decir la verdad, se puso a trabajar rápidamente en una para poder llevar una a su cita. “El no ya lo tengo, esto es una oportunidad para hacer una canción con Joaquín Sabina que no puedes desaprovechar”, recuerda que pensó. Así, se puso a trabajar durante tres horas, hasta que, finalmente, sacó la maqueta que da música a la canción que ahora conocemos. Y lo hizo, tal y como él mismo recuerda, sin mucho esfuerzo, ya que Sabina tiene “esa virtud de escribir como si fuera música”.

Cuando lo leí, casi lo podía cantar”, reconoce. “Parecía que tenía partes donde respirar y todo”, añade. “Esa maestría poca gente la tiene