Dorantes, el pianista con duende flamenco: "Cuando El Lebrijano me escuchó tocarlo por primera vez me dijo: 'deja la guitarra, sobrino'"

  • El pianista graba por primera vez un disco en directo y a piano solo, 'Identidad', tras interpretarlo y moldearlo en escenarios de todo el mundo

  • "Yo siempre digo que fui bilingüe desde pequeño, porque en mi familia no todo se decía con la palabra. La música era mi otra lengua nativa", rememora el sobrino de El Lebrijano

  • "Cada actuación me ayuda a entenderme mejor, a reconocerme más y a ser más consciente de lo que soy, de mi cultura, de mis valores y de mis carencias", reflexiona

Hablar de Dorantes es hacerlo de uno de los más grandes intérpretes de flamenco del siglo XXI, puede que el más importante. Fue el primer gitano en cursar estudios universitarios de piano, armonía y composición, y su música ha traspasado fronteras y estilos. En un género en el que la guitarra es el instrumento por excelencia, ha protagonizado su propia revolución desde el piano, a partir del cual ha reinventado reglas y traspasado límites tradicionales de una forma distinta pero en el fondo similar a cuando Camarón lanzó su desafío para puristas de 'La leyenda del tiempo' (1979) o cuando Morente se fusionó con el rock alternativo en 'Omega' (1996).

Veinticinco años después de irrumpir en la escena con las expectativas y la carga que conlleva proceder de una familia de larga tradición flamenca (sobrino de El Lebrijano y nieto de La Perrata), David Peña Dorantes se ha decidido a grabar por primera vez un disco en directo y a piano solo, 'Identidad', registrado el pasado 6 de octubre en Sevilla después de haber interpretado, moldeado y perfeccionado el material durante dos años en distintos escenarios de todo el mundo. El maestro habló con Uppers poco antes de presentar el que es su séptimo álbum discográfico en los madrileños Teatros del Canal.

‘Identidad’ le da la vuelta al ciclo habitual de disco + gira. ¿Ha sido una idea premeditada?

Si, al poco tiempo. Cuando la estrené en Bienal del 2020, anunciada como un ejercicio de composición en directo ante el público y vi la reacción y la emoción de los que asistieron, entendí que ese acto tenía que volverlo a hacer, ante diferentes públicos, de distintos países, de distintas culturas y de distintos entornos. Cada actuación me ayudaba a entenderme mejor, a reconocerme más y a ser más consciente de lo que soy y de mis caracteres, de mi cultura, de mis valores y de mis carencias. A saber quien soy yo y por tanto, a darle más sentido a mi música. Creo que todos deberíamos tomarnos el tiempo de conocernos y saber quiénes somos, lo que perdura en el tiempo de nosotros mismos, porque nos da cobijo, nos ayuda respetar a los demás.

¿Cuánto ha cambiado ‘Identidad’ en estos años tocándolo en directo?

El tiempo y los conciertos han ido madurando cada expresión de mi ser, cada expresión de mi obra. Iba encontrándome a mí mismo al tiempo que iba plasmando un discurso más firme y sereno para contar lo que quería contar. Cada ejercicio de introspección frente al público en mi pasado, en mi familia, en los distintos lugares que me han influido y en los recuerdos que me marcan, era como un motor que me ayuda a desarrollar más mi música y el público notaba que venía conmigo en este viaje. De hecho hay temas que duran 14 minutos que al finalizar los conciertos me decían que les habían parecido 5. Eso es maravilloso, esa es la convivencia que buscaba, es la magia de la música.  

El disco está inspirado en tus propias vivencias vitales. Dinos un recuerdo de la infancia que te marcara par siempre

La entrada por la Puerta de mi casa de una vieja pianola del XIX que mi padre se trajo al ir a comprar una tabla para la cama….

¿Cómo fue crecer en una familia tan arraigada en el mundo de la música?

Mi niñez fue enormemente bella. Yo siempre digo que fui bilingüe desde pequeño, porque en mi familia no todo se decía con la palabra. La música es mi otra lengua nativa, y este idioma tiene también sus códigos, su gramática y su poesía. En mi casa la música inundaba toda nuestra vida. El compás es algo tan importante que mi padre nos educaba en el ritmo de la vida, el compás al hablar, la coherencia del estar en reunión sin desafinar , la tolerancia y el respeto al de al lado para que la música de la vida fluya siempre cómoda y bella. Recuerdo que ya siendo niño entendía que ese “ritmo” al vivir era algo tan importante que siempre intentaba no romper.

Mi gran familia me aportaba tanta riqueza cultural, tantas noches tras la silla del mayor escuchando cómo la comunicación entre mi gente se realizaba a través de la música, cómo lloraban o reían comulgando todos a una, ante lo que podía parecer - a la mirada de un espectador - un momento festero, pero que para mí , era un reencuentro con nuestra propia alma.

¿Qué aprendiste de tu abuela María La Perrata?

La elegancia, la paciencia, la conciencia de la herencia y el gran valor de la expresión.

¿Recuerdas por qué te decantaste por el piano cuando este era un instrumento tradicionalmente ajeno al flamenco?  

Una tarde, en un viejo piano bajo la escalera de mi abuela La Perrata, levanté la tapa, miré ese teclado que yo veía inmenso. Era mágico, volvía una y otra vez a él para seguir descubriendo sonidos. Me atrapó. Un día, yo pequeño y jugando con el teclado, mi abuela, se acercó a mi y se apoyó al piano. Me pidió que la acompañara y ahí empecé a volar. 

¿Qué te dijo El Lebrijano cuando te escuchó tocar el piano por primera vez?

Deja la guitarra, sobrino

¿Cómo se captura el duende del flamenco al piano?

Yo diría que el camino sería al revés. Creo que primero fue que el piano me capturara a mí. Ese sonido, ese sonido diferente a la guitarra, pero en el que encontraba la expresión contenida de la música de mi corazón, de mi sangre, el palpitar y la esencia del lenguaje con el que crecía y vivía. Todo ha sido paso a paso. No era fácil encontrar la forma para que ese instrumento hablara de mí y cómo hacer que ese instrumento en mi casa se sumara naturalmente a nuestra convivencia con toda su amplitud, con todas sus posibilidades y respetando su voz propia.

El flamenco ¿se aprende o se nace con ello?

Se aprende siempre, desde los primeros ecos que escuchas al nacer estas aprendiendo. Desde el compás con el que te acunan estas aprendiendo. 

Camarón o Morente padecieron el rechazo de los puristas cuando experimentaron con otros géneros ¿notaste en algún momento algo parecido en tu caso?

Al principio sí pero eso me ayudó a ir siendo más fiel a mi mismo, en lugar de dejarme llevar.

 Tres artistas del flamenco a los que admires por encima de todo

El Lebrijano, Tomás Pavón y Enrique Morente.

¿Cómo ves el panorama flamenco en 2022?

Yo no soy nadie, la verdad, para acotar a la cultura. No me veo con licencia para ello.

¿En qué ha mejorado Dorantes respecto a cuando grabó 'Orobroy' (1998)?

En ser más consciente de que lo importante es que tu música haga el mundo un poco más bonito. 

¿Cómo se imagina a sí mismo Dorantes dentro de 20 años?

Desearía verme como una persona ha sido fiel a sus principios, cuando echara la vista atrás.