Cinco consejos de coach para no perder la voz en reuniones importantes: "Un buen truco, mirarte en el espejo sin mover casi los músculos"

  • Muchas veces tenemos un evento por delante y perdemos la voz. ¿Cómo solucionarlo? ¿Cómo podemos evitarlo? Te damos los tips para que no te suceda

  • La posición de la mandíbula tiene que ser como esa posición que tiene cuando estamos viendo la televisión (cara de embobados)

  • Como respirar por la boca es lo natural al hablar, es normal que las bacterias y toxinas acaben en el fondo de la garganta

En ocasiones tenemos una reunión importante o un evento en el que tenemos que enfrentarnos a un público determinado y, como por arte de magia, perdemos la voz. Esto supone un problema pero que podemos evitar y mejorar con entrenamiento y con un coach. Carlos Campaña y Esther Justel, vocal coaches de www.vokalo.es gracias a la comprensión que poseen de la voz, nos dan unos tips de cómo cuidar la voz. "Es posible cantar y hablar sin forzar las cuerdas vocales y evitando problemas futuros y restaurando problemas presentes", explican.

¿Solemos tener más problemas con la voz a partir de los 50 si es la base de nuestro trabajo?

Sí y a veces los problemas aparecen incluso antes. Lo realmente importante es el uso que le damos a la voz. Cuando hablamos o cantamos, generalmente respiramos por la boca, porque no da tiempo a veces a respirar entre frase y frase y, si lo haces, no queda natural. Sin embargo, la manera correcta de respirar es por la nariz. Esto es porque en la nariz hay filtros que atrapan a las bacterias y toxinas. En la boca no tenemos esos filtros.

Como respirar por la boca es lo natural al hablar, es normal que las bacterias y toxinas acaben en el fondo de la garganta. Esto hace que las mucosas estén menos protegidas y por ese motivo son más susceptibles a infecciones o inflamaciones. Cuanto más tiempo estemos haciendo esto, más se agrava el riesgo.

¿Pueden aparecer más nódulos a partir de cierta edad (los 50 en este caso) o es indistinto?

A partir de cierta edad, los músculos y ligamentos van perdiendo elasticidad, sobre todo si no se trabajan. En cuanto a los nódulos, no son algo que suela aparecer de la noche a la mañana. Son daños acumulados. Esto quiere decir que si un día fuerzas la voz no te va a pasar nada más que una inflamación (depende de cuánto la fuerces, por supuesto). Sin embargo, si haces un mal uso reiterado de tu voz, sí acabas teniendo problemas.

En el caso de la edad, suele afectar el tener otro tipo de malos hábitos, como fumar o beber en exceso. Esto produce que la voz se vaya debilitando hasta que aparecen los problemas. Si el problema es que fuerzas mucho la voz, los nódulos no van a tardar en aparecer y lo harán antes de los 50. Eso sí, a mayor edad, más lenta será la recuperación.

¿Tiene que ver la edad para que la voz esté 'cascada' o depende del (mal) uso que se haya hecho de ella?

Claramente depende del mal uso que se haya hecho de ella. Hay muy buenos cantantes de edad avanzada que siguen cantando pasados los 80, incluso. Pero sí que es verdad que, con los años, se pierde elasticidad y se desgastan las mucosas, así que es vital trabajar y cuidar la voz si quieres que te dure para toda la vida.

Si tenemos algún problema con la voz, ¿cuánto tiempo debemos dejarla en reposo antes de volver al trabajo o poderla utilizar?

Depende del caso. La respuesta a esta pregunta debe darla el médico (otorrinolaringólogo) después de una exploración, porque es probable que recete algún antiinflamatorio y dé algunas pautas. Nosotros somos de la opinión de que hay que intentar usarla lo antes posible, aunque no de manera agresiva. Con ejercicios suaves que nos permitan movilizar las cuerdas vocales sin forzarlas. 

Este tipo de ejercicios son los semioclusivos, donde el tracto vocal está parcialmente ocluido, como el trino de lengua: mantener una 'RR' con voz de bostezo y hacer sirenas (nota grave a nota aguda y volver, con un flujo continuado de aire). Si no sale sonido al realizarlo o se para en las agudas, significa que hay inflamación, con lo cual hay que parar. Pero es bueno ir probando poco a poco, para ver cómo responde la voz.

¿Cómo es de importante la voz?

La edad es un factor a tener en cuenta para todo el cuerpo humano y la voz no es una excepción. Sin embargo, la edad también nos da experiencia y sabiduría para aprender a valorar lo que importa. Esto hace que estemos más abiertos a realizar ejercicios aburridos si sabemos que nos van a ayudar a mejorar. Gran parte de nuestros alumnos mayores de 50 son más disciplinados que los más jóvenes a la hora de practicar y eso es una ventaja que realmente marca la diferencia.

Cinco consejos de coach vocal para no perder la voz si la utilizamos mucho.

1 Hablar más despacio

Que un público se aburra es algo que aterra a cualquier profesional de la voz. Sobre todo a los que dan charlas, como profesores, locutores, gente de negocios… Inconscientemente pensamos que si hablamos más deprisa vamos a captar mejor la atención de nuestra audiencia. Sin embargo, como en todo, hay que encontrar un equilibrio.

No puedes hablar súper despacio, porque es verdad que se van a aburrir, pero tampoco puedes hablar muy rápido porque no te van a entender y no se van a quedar con los conceptos, ya que mientras los están procesando tú ya estás cambiando de frase.

Técnicamente hablando, si hablas muy rápido no te da tiempo a respirar por la nariz en casi ningún momento. Además vas a gastar el aire más rápido, así que vas a necesitar coger más antes. Esto va a hacer que todas esas bacterias y toxinas hagan una fiesta en tu garganta y acabarás con toda la zona debilitada e irritada.

2 Aprovechar las pausas

Entre frases hay pausas y las hemos de utilizar. Acabamos una frase con el aire justo, pero entonces hemos de aguantar un poco antes de abrir la boca para coger una bocanada. Es un momento en el que tenemos tiempo, así que hemos de dejar la inercia de respirar por la boca y en ese momento hacerlo por la nariz. No serán quizás tantos momentos como los que estemos respirando por la boca, pero menos es nada. Hay que aprovechar ese tiempo también para rehidratar el cuerpo.

Cuando estamos hablando estamos gastando aliento y en el aliento hay vapor. Ese vapor es agua que estamos perdiendo de nuestro cuerpo y hay que reponerla. Esto no significa que al beber estemos hidratando directamente las cuerdas vocales. No es así, las cuerdas vocales no tocan el agua que bebemos directamente, pero sí lo hace la garganta.

Como siempre, hay que encontrar un equilibrio y depende de cada persona. Hay personas que al hablar en público se ponen nerviosas y se les seca la boca. En ese caso tienen que beber más a menudo. Pero si te pasas de beber, tendrás la incomodidad de tener que ir al baño y no poder porque no ha acabado la presentación.

3 Hablar más relajadamente

A nadie le gusta escuchar a alguien que está estresado, pero tampoco a alguien que está como si acabara de salir de una operación con anestesia. De nuevo hay que encontrar un equilibrio. Técnicamente, el estrés es de lo peor que hay para la voz. Esto es porque al estresarnos activamos más musculatura de la necesaria y hablando del aparato fonador, esto se refiere a la laringe, la mandíbula, la lengua y los músculos del cuello.

Toda esta musculatura externa no debe activarse, debe estar lo más relajada posible, porque afecta a nuestro sonido y a nuestro uso de la voz.

En la laringe, por ejemplo, es donde están alojadas las cuerdas vocales. Si se tensa, no va a permitir que estas se junten y vibren con normalidad. Además, esa tensión no va a permitir que la laringe se incline cuando tiene que hacerlo, para acceder a las notas agudas.

Así pues, esta es de las peores tensiones que puede tener un cantante o un profesional de la voz. La laringe debe estar relajada. No debe subir para alcanzar notas agudas, ni tampoco debe bajar para alcanzar notas graves.

Se va a mover, sí, porque para formar una u otra vocal tiene que moverse (por ejemplo, baja un poco para formar la U). Pero una cosa es que se mueva para formar una vocal en concreto y otra diferente es que se mueva arriba y abajo para alcanzar un tono.

Cómo posicionar la mandíbula y los músculos faciales está muy relacionado con la laringe y por eso es también muy importante. La posición de la mandíbula tiene que ser como esa posición que tiene cuando estamos viendo la televisión (cara de embobados). Un poco caída, relajada.

Desde ahí, hay que permitir la movilidad para formar cada consonante. Hay consonantes que necesitan que juntemos los labios, con lo que la mandíbula subirá un poco, pero hay una gran mayoría que no precisan de ningún movimiento.

Siempre hemos de practicar hablar lo más relajadamente posible. Un buen truco es mirarte en un espejo e intentar mover lo mínimo posible los músculos faciales, sin interferir en la pronunciación. Cuando estamos en una exposición, reunión… hablando a un grupo de personas, creemos que al gesticular más nos van a entender mejor y van a estar más atentos, pero no es así. Hay otros factores que tienen más peso en el entretenimiento de los oyentes y no es la gesticulación. El consejo es que pronuncies bien, pero con el mínimo esfuerzo muscular posible.

4 Hacer calentamiento y enfriamiento vocal

Si vas a utilizar la voz durante un buen rato tienes que prepararla antes. Esto hace que actives la musculatura interna de la laringe, que es la que sí que hay que usar. Hay unos músculos que recorren las cuerdas vocales y son los encargados de que se junten y tengan grosor y hay otros músculos que hacen que las cuerdas vocales se estiren y sean más largas. Son estos los músculos que vamos a utilizar en el calentamiento.

Así haremos que las cuerdas se junten al hablar, lo que hará que la voz no sea airosa y también haremos que las cuerdas tengan más grosor, lo que hará que la voz tenga más cuerpo. Finalmente haremos que las cuerdas vocales se estiren y se acorten, con lo que estaremos trabajando en la elasticidad.

Si bien es importante hacer esto antes de la presentación, también es importante hacerlo al acabar. Le hemos llamado 'enfriamiento', aunque técnicamente no lo es. Al hacerlo, nos aseguramos de que, aunque en algún momento nos hayamos salido de lo que es correcto, acabemos con una movilización correcta de nuevo.

5 Dinamizar la voz con un coach vocal

Hemos hablado de muchas cosas que hay que hacer y otras que no. A menudo es difícil saber por uno mismo cómo dejar de tensar la mandíbula o cómo movilizar la musculatura interna de la laringe (como juntar las cuerdas vocales, cómo darles grosor, cómo alargarlas y acortarlas). Incluso saber cómo preparar la voz antes y después de la presentación. Todo eso te lo enseña un coach vocal y te va a ayudar, no sólo a que tu voz no se dañe, sino también a evitar que el público se duerma. Un coach te hará ver las inflexiones vocales que haces y te sugerirá maneras de hacer más dinámicas tus charlas. Con nuevas herramientas tendrás otras maneras de expresarte que harán que el público esté más entretenido y te preste más atención.