¿Te atravesó el rayo de Bowie? No puedes perderte esta exposición

En 1973 David Bowie ya era la estrella más refulgente del rock británico, y su alter ego, Ziggy Stardust, el personaje más 'cool' y deseado del momento. Pero faltaba plasmar todo el glamour en una instantánea que capturara esa iconicidad de un solo vistazo. Esa imagen iba a ser la que protagonizaría la portada de su disco de aquel año, 'Aladdin Sane'. Ya saben, la del rayo azul y rojo que atraviesa su rostro. El autor de aquella rompedora fotografía, considerada desde entonces la Mona Lisa del pop, era Brian Duffy. Ahora el original puede contemplarse en todo su esplendor, junto a más de 160 objetos del archivo del fotógrafo, en la muestra que acoge en primicia el Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid (COAM) dedicada al camaleónico cantante.

Entre 1972 y 1980, la etapa más creativa y asombrosa de Bowie, artista y fotógrafo crearon una imaginería única e imperecedera. Duffy, que había capturado en los sesenta el espíritu del Swinging London con su cámara, fotografió por primera vez a Ziggy Stardust unos días después de la mítica aparición televisiva de este en 'Top of the pops', aquella que tanto impactó a la juventud de su época. Ahí empezó su fructífera colaboración. Fueron solo cinco sesiones fotográficas repartidas a largo de los años, pero a partir de ellas Bowie creo algunas de sus más célebres encarnaciones. No solo Ziggy, también Aladdin Sane, The Thin White Duke o el Pierrot de 'Ashes to ashes'.

El original de un icono de la cultura pop

'Bowie Taken by Duffy' es una cita imprescindible para cualquier fan del Duque Blanco La muestra inmersiva recoge fotos, bocetos, carteles, textos, diseños de vestuario y entrevistas inéditas con músicos, productores, artistas, maquilladores y amigos que trabajaron o conocieron al dúo. La joya de la corona, por supuesto, es la impresión original 'Aladdin Sane Dye Transfer', la única copia original de la imagen del álbum, de la que después han salido infinitas réplicas y productos de merchadasing, pero también las pruebas de imprenta a color o las diferentes tomas que se hicieron para llegar a la de los ojos cerrados que pasaría a la posterioridad.

Los aficionados pueden ver en la exhibición la Hasselblad 6x6 con la que captó al camaleón del pop para 'Scary Monsters' (1980). La Olympus OM2, la Horizont rusa y la Cannon Dial de medio formato con las que Duffy le acompañó al desierto de Nuevo México en el rodaje de 'El hombre que cayó a la Tierra' (1976), y la Polaroid SX70 junto a las tomas de la sesión de 'Lodger' (1979).

Objetos salvados del fuego

Todos estos objetos estuvieron a punto de perderse cuando un desencantado y sobrepasado Duffy se puso a quemar los negativos y copias de su trabajo en el patio trasero de su casa. Las autoridades llegaron a tiempo de frenar parcialmente la catástrofe, aunque no lograron salvarlo todo. Por ejemplo, su material con los Beatles o John Lennon quedó destruido. Y Duffy desapareció. Nunca volvió a coger una cámara de fotos. En 2007 se le diagnosticó una enfermedad degenerativa pulmonar que le llevaría a la muerte en 2010. Pero el legado estético que construyó con Bowie perviviría para siempre. La muestra que puede visitarse en Madrid hasta el 25 de junio, y que después viajará a otros países, supone una oportunidad única de sumergirse en algunas de las imágenes más importantes de la historia de la música.