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Hace tiempo que Julio Iglesias lleva, o al menos lo intenta, una vida discreta y tranquila. Se dice mucho de él, pero el cantante solo habla cuando cree que es necesario o así lo considera. Él marca sus tiempos. ¿Lo último? Un programa argentino señalaba hace unos días que el artista sufre problemas de movilidad que le obligan a estar en una silla de ruedas y que, además, también padece problemas de memoria. No obstante, Julio Iglesias ha callado esos rumores.
“La parte motriz y la parte cognitiva no le responden. Y las personas que tenían relación con Julio no llega a él hoy por hoy y eso es lo que preocupa, que no levanta el teléfono o no responda a las llamadas”, decía el presentador del programa. Desde que esas informaciones comenzaron a circular. Ramón Arcusa, del Dúo Dinámico, quiso parar los rumores con un tweet: “¿Pero qué tontería es esa? Hablo con él a menudo y eso no es cierto. Está lucido como siempre”.
El mismo Julio Iglesias, de 79 años, ha querido romper su silencio esta madrugada desde su refugio en Punta Cana a través de sus redes sociales. En el mensaje admite que está pasando por una época en la que prefiere la soledad, el estar alejado de los focos, pero que le preocupa que eso este haciendo a muchos dudar de su estado de salud.
“De una manera mal educada para aquellos que han hecho dudar de mi salud, les diría que estoy DPM, pero para las gentes que me quieren de verdad, decirles que nunca he tenido mi mente más clara, escribiendo mis memorias, y les agradezco con toda mi alma su cariño de siempre”, escribía en su cuenta de Instagram Iglesias.
El cantante sostiene que no entiende “tanta especulación por no querer hacer entrevistas en estos momentos. Vuelvo a leer por todos los sitios que estoy en una silla de ruedas, con la mente perdida y que ni siquiera recuerdo mis canciones. ¿Cómo se puede ser tan mal intencionado y acumular tanta maldad?”.
Para dar aún más credibilidad a sus palabras, Julio Iglesias acompaña el texto de una imagen suya de estos últimos días en la que vemos que se ha dejado bigote. “Me recuerda mucho a mi padre”, señala el artista.
Cierto es que lleva tiempo manteniéndose al margen de los focos y tampoco hace un gran uso de sus redes sociales, pero hace solo unos meses, en marzo, anunciaba que estaba “empezando a escribir mis memorias. Sin darme cuenta voy poco a poco llenándome de nostalgias. Siempre me digo que la nostalgia es un poco dar marcha atrás. Quiero con fuerza que estas memorias les hagan reír y llorar, las dos emociones juntas son en realidad la propia vida”.
En los últimos meses es cierto que Julio Iglesias no ha concedido entrevistas, pero en marzo hablaba con la revista Hola para defender a su expareja, Isabel Preysler, tras separarse de Mario Vargas Llosa de una forma poco amigable después de que el escritor no dejase en buen lugar a la socialité.
“Es profundamente injusto cómo se están comportando con ella”, aclaraba el cantante. “Han muerto dos de sus exmaridos, que estoy absolutamente seguro de que también la hubieran defendido en este momento, y yo le tengo mucho cariño”, comentaba.
Así, Iglesias sostenía entonces que “fuera como fuese la ruptura, un caballero y señor sabe cómo acabar las cosas. Se sale públicamente y se le desea a la otra persona toda la felicidad. Y si alguien quiere entrometerse, se dice que es un tema de dos en el que no hay que meterse y sí respetar. El comportamiento del señor Vargas Llosa ha dejado mucho que desear”.