Cinco frases de Manolo García que te harán sentir bien (si tú también pasas del mundo)

"Dame mi alma y déjame en paz". A confesión de parte relevo de culpa. Manolo García lleva cuatro décadas en la cuadratura del círculo. A saber, la imposible fórmula de ser un artista cercano, entrañable, y a la vez un poco ermitaño. Más o menos lo que pasa con sus música, instalada de lleno en ese pop tan castizo -al que nunca le faltan unas palmas flamencas-, pero aquejado de cierta profundidad, incluso de tragedia. Como un halcón herido por las flechas de la incertidumbre, ni más ni menos.

Por eso hoy, mientras se va llenando el Wizink que acogerá hoy su primer concierto del año en Madrid, te ofrecemos algunas de sus frases más luminosas /lapidarias para que cuando te sientas un poco cascarrabias con el mundo no te sientas solo. Pero no te asustes, todo viene acompañado de 'Un poco de amor'.

El tiempo

"A partir de 40 o 50, empiezas a darte cuenta de que tienes que ir priorizando y dejando a un lado las cosas que realmente no te interesan, o las que no te aportan, y en eso estoy" (Uppers)

García siempre asegura ser consciente de que tiene menos tiempo, es decir, de que cuando tienes 20 años en realidad es como tener la eternidad por delante. Y sin embargo, en cada entrevista el artista sigue rebosando entusiasmo por la música y por comunicarse, sobre el escenario, con el público. Eso sí, cuando se baja de él, el artista "quiere ser una persona normal que pasa desapercibida".

Política

"Los políticos a veces se creen estrellas de rock, pero las estrellas nos dan alegrías, dan conciertos y nos ponen la piel de gallina. Los políticos en cambio nos dan unos disgustos de la hostia". (El Mundo)

Como para no estar bastante harto de la política un catalán charnego, que nunca se adscribió (no al menos de manera radical) al tema identitario que devino en independentismo. Parte de la discordia que llevó al final de El Último de la Fila, dicen, tuvo que ver con las diferencias que había entre él y Portet en ese sentido.

Tecnología

"No tengo internet en el móvil ni whatsapp. No me gusta lo que la tecnología y las redes le han hecho a la música". (Uppers)

Hay quienes abrazan lo que los viejunos llamábamos 'las nuevas tecnologías' como herramientas de la creatividad y hay quienes no. Esto es así. García ha dicho en más de una ocasión que lleva un 'móvil muy viejuno' y que pasa de redes sociales. Y es probablemente esa abierta distancia generacional la que hace que sus fans sean, en su mayoría, los de toda la vida. Y qué más da: más para nosotros.

Adolescencia

“Yo fracasaba. No ligaba, era torpe. Iba a la discoteca y decía '¿Para qué vengo?'. Tenía acné juvenil. Todos mis amigos ligaban y yo decía de mí 'Qué fracaso de persona'. (Cadena 100)

De aquellos polvos, estos lodos. Dice él mismo que 'Como un burro amarrado en la puerta del baile' es el relato redivivo de lo mal que lo pasaba en las fiestas y kermeses. Vamos, que de chaval era un desgraciado. Pero ¿os imagináis el subidón cuando tocaba esa canción ante miles de personas que le adoraban? Ni a galeras, ni a remar. Justicia poética, le llaman.

La guerra

"He visto a los hombres llorar como niños, he visto a la muerte como un ave extraña, planear en silencio sobre los caminos, devorar a un sol que es tuyo y es mío" (De 'La Milagros' escrita por Quimi Portet para El Último de la Fila).

Para acabar con algo de recochineo, que finalmente es parte de la personalidad de García, extraemos esta frase de uno de los grandes temas de El Último de la Fila, escrita por Quimi Portet como una especie de burla de la canción 'comprometida', España se la tomó en serio y la convirtió en 'himno antibelicista' para sorpresa de los autores. Una prueba de que más allá de las intenciones de sus autores, las canciones pueden a veces alcanzar sus significados más ambiciosos de puro rebote. ¿El tema es cursi? Sí, pero a la luz de las guerras que asolan Europa ahora mismo, las palabras que seleccionamos adquieren su verdadera dimensión. Como diría Portet: "se acabó la coña".