Desde sus casas y en la distancia: 'Los Secretos' graban una nueva versión de la canción 'Pero A tu lado'

  • El músico recupera el tema que su hermano Enrique dedicó a su hija María para superar la cuarentena

En su estudio, con su característica gorra y con el único objetivo de sacarnos del pánico coronavírico. Al igual que Jorge Drexler, Alejandro Sanz o Javier Ruibal, Álvaro Urquijo, líder de Los Secretos, se ha sumado al #yomequedoencasa haciendo con el resto de la banda una nueva versión de 'Pero a tu lado'.

Como explica el propio Urquijo, cada uno de los miembros del grupo elabora su parte mientras se graban en vídeo. Cada toma se envía por mail, se mezcla y se sube a las redes. El resultado es un directo de primerísima mano: voces más rasgadas de lo habitual, sonidos puros, notas que se escapan a la versión convencional y la magia de ver cómo se ‘hace’ la música, y no cualquier música: la de Enrique Urquijo y Los Secretos.

La tristeza en una canción

'Pero a tu lado' es, para muchos críticos, la tristeza hecha canción. Menos recordada que el famoso ‘Déjame’ o ‘Sobre un vidrio mojado’, su aportación al pop español es innegable. El tema habla de errores necesarios, de madurez, de sentimientos reencontrados, de relaciones por explorar… El destinatario no es ningún amor perdido, sino María, la hija de Enrique Urquijo, una jovencísima musa que protagonizó algunos de los mejores trabajos del músico, fallecido en noviembre de 1999.

La elección de esta canción para afrontar una crisis sanitaria seguramente no es casual. Bajo su aparente tristeza, el tema evoca un mundo más amable y tranquilo, lejos de los excesos que consumían a su autor y, al mismo tiempo, necesitado de nuevas maneras de vivir.

En aquel momento, Enrique "había muerto y había resucitado" y con "aquellas cenizas" quería retomar la relación con su hija. Ahora, 25 años más tarde, la canción ya no es cosa de dos. Se hace cosa de todos y llama a la solidaridad. "Ayúdame y te habré ayudado", dice el estribillo. Tal vez lo único bueno de las crisis sea probar cómo andan los índices de ayuda y empatía. Por el momento, progresan adecuadamente, pero en una sociedad condenada a la prisa y a la sobre-estimulación, la reclusión parece en sí misma un castigo. No es extraño que el final del vídeo acabe con esta petición del propio Urquijo: "tener paciencia y ser muy solidarios". Ojalá este mantra perviva a la cuarentena de todos los coronavirus.