Manual o automático: el tocadiscos perfecto para disfrutar de tus vinilos favoritos

  • Los tocadiscos parece que han vuelto para quedarse una buena temporada, hacerte con uno te permitirá reconciliarte con tus antiguos vinilos que han estado años guardados esperando a volver a ser utilizados

Mientras la tecnología no deja de avanzar a pasos agigantados y nos trae aparatos cada vez más revolucionarios, parece que lo antiguo también tiene su hueco en pleno siglo XXI. La nostalgia se apodera de la población y lleva a que se pongan de moda artículos que hoy en día llamamos vintage. Desde la ropa hasta la decoración, se vuelven tendencias lo que hace 30 años era la novedad. Y entre los elementos decorativos que cada vez son más solicitados están los tocadiscos.

Seguramente tendrás más de un vinilo por ahí escondido de tu época con las mejores canciones de tus artistas favoritos y, por qué no, hasta tu antiguo tocadiscos, que lo más probable es que se mantenga en perfectas condiciones. En la actualidad, los tocadiscos y los vinilos han repuntado considerablemente sus ventas. Los artistas, viendo el auge, ya no solo sacan su edición física de un disco, sino que también un vinilo para contentar a aquellos fans que desean escuchar sus canciones en el tocadiscos. Por ahora parece que ha vuelto para quedarse una buena temporada en nuestros salones.

¿Cómo elegir el tocadiscos perfecto?

Si siempre has sido un amante de ellos o has encontrado tus antiguos vinilos, puede que sea el momento de hacerte con el tocadiscos que tanto sueñas para relajarte cada tarde mientras escuchas a tu grupo favorito. Cada uno está dotado de unos elementos para que su funcionamiento sea el correcto, pero el más imprescindible es la aguja, sin ella el tocadiscos no hará nada. Con su contacto con el vinilo hace que lea la información y el sonido se reproduzca. Ten en cuenta que es la parte que siempre está trabajando, por lo que la buena calidad de la aguja no solo te dará un gran sonido, sino una buena conservación del vinilo.

Una de las grandes diferencias entre los distintos tocadiscos, más allá de su diseño, son aquellos que tienen el brazo de la aguja automático o manual. Con el automático todo es más fácil, el proceso está mecanizado, pues el brazo coloca la aguja sobre el vinilo. Pero los manuales tienen otro encanto. Necesitan de una buena precisión para que tú mismo coloques la aguja en el vinilo, esta delicadeza hace que sus componentes sufran menos daños que en un tocadiscos automático.

Por su parte, una base estable ayuda a una reproducción de la música correcta, sin que existan problemas. Luego está el plato, que cuanto más pesada sea la base mejor, pues el plato tendrá más estabilidad y absorbe mejor las vibraciones. Sobre el plato se coloca el disco, por lo que se debe cuidar y mantener limpio para no dañar el vinilo. Además, lo normal es que cualquier tocadiscos ofrezca conexiones a través de jack estéreo, salidas de phono o conexiones USB.

Desde gangas hasta los más selectos

Puede que ni tengas que hacerte con un tocadiscos. Si ya tienes vinilos, lo más probable es que por ahí escondido tengas uno antiguo, que no por serlo significa que no vaya a funcionar. Incluso algunos podrían ser una verdadera joya o, aunque le falte alguna pieza para funcionar correctamente, podría conseguirse y restaurarse para que pueda reproducir tus vinilos.

Aún así, la oferta a día de hoy en lo referente a tocadiscos es enorme. Los hay de todos los precios, incluso por menos de 100€, una verdadera ganga. Obviamente su calidad es menor, pero cumple a la perfección con su cometido. Los hay de diferentes estéticas, unos más modernos, con acabados en plástico imitando a metal, y otros que buscan un toque más antiguo y nostálgico, chapados en madera o con un diseño que recuerda bastante a una radio de coche antigua. Desde luego que juegan (y bien) con la nostalgia.

Luego están los que pasan directamente a otro rango superior con una calidad mayor, que se aprecia notablemente en su reproducción, la aguja es mejor y su estructura mucho más pesada y sólida hacen que la vibración se anule y la experiencia sonora sea mucho más satisfactoria. Los hay de 300€, de 500€, de 1000€, y de precios muy superiores. Pero si lo que buscas es darle una nueva vida a tus vinilos antiguos, comprar los nuevos que más te interesen de tus artistas y grupos favoritos para escucharlos tranquilamente mientras tomas una copa de vino, uno estándar con una buena aguja y una base consistente que anule el ruido, será suficiente.