Marc Geiger (57 años) es un alto ejecutivo estadounidense vinculado al mundo de la música, conocido por ser el cofundador del festival Lollapalooza, uno de los más importantes a nivel mundial. En su edición americana (cuenta con sus versiones latinoamericanas y europeas), el festival ha albergado conciertos de artistas y grupos míticos como Metallica, The Ramones, Paul McCartney, The Cure o Amy Winehouse. Toda una voz autorizada en la industria musical mundial que en los últimos días ha opinado sobre el futuro de los festivales y grandes conciertos. Y su previsión es poco halagüeña.
Geiger acudió al podcast de Bob Lefsetz, reconocido crítico musical estadounidense. Allí, el cofundador de Lollapalooza consideró que las citas musicales sin restricciones de aforo ni medidas de seguridad se pospondrán hasta 2022. "Llevará mucho tiempo antes. Es mi instinto, esto va a tomar un tiempo porque los eventos superdifusores como deportes, espectáculos o festivales no van a funcionar demasiado bien mientras el virus esté presente", opinó en declaraciones recogidas por el semanario 'New Musical Express'.
Hay "probablemente veinte obstáculos" que la música en vivo debe sobrepasar antes de que regrese sin ningún tipo de restricción. Entre ellos, Geiger apuntó hacia el "espacio y la densidad". También habrá problemas con la responsabilidad de los organizadores con respecto a las aseguradoras. De esta forma, alertó de que los próximos seis meses puedan ser más "dolorosos" que los ya pasados.
La industria musical en vivo ha regresado a la actividad con fuertes restricciones de aforo. Ahora, lo habitual ver conciertos en los que la gente, lejos de vibrar y saltar al ritmo de la música, se mantiene sentada en su localidad con su mascarilla puesta. Pese a las nuevas condiciones, que dificultan la producción de este tipo de eventos, son muchos los músicos de nuestro país que han anunciado giras de aforos reducidos. Desde Coque Malla hasta Diego el Cigala, pasando por Los Secretos, la música no para en España.
Además, en el horizonte de la industria ya se vislumbra una revolución en la forma de disfrutar de la música: los conciertos por streaming de pago. Se trata de retransmisiones en directo en los que el espectador, pagando un precio reducido, puede elegir las tomas que quiere ver. Estos conciertos contarán con una realización propia, pero el vidente podrá personalizar las imágenes y acceder a planos imposibles de ver en los directos.