Espetos, Málaga y una prohibición: la intrahistoria de cómo se le ocurrió a Georgie Dann la canción de 'La Barbacoa' y 'El Chiringuito'
Georgie Dann ha fallecido a los 81 años de edad
Te contamos el origen de las dos canciones que marcaron su obra musical: El Chiringuito y La Barbacoa
La primera nació de una prohibición; la segunda, de un encuentro con amigos
El rey de la canción del verano nos ha dejado. Georgie Dann, una de las voces más populares de los 70 y 80, ha fallecido a los 81 años de edad tras una vida entera de 'hits', aunque no solo marcada por la música. De origen francés aunque afincado en Las Rozas, Madrid, Dann era un amante devoto del jazz, estudió clarinete en el conservatorio y durante algunos años ejerció como profesor de primaria. Desde las aulas, el cantante francés cambió radicalmente de vida y cambió la pizarra por el micrófono, convirtiéndose en un indispensable en las fiestas de toda España.
Porque, ¿quién no ha bailado alguna vez 'La barbacoa'? ¿A quién no se le ha escapado aquello de 'El chiringuito, el chiringuito, el chiringuito'? En un homenaje a la cultura de nuestro país y a uno de los imborrables, en Uppers, el origen que pocas veces se supo y que explica dos de los momentos más representativos de lo popular español.
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Buscando un 'chiringuito' para comer en Málaga
Eran finales de los años 80 y Georgie Dann triunfaba como pocos en nuestro país. Había tocado en la Feria de Málaga y la actuación había sido un éxito. Y claro, había que celebrarlo. Reunió a sus amigos y dijo: 'señores, vamos a comer al chiringuito, que invito yo'. "Fuimos a un chiringuito y estaba cerrado. Preguntamos por otro al que pudiésemos ir, cogimos el coche otra vez y cuando llegamos, cerrado. Y digo: 'está pasando algo aquí", contó en declaraciones a LOS 40.
¿Qué pasaba? ¿Por qué no había ningún chiringuito abierto? Al parecer, la Ley de costas de 1988 comenzaba a estar, por fin, vigente. Aquella ordenanza obligaba a los chiringuitos tradicionales a tener que alejarse más de la costa. Su comida se había frustrado; no habría celebración. Había que buscar un plan B. Y fue entonces cuando la inspiración le llegó al artista, que comenzó a maquinar en su cabeza. Y de repente surgió. "Estaban todos cerrados y de reformas", explicó.
Aquel descontento pronto generó una de las letras más famosas que se recuerdan en España. "Al ver que estaba todo cerrado, ¿qué se me pasó a mí por la cabeza? 'Joder, un chiringuito, el chiringuito, un chiringuito, y surgió la canción". Habrá que darle las gracias a la Ley de costas del 1988; no solo por salvaguardar un poco más el planeta y proteger las playas, sino por haber inspirado la canción por la que todos recordarían, años más tarde, a Georgie Dann.
La barbacoa
Menos misticismo tiene la historia de La barbacoa, otro de los grandes himnos verbénicos que ha trascendido durante generaciones y ha terminado por convertirse en la banda sonora de las comidas familiares a la brasa. El tema salió a la luz en el año 1994 y se convirtió en la canción del verano en menos de lo que canta un gallo. Era pegadiza y tenía buen ritmo. Cuando la melodía entraba en la cabeza, ya no salía en todo el día. Era ese tipo de canción pegajosa, que se adhería en la psique de las personas desplazando cualquier otro pensamiento, una de las grandes virtudes de Dann como artista.
Fue compuesta en uno de esos rafagazos de inspiración que caracterizaban el proceso de creación de Georgie Dann, la espontaneidad que siempre le caracterizó. Al parecer, le estaban realizando un reportaje en un jardín, junto a unas brasas. Al terminar, alguien encendió el fuego y comenzaron a venirle los olores del chorizo, las chuletas de cordero, las longanizas y todos los alimentos irremplazables que conforman una buena barbacoa. Su mente comenzó a hilar conceptos y surgió ese tema atemporal y mítico, la canción por la que siempre se le recordó, que ha sonado en miles de comidas de domingo.