Philippine Leroy-Beaulieu, la jefa de 'Emily in Paris' que tiene mucho que ver con el Sandokan de tu niñez

En la última edición de la Paris Fashion Week, hace apenas un mes, las miradas no recayeron en top models, actrices de última hornada o parejas de futbolistas multimillonarios, sino en una mujer de 58 años delgada, de pelo castaño y un estilismo impecable. La encarnación del chic francés. Para los fans de 'Emily in Paris' la descripción podría corresponder a la de Sylvie Grateau, la jefa parisina y pelín cínica de Lily Collins. Y no andarían equivocados. La estrella de la pasarela más famosa del mundo fue Philippine Leroy-Beaulieu, la actriz que la interpreta.

Old is Gold

La novedad, y el indicio de que algo está cambiando, es que en la serie de Netflix, pensada para el público millennial, el gato al agua se lo lleva esta actriz, perfecta representante del Old is Gold ('lo viejo es oro'), la frase que cada vez circula más en las redes y en los medios para dar cuenta de una generación de hombres y mujeres que parecen brillar más desde que cumplieron 50 años.

Leroy-Beaulieu no solo ha cautivado a los espectadores, sino a los creadores de la serie, que cada vez desarrollan más tramas para este personaje, incluidas las sexuales. Dicho de otro modo: ni Emily ni ninguna de sus jóvenes antagonistas. Es Sylvie la que capta la atención de los seguidores y de los personajes más masculinos y cañones de la última producción de Darren Star, el artífice de 'Sexo en Nueva York'.

Sin miedo a envejecer

Al igual que su personaje en la serie, Leroy-Beaulieu no tiene miedo a cumplir años. "Un mundo donde la gente no puede envejecer es un mundo peligroso", afirmó recientemente en la edición inglesa de la revista Glamour. Sin embargo, envejecer con dignidad es algo que sí le preocupa. "Hace poco hablé con mi hija de 30 años sobre este tema. Ella me dijo que no quería vivir en un mundo donde las mujeres no pudieran envejecer. Creo que es importante que nos adueñemos de nuestra propia vejez y no la convirtamos en un problema, en algo de lo que no se pueda hablar o de lo que nos sintamos culpables. Es algo normal que le pasa a todo el mundo", explica.

Las declaraciones de la actriz son relevantes en un ámbito, el show-business, donde la apariencia lo es casi todo. "Entiendo la inseguridad y la presión especialmente en nuestro negocio. Pero si alguien no empieza a decir 'Esta es mi edad, estas son mis arrugas y esta es mi vida' vamos a un mundo cada vez más triste", asegura.

Para Leroy-Beaulieu, aunque la edad pueda implicar algún deterioro físico, es un tesoro emocional: "envejecer con dignidad es convertirse en una persona más amable respecto a cuando eras joven. La vida te va puliendo y te hace comprender mejor cómo nos sentimos y quiénes somos. Sentimos más compasión frente a nuestros semejantes y menos competitividad".

¿Pero quién es Philippine?

Los mayores de 50 hemos crecido con una serie (y una sintonía) mítica: 'Sandokan', adaptación televisiva del clásico de Emilio Salgari. El actor indio Kabir Bedi encarnaba al Tigre de Momprazen, acompañado de su inseparable amigo Yánez, interpretado por Philip Leroy, padre de la actriz.

Philippine nació en París y se crio en Roma, donde su padre rodaba la serie y desarrolló una interesante carrera en el cine. Se educó en el Colegio Americano de la Ciudad Eterna. El inglés fue su idioma en los estudios y en las relaciones sociales, algo que luego sería relevante para dos de los trabajos más importantes de su carrera: la versión americana de 'Tres solteros y un biberón' y la propia 'Emily in Paris'. En ambos casos, los productores necesitaban a una actriz francesa bilingüe en inglés, algo al alcance muy pocas, pese a que algunas actrices francesas han hecho carrera en Hollywood: entre otras, Catherine Deneuve, Marion Cotillard, Isabelle Adjani, Audrey Tatou, Juliette Binoche o Sophie Marceau.

Actriz, pese a la oposición familiar

A los 16 años se trasladó a París para estudiar Literatura Francesa en La Sorbona, al tiempo que iniciaba sus estudios de Arte Dramático, pese a contar con la oposición paterna. El conflicto duró poco porque la actriz enseguida fue seleccionada para el papel de Fauve en la serie 'La hija de Mistral'. Desde entonces no ha parado.

Debutó en el cine con la mencionada 'Tres solteros y un biberón' (Coline Serreau) y después intervino en 'Los poseídos' (Andrzej Wajda), 'Camomille' (Mehdi Charef), 'The Keys to Paradise' (Philippe de Broca) y 'Nueve meses' (Patrick Braoudé). En el ámbito internacional, ha trabajado en 'Vatel' (Roland Joffé) y 'Jefferson en París' (James Ivory). Su última serie antes de 'Emily in Paris' fue 'Call my agent', una comedia en la que la actriz ya desplegaba el glamour maduro y empoderado que hoy enamora a medio mundo.