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El estreno en la década de los 60 de Alerta Máxima convirtió a su protagonista, Steven Seagal, en una de las grandes promesas del cine de acción. Con un estilo de lucha único que combinaba patadas y puñetazos con movimientos propios de las artes marciales, una expresión inalterable y unas onliners llenas de epicidad y carisma, el actor parecía destinado a seguir la senda de estrellas como Bruce Willis, Sylvesdter Stallone o Arnold Schwarzenegger y consagrarse como uno de los tipos duros del Séptimo Arte.
Sin embargo, su problemática personalidad, sus malas elecciones a la hora de elegir proyectos y las múltiples acusaciones por acoso sexual que pesan sobre él han acabado apartándole del camino dorado de Hollywood, hundiéndole en una irrelevancia cultural de la que solo sale por sus escándalos y excentricidades.
Ahora, sin embargo, el actor vuelve a ser noticia, aunque no por sus méritos actorales, sino por la impresionante mansión que ha decidido poner a la venta en el corazón del desierto de Sonora, Arizona (Estados Unidos).
Tal y como señala Engel & Völkers, la agencia que lleva el proceso de venta, esta exclusiva propiedad se encuentra al norte de la desértica ciudad de Scottsdale, un área suburbana de las afueras de Phoenix, la capital del estado. En concreto, se trata de una vivienda de 834 metros cuadrados orientada al sur y emplazada en una espectacular finca de casi cinco hectáreas.
Ubicada sobre una ladera a 1.000 metros sobre el nivel del mar, la mansión fue construida en 2001 y tiene cinco dormitorios, seis cuartos de baño, una cocina completamente equipada y varios salones y salas de estar. Además, cuenta con un cine privado, un spa, una piscina de gran tamaño, tres chimeneas, un garaje con capacidad para tres vehículos y una zona de comedor en la que se pueden hacer barbacoas al aire libre, y se complementa con una casa para invitados equipada con todo tipo de comodidades.
Perfectamente integrada con el entorno natural, la vivienda ha sido diseñada siguiendo un estilo contemporáneo que incluye piedras naturales, vidrio y cobre y un interior de concepto abierto con techos abovedados, estatuas de tamaño natural, columnas rústicas, detalles y ornamentación en cobre y unos ventanales de cuerpo entero completamente tintados y a prueba de balas.
Gracias a su ubicación estratégica, la mansión ofrece una absoluta privacidad y unas fantásticas vistas del desierto de Sonora, uno de los más grandes del mundo y una de las zonas con mayor biodiversidad de todo Estados Unidos.
Su precio es de 3,4 millones dólares (en torno a 2,9 millones de euros) y quien se haga con ella no solo disfrutará de todos los lujos anteriormente expuestos, sino también de las ventajas de vivir en una de las áreas residenciales y vacacionales más demandadas de todo el oeste de Estados Unidos, con una gran oferta de actividades recreativas al aire libre, hoteles y spa de lujo y más de 300 días de sol al año.
La casa se encuentra en la comunidad privada de Carefree Ranch Homesteads, que, además de todo lo anterior, garantiza la máxima seguridad gracias a un sistema de vigilancia 24 horas y ofrece la posibilidad de formar parte del prestigioso Desert Mountain Club, donde se encuentran algunos de los mejores campos de golf de toda Arizona.