Los autónomos a los que Hacienda vigila por su uso de dinero en efectivo

La economía sumergida se ha convertido en un objetivo prioritario de Hacienda. No en vano, según el Instituto de Estudios Económicos, el dinero negro en España se sitúa en un 23,1%, diez puntos por encima de la media de la Unión Europea. Por ello, la Agencia Tributaria lo haya puesto en el foco de elementos a vigilar para evitar comportamientos ilegales y defraudatorios.

Ya en 2021 el Gobierno limitó de 2.500 a 1.000 euros el pago a profesionales. La norma hacía especial énfasis en los trabajadores autónomos, al englobar actividades de pequeño comercio o prestación de servicios que se pagan tanto en esos locales como en los domicilios de los clientes y que siempre son en efectivo.

A principios de año la Agencia elaboró su Plan Anual de Control Tributario y Aduanero en el que hizo hincapié en la necesidad de estrechar la vigilancia sobre los “sectores y modelos de negocio en los que se aprecie alto riesgo de existencia de economía sumergida”.  En base a esto, Hacienda prestará una "especial observancia del uso intensivo de efectivo como único medio de pago o su utilización por encima de las limitaciones cuantitativas legalmente establecidas". 

Actividades en el punto de mira

Según el portal especializado Autónomos y Emprendedores, las actividades a las que Hacienda seguirá de cerca son las siguientes:

  • El sector de la hostelería y la restauración.
  • El sector de las reformas.
  • El sector del comercio.
  • El sector de las actividades inmobiliarias.
  • El sector de la construcción.
  • El sector de la recogida de fruta.

Todas estas actividades están estrechamente ligadas al uso de dinero en efectivo. Comprar en una tienda, pagar la cuenta de una comida o una cena o pagar una reforma en casa son operaciones habituales y cotidianas. Pero en determinados casos existe el riesgo de incumplimiento de la normativa sobre dinero en efectivo.

Multas por incumplir las normas del uso de efectivo

Según la Ley 11/2021 de 9 de julio de lucha contra el fraude fiscal, el incumplimiento de las normas del uso del efectivo puede suponer una multa del 25% de la cantidad pagada en mano y que hayan superado el límite establecido. Si un profesional usa 3.000 euros en una operación en efectivo, tendrá que pagar una sanción económica del 25% del total, es decir, 750 euros.

Hacienda subraya que el dinero abonado en efectivo en el marco de las transacciones económicas suele estar muy vinculado con la economía sumergida”, por lo que hay que establecer una “especial vigilancia” en los sectores mencionados y sus intercambios de efectivo que se produzcan “por encima de las limitaciones cuantitativas legalmente establecidas”.