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Desde el pasado mes de octubre, las comunidades de vecinos también pueden acogerse y beneficiarse de las ventajas de la Tarifa de Último Recurso, conocida popularmente con las siglas TUR, una tarifa de gas regulada por el Gobierno que se caracteriza por fijar sus precios de manera trimestral a través de una subasta en el mercado regulado español.
A raíz de la escalada de los precios provocada por la Guerra de Ucrania, el pasado 18 de octubre el Ejecutivo decidió extender esta tarifa, que hasta entonces solo estaba disponible para los usuarios con un consumo de gas anual inferior a los 50.000 KWH anuales, a las comunidades de vecinos, a fin de reforzar la protección de estos usuarios ante la crisis energética.
Bautizada como TUR de ahorro vecinal, esta tarifa está enfocada a las comunidades de propietarios que tengan calefacción central y un consumo superior a 50.000 KWH anuales, aunque para poder acceder a ella es imprescindible cumplir con una serie de requisitos.
En concreto, para poder acogerse a esta nueva TUR las comunidades de vecinos deberán estar al corriente de pago de todas las obligaciones económicas con la actual comercializadora, haber realizado y obtenido un resultado positivo en la inspección de eficiencia energética y haber instalado contadores individuales de calefacción o repartidores de costes en todas las viviendas para controlar el consumo real.
En caso de no haberlos instalado, no obstante, las comunidades deberán presentar una declaración en la que se comprometan a tener instalados estos dispositivos antes del 30 de septiembre de 2023 y, en caso de no cumplir, estarán obligados a devolver un 25% de la cantidad ahorrada con la tarifa.
La aprobación de la TUR de ahorro vecinal no solo ha permitido que las comunidades de vecinos se acojan a la tarifa regulada, sino que ha destapado una práctica ilegítima que algunos propietarios de este tipo de inmuebles estaban poniendo en práctica.
Tal y como ha destapado un artículo del periódico El País, hay vecinos que disfrutaban de un sistema de calefacción central que han estado instalado más radiadores en sus viviendas sin permiso, incrementando así la potencia instalada y su consumo sin asumir por completo el coste adicional.
Hasta ahora, en algunas comunidades con calefacción central los gastos energéticos se asumían de manera equitativa, repartiéndose entre los distintos vecinos del inmueble. Al añadir más radiadores a sus viviendas, o al intercambiarlos por unos más grandes, estos propietarios aumentaban la potencia contratada y repartían el coste adicional entre todos los vecinos, por lo que nunca llegaban a pagar por completo por su consumo real de gas.
Con la entrada en vigor de la nueva tarifa TUR, este timo cesará, ya que cada vivienda del bloque de vecinos deberá contar con su propio contador individual.
Además, con esta nueva tarifa las comunidades de vecinos deberán medir muy bien su consumo, porque si este supera a la media de los cinco años anteriores deberán asumir un recargo del 25% sobre la factura del gas. Aun así, según apuntan desde el Ministerio para la Transición Ecológica (Miteco), con la nueva TUR de ahorro vecinal, estos inmuebles podrán ahorrar hasta un 50% en el coste de su consumo de gas.