Lo que la lista de la compra dice de nuestro estado de ánimo: más vermut y dulces en la semana tres

  • El vermut se toma en casa: se duplican sus ventas en la última semana

  • "Estamos adaptando nuestros hábitos de consumo, bebemos dentro de casa como lo hacíamos fuera"

Parece que fue hace un siglo. Todo apuntaba a que nos íbamos a confinar durante dos semanas (qué ingenuos éramos). Cundió el pánico. Ir al supermercado se convirtió en una prioridad. Largas colas. Estanterías vacías y una obsesión: el papel higiénico. Conseguir un paquete era heroico. Los vídeos de gente peleándose por ellos se hicieron virales. En ese entonces había dos tipos de personas: los que lo conseguían y los que no lo hacíamos. Eso ya es historia y parece que, como en la vida, en el confinamiento también hemos madurado. Nos hemos dejado de tonterías. Ahora apostamos al caballo ganador: el alcohol y los dulces. Hablamos con Julia Farré, del Centro de Psiconutrición Julia Farré para que nos explique a qué se debe este cambio de mentalidad a la hora de hacer la compra.

Adaptar el ocio a no salir de casa

Pasan las semanas. Ya son cuatro de encierro y nos estamos adaptando a las circunstancias. Hemos pasado de hacer una compra ‘bunker’ a una más enfocada a los caprichos. Desde que comenzó la cuarentena el consumo de bebidas alcohólicas se ha disparado, según los datos de Nielsen. En la última semana de cuarentena el vermut ha doblado sus ventas en supermercados. En el caso del vino, sus compras han aumentado un significativo 31%. También las cervezas y destilados experimentan un crecimiento cercano al 20%, mientras que la bebida de malta sin alcohol ha descendido notablemente.

"En España el consumo de estos productos suele ser alto pero la diferencia es que se suele asociar al ocio y por lo tanto se hace fuera de casa. Ahora que ya no se toma en bares y restaurantes estamos volviendo a nuestros hábitos de consumo pero adaptados a las circunstancias, es decir, que bebemos dentro de casa", explica Farré.

No obstante, es cierto que el estado psicológico de las personas está variando según pasan los días. Debemos tener cuidado con aquellas personas que se están empezando a agobiar con la situación y tomar bebidas alcohólicas les está ayudando a pasar mejor estos momentos. "Es un peligro porque no podemos olvidar que es un tóxico enorme y que si lo tomamos con el fin de pasarlo mejor en lugar de ayudarnos nos perjudica y podemos terminar enfrentándonos a una adicción" , apunta la experta.

El aperitivo contra la ansiedad

Además de las bebidas alcohólicas, los otros grandes favoritos de este punto de la cuarentena son , según Nielsen, los aperitivos. El consumo snacks salados han aumentado un 42% y el de las palomitas se ha duplicado.

"Los fines de semana intentamos seguir con nuestras costumbres pero esto no se puede convertir en un diario. Cuando empezó el confinamiento pensamos que iba a ser corto y comíamos siempre como si fuese fin de semana . Ahora la gente se está empezando a preocupar pero el aperitivo sigue estando muy presente el sábado y el domingo".

Estos alimentos están totalmente asociados al consumo de cerveza, vino o vermut pero Ferrá nos recuerda que debemos saber distinguir cuando los tomamos por placer a cuando lo hacemos por necesidad. "La ansiedad y nuestras emociones están totalmente ligadas a la forma en la que comemos. Celebramos los momentos felices comiendo al igual que los momentos duros y difíciles. El problema es cuando la comida acaba siendo nuestra única herramienta para aprender a gestionar estas emociones y ahí puede perjudicar nuestra salud”, aclara.

Helados, chocolate y mucho bizcocho casero

El azúcar también entra en la ecuación. La segunda semana de confinamiento las ventas de chocolate y helado han aumentaron casi un 80%, esta semana un 20% más, como también lo han hecho los productos que sirven para hacer repostería casera (ya te contamos por lo que sustituirlos). Las ventas de levadura han aumentado un 233%, las de harina un 131% y las de papel de horno un 138.

"La necesidad de comer dulce es uno de los síntomas de la ansiedad. Sin embargo es totalmente contraproducente ya que cuando más azúcar tomamos, más necesitamos. La clave está en saber gestionar este sentimiento. Tenemos que escucharnos, saber qué nos pide el cuerpo y encontrar mecanismos para gestionarla más allá de la comida. Tener momentos de cuidado personal, de relajación… suelen ayudar mucho".

Bien es cierto, que la ansiedad no del todo culpable del incremento de consumo de dulces. Otra parte se debe al boom de cocina, en especial de repostería, que estamos teniendo en nuestros hogares, sobre todo en las familias que tienen niños y jóvenes en casa. "Hacer galletas o tartas se ha convertido en uno de los planes más divertidos que se pueden hacer en casa todos juntos, de ahí viene el aumento de ventas de los productos que se necesitan para prepararlos. Sin embargo, debemos hacer un llamamiento: la relación con el azúcar es un pez que se muerde la cola, nos da más y más apetencia, nunca disminuye, por lo que hay que controlar y poner límites", concluye la experta.

Más productos frescos y de higiene

Por lo demás, los productos frescos ganan poco a poco terreno a las conservas. Su crecimiento es del 21,7% frente al 14,3. Pero eso no quiere decir que salgamos más al súper. Las ventas online de estos establecimientos se han disparado un 74%.

¿Y qué ha pasado con el papel higiénico? Las celulosas y desechables han moderado su crecimiento pero no se puede decir lo mismo de los artículos sanitarios que en una semana han vuelto a duplicar sus ventas y según afirma Nielsen no muestra ningún síntoma de moderación.